MEMORIAS - Drarry

𝗪𝗼𝘂𝗹𝗱 𝘆𝗼𝘂 𝗹𝗼𝘃𝗲 𝗺𝗲 𝘁𝗵𝗲 𝘀𝗮𝗺𝗲?

Al final del día no pudo hacer nada, él solo era un chico... uno que deseaba ayudar pero no sabía exactamente como y eso le pesaba demasiado.

...

El día llegó nuevamente, su cuerpo pesaba más de lo normal, la habitación de esa torre estaba casi vacía, solo unos cuantos rayos de luz y su fiel compañera Hedwig le acompañaban en esa solitaria estadía.

Bajó rápidamente evitando al cuerpo de Draco y en la salida de su sala común se encontró con uno de los prefecto, le pasó de largo y fue hasta el comedor en donde no habían muchos alumnos y nadie estaba en la mesa de la casa que le correspondía, de pronto recordó cuando el profesor Dumbledore los había invitado a Ron y a él a comer en Navidad.

Quitó esos pensamientos de su cabeza y se decidió a desayunar despacio, no había prisa de nada así que no era tan importante, la mayoría de los de ahí ya solo esperaban sus resultados y así poder retirarse.

Muchos se le habían acercado a Harry preguntándole sobre el Slytherin, él no estaba dispuesto a hablar mucho de ese tema así que no les respondió y en cuanto terminó decidió regresar a resguardar el cuerpo del chico que para su sorpresa estaba siendo examinado por varios Gryffindor.

— ¿Qué hacen?

Preguntó el azabache con tono enojado mientras aquellos mirones se alejaban y murmuraban entre ellos, giró su rostro y ahí estaba él, parecía tener el ceño fruncido pero solo eran visiones, no esperó más y lo tomó en brazos para llevarlo hasta la que era la oficina de Dumbledore.

Para su sorpresa el cuerpo en verdad sólo parecía una persona durmiendo, era extrañamente tibio y podría jurar que respiraba, seguro solo eran sus deseos de tenerlo vivo y disculparse por todo lo ocurrido los últimos años.

— Sólo un poco más y ellos se irán.

Le habló al cuerpo inerte, como si le escuchara, pasó saliva y lo acomodó en un sofá que estaba destinado para las visitas de la oficina, le cubrió con su saco y mordió su labio inferior tratando de pensar en su siguiente acción.

— Perdón Draco.

Susurró y tomó su varita apuntándole una vez más.

— ¿Mayor... miedo?

Su voz temblaba al hacer el conjuro, pero como de costumbre el recuerdo salió, Harry se apresuró en caminar unos cuantos metros y lo colocó en el pensadero.

¿Qué pasaba ahora? La vista estaba empañada como si él... Cómo si él llorara.

Trató de aclarar su vista, esta de poco a poco cedió y miró a Draco por el espejo, ahora en su mente aparecían visiones de él con Ginny y después con Katie, aunque no entendía muy bien lo que sucedía.

Pronto la vista al pálido rostro regresó y pasó lo del sectusempra, tampoco entendió eso hasta que llegó a la enfermería, estaba solo y oscuro, quizá él le tenía miedo a eso pero para su sorpresa el peli plateado se levantó un poco y levantó la camisa de su pijama mirando a las cicatrices.

- Si fuera y me lastimara el cuerpo, cariño... ¿Me amarías igual?

La voz ronca de Malfoy, a causa de un llanto anterior, cruzó su pecho, hizo flaquear sus piernas y que él sintiera un fuerte escalofrío recorrer por todo su cuerpo.

Salió del pensadero y se quedó a meditar un rato después de enfrascarse tal recuerdo, se giró para dejar su espalda recargada en este y miró al chico.

— ¿Temes que no te amen por todas tus marcas? Es un poco raro... sabiendo que tienes la marca tenebrosa...

Esto último fue casi en un susurró y negó con la cabeza, tenía que salir de ahí o le sacaría más recuerdos al chico.

Saliendo de la oficina se dirigió a la biblioteca, tomaría un rato ahí estudiando todo lo que pudiese para despejar su mente y se sentó en la parte más alejada y escondida de toda la habitación.

Había encontrado un libro acerca de contra hechizos, había muchos para detener dementores, eliminar boggarts, revertir pociones e incluso uno contra el imperios aunque este último parecía bastante difícil en la teoría, ya que el lo había logrado en la práctica. Por un momento quedó más maravillado de Hermione quien lograba comprender estos textos.

Se la pasó estudiando hasta que notó que el almuerzo estaba por comenzar y fue lentamente a la salida con un libro abierto en sus manos cuando justo en la puerta sintió una gélida presencia, había pasado a través de uno de los fantasmas del colegio, de pronto sus ojos se iluminaron y su hambre se esfumó.

— ¡Sir Nicholas!

Mencionó emocionado tratando de llamar su atención la cual fue rápidamente dada.

— ¿Si, mi estimado?

Dijo con ese elegante acento el fantasma y se acercó a Harry que no dudó en cerrar su libro y empezar a caminar a su lado.

— Es sombre, ah... ¿cómo es que usted, más bien, ustedes los fantasmas fueron creados?

Preguntó sin más y el más anciano rió de manera rara y un poco fuerte.

— Pues verás mi estimado, todos aquí tenemos un propósito que no cumplimos en vida y en muerte nos es imposible así que, antes que estar aquí por un bien, estamos porque no aceptamos esto, estamos aquí por mero deseo... Y un poco de miedo.

El fantasma susurró la última parte y dejó confundió un poco a Harry pero no se detuvo con sus preguntas y siguió hablando.

— ¿Osea que quien no acepta su muerte y desea estar aquí puede ser un fantasma?

El de armadura asintió.

— Así es mi estimado, pero esto no aplica para quienes murieron a causa de maleficios, es como si esos hechizos les consumieran desde dentro... son una especie de jaula que impide a su alma y recuerdos regresar.

Suspiró com pesar y se detuvo frente a una gran puerta, lo había llevado hasta el gran comedor y él apenas cabía en cuenta de aquello.

— Gracias por responder a mis preguntas...

Dijo con un hilo de voz y se giró para ir con los demás a tomar la merienda.

— Te deseo éxito en lo que estés tramando para Dumbledore.

Dijo con euforia y Harry sólo pudo sentirse mal por eso, en verdad no se había preocupado por el director y solo Malfoy ocupaba sus pensamientos, quizá estaba haciendo mal pero no quiso preocuparse más y comenzó a comer.

Su mente estaba llena del Slytherin, en las palabras que minutos antes había oído acerca de sus heridas, sobre él con esas chicas y todo parecía como un rompecabezas de un millón de piezas y que para él era más que imposible armarlo, deseaba comprender y saber que hacer, deseaba con todo su corazón nunca haber sido el elegido y se ser solo un Gryffindor más que solo estuviera preocupado por pasar el TIMO y no por varias muertes...

Solo deseaba tener una vida tranquila.