Capítulo 5: Lluvia de Fuego.

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Después del desayuno, Langa y Reki se dirigieron a la montaña.

-Sabes- dijo el peliceleste- Me gusta éste lugar. No está lejos de la ciudad y tiene otra entrada, que no es por la reservación.

-Y lo mejor es que nadie sabe, más que nosotros- le sonrió Reki.

Hasegawa sostuvo al pelirrojo de un brazo, atrayéndolo a su cuerpo. Acercó su rostro y le dio un dulce beso. Las mejillas de Kyan se sonrojaron. Tímidamente comenzó a responder a esa dulce lengua.

-Mm, ngh- Reki se alejó lentamente, dejando un hilo de saliva entre ellos- No llegaremos a la cima.

Langa sonrió. Le dio un beso en el cuello.

-Te prometo que llegaremos a la cima.

Le tomó la mano y continuaron su camino.

Mientras en la ciudad, Cherry terminaba de trabajr temprano. Antes de ir a su casa, pasó al negocio de su, ahora, novio.

-Bienvenido- saludó el peliverde, al ver la figura de Blossom entrar.

-Hola- le dijo, acercándose a la barra. Levantó su cabeza, y se besaron en los labios.

En eso abrieron la puerta. Shadow y Miya se quedaron viendo a la parejita.

Los otros se separaron rápidamente.

-¡¡Ajá!!- gritó Chinen- ¡Sabía que había algo entre ustedes!.

-Estoy anonadado- dijo Shadow, sentándose- ¿Son novios?.

-¡Por qué no se callan!- les gritó Blossom.

-Tranquilo- le dijo Joe. El pelirosa estaba completamente sonrojado- Sí- le dijo a sus amigos- Somos novios, y esperamos su apoyo y discreción.

-Mientras se porten bien conmigo- dijo Miya, sentándose.

-¡¿A qué te refieres?!- le dijo el pelirosa.

-Mami- le habló el pelinegro- Dile a papi que me traiga algo de comer- le sonrió Chinen.

-¡¿Qué?! ¡Mocoso insolente!- le dijo Cherry.

-Basta cariño- dijo Joe, tomando al pelirosa por la cintura- Le haré algo de comer a nuestro hijo.

-¡¿Y tú le sigues el juego?!- lo increpó Blossom.

-Es lo mejor- dijo el moreno. Le dio un beso en el rostro y se alejó.

-¿Y quién carajos soy yo?- dijo Shadow, mirando a todos.

-Tú eres el tío con bipolaridad- le respondió Miya, a lo que Cherry se rió.

-¡Yo no soy bipolar!- gritó el pelinaranja.

-Sí, cómo digas.

En la Reserva Natural, y después de largos minutos caminando, Langa y Reki llegaban a su lugar especial. El cielo estaba despejado y corría una suave brisa.

-¡Está perfecto!- dijo el pelirrojo.

Ambos pusieron sus patinetas en el suelo y comenzaron a descender.

Caía la tarde, ambos chicos decidieron regresar al campamento, antes que los regañaran nuevamente.

Las clases fueron a la cascada, antes de la cena.

-Reki- le llamó Langa. El pelirrojo se giró, se estaban secando- Después de la cena, quiero regresar a la montaña.

-Pero sabes que no podemos salir de noche. Nos descubrirán.

La Carrera del Amor❄🛹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora