Habían pasado unos meses, desde el Torneo organizado por Adam. La policía cerró el lugar y no pudieron regresar.
En un campamento de la escuela, Reiki y Langa se dieron cuenta de cierto lugar, en el cual podrían patinar. Su amistad continuaba crecie...
Cherry salió junto a Joe. El peliverde iba bastante callado.
-Yo puedo irme solo a casa.
-Quiero saber en que galería fue- le dijo con tono serio.
-Joe escucha. Son gente importante para la agencia. Yo manejaré esto.
-Te pedí el nombre, Cherry- su voz sonó molesta.
Blossom lo quedó mirando.
-La Fontana- dijo.
El peliverde lo miró de reojos.
-Cuándo tienes que ir de nuevo.
-La próxima semana.
-Qué día.
-¿Qué es esto, un interrogatorio?- le dijo Cherry, detendiendo su paso.
Joe se puso frente a él, acercó su rostro al contrario.
-Día y hora- dijo, mirando las orbes de Blossom.
-Lunes, diez de la mañana.
-Bien, iré contigo.
-¡¿Qué?! ¡Estás!.
-Vamos a casa.
Joe continuó caminando, seguido de Cherry.
Langa y Reki caminaban en silencio. Al peliceleste le daba vueltas en la cabeza, la imágen del pelirrojo alimentando a Miya.
-Nos vemos mañana, Langa- se despidió, sacando de sus pensamientos al contrario.
-Sí, nos vemos mañana.
Se separaron y cada uno siguió su camino a casa.
Los días fueron pasando y la semana concluyó. Reki trató de mantener su compostura y esconder lo mejor posible sus sentimientos. Terminó por convencerse, que Langa le gustaba.
Finalmente el lunes llegó y la escuela se preparaba para el campamento. Afuera los buses estaban apostados, listos para partir.
-Bien chicos, iremos a una reserva natural, no muy lejos de aquí- les dijo el profesor- Todos llevan sus equipajes.
-¡Sii sensei!.
Los buses partieron. Fueron al lado oeste de la ciudad, a una hora de ésta.
-Aaaa- bostezó Langa.
-¿Tienes sueño?- preguntó Reki.
-Sí- se acomodó en el hombro de su amigo- Despiértame, cuándo lleguemos- dijo, cerrando los ojos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El pelirrojo se sonrojó, su corazón comenzó a acelerar el ritmo.
-Sí, Langa.
Mientras en la ciudad, Joe se había arreglado para acompañar a su amigo Cherry. El pelirosa lo pasó a buscar.
