Habían pasado unos meses, desde el Torneo organizado por Adam. La policía cerró el lugar y no pudieron regresar.
En un campamento de la escuela, Reiki y Langa se dieron cuenta de cierto lugar, en el cual podrían patinar. Su amistad continuaba crecie...
El día siguiente, mostraba un sol radiante. Shadow y Miya se habían dedicado a buscar algún lugar para patinar, sin tener éxito.
-Y lo peor de todo es que estamos solos- se quejó Chinen.
-Llamé a Joe ayer, pero tenía que hacer algo con Cherry.
-Esos dos- dijo el pelinegro- Hay algo raro con ellos.
Mientras en el negocio de Joe, el moreno era enésima vez que llamaba a Blossom, pero seguía sin responder. Molesto por aquello, dejó cerrado y fue a su lugar de trabajo.
La única respuesta que hayó, fue que después de la reunión en la galería, se había ido a su casa. Joe sabía donde vivía, así que sin pensarlo, fue.
Al llegar, vio las ventanas abiertas del domicilio, supuso que se encontraría dentro. No lo llamó nuevamente, pues sabía que no iba a responder. Así que fue a la puerta y golpeó.
-¿Quién es?- se escuchó desde adentro. Pero el peliverde no respondió- Dios- se quejó Blossom abriendo- ¿Joe?- alcanzó a decir con rostro de sorpresa, antes de ser empujado al interior.
Cherry cayó sentado sobre la alfombra. Joe cerró la puerta y se aventó sobre él, lo tomó por las manos, apresándolas sobre su cabeza.
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-¡¿Qué haces?! ¡Joe!.
-No respondiste mis llamadas, quiero saber por qué.
-Tú todo lo quieres saber- se quejó Blossom, mirando a un costado- ¿Por qué hiciste eso?.
-Qué cosa- dijo Joe.
-Decirles a los jefes que éramos novios, y encima me besaste.
-¿Te molestó?.
-¡Claro que me molestó!. Ese no es tú camino. Eres el playboy del skate, las mujeres te llueven.
Joe sonrió- ¿Te pone celoso que fuera así?.
Cherry lo miró enojado.
-Dejaré de ser un casanovas. Sí me aceptas, claro.
Se acercó y le dio un fogoso beso. Los labios del pelirosa, quedaron a merced de la traviesa lengua del moreno.
-Cherry- le llamó.
Las mejillas de Blossom eran rojas.
-¿Qué-pasa contigo?- dijo, tratando de regular su respiración.
-Siempre creí que te gustaba Adam- le dijo Joe, sorprendiendo a su amigo- Por eso jamás me acerqué a ti.
Cherry estaba sin palabras.
-Después de lo que te ocurrió, me di cuenta que quería protegerte.
-Yo-puedo cuidarme solo- dijo Cherry.
-Sabes que no es así- lo miró a los ojos- Deja que me haga cargo de ti.
El pelirosa no sabía cómo sentirse. Su mente estaba confundida con la nueva faceta de su amigo Joe. Jamás se imaginó gustarle. Dejó de forcejear.
