𝗙𝗲𝗲𝗹 𝗹𝗶𝗸𝗲 𝗲𝘅𝗽𝗹𝗼𝘀𝗶𝗼𝗻𝘀 𝘄𝗵𝗲𝗻 𝘆𝗼𝘂 𝗮𝗿𝗲 𝗮𝗿𝗼𝘂𝗻𝗱

38 7 0
                                    

"¿Y si veo un poco más de Malfoy? Quizá así podría comprenderme un poco más y a él... Será por un bien común". Fue lo que su mente dijo antes de levantarse y tomar su varita para encaminarse a donde el joven yacía, necesitaba más respuestas que dudas y el estar sólo y sin quien hablar le generaba un sin fin de preguntas.

Se hincó frente a él y cerró sus ojos meditando un poco sobre las palabras que pronunciaría, después de un momento abrió lentamente los ojos y miró a todos lados asegurándose de que ningún alumno o profesor le mirara y acercó la punta de su varita.

— Amor, primer amor...

Susurró cerca de su oído y el recuerdo salió de poco a poco, parecía tan delicado y como si en cualquier momento se fuese a romper por lo cual se apresuró a guardarlo y caminó hasta el pensadero donde depósito el recuerdo y se sumergió en este.

El recuerdo parecía, antes que una solo escena, una película fragmentada puesto que había miles de imágenes solo con su rostro, Harry comenzó a sentir como su corazón latía fuertemente y en su rostro aumentaba la temperatura, era un recorrido en la mente de Draco y casualmente el personaje principal era él.

Estaba seguro se que no llevaba ni la mitad del recuerdo cuando escuchó un sonido y salió un poco rápido para guardar el recuerdo y esperar a que alguien entrara.

Para su sorpresa la profesora McGonagall entró y soltó un pesado suspiró que culminó con un suave movimiento negativo de su cabeza.

— Harry, ¿por qué estás aquí?

Su tono de voz se oía amoroso, como el de una madre preocupada por su hijo. Entró a la oficina y cerró la puerta tras ella para ir con el chico y darle un leve vistazo a Draco.

— Deberiamos llevarlo a la enfermería, la señorita Pomfrey no podrá hacer mucho pero creó que estaría en mejores condiciones.

Le ofreció a Harry quien cerró el puño sin darse cuenta y se apresuró a negar fuertemente con la cabeza mientras miraba al piso.

— No quiero que algunos se aprovechen de eso y vaya a verlo solo para burlarse de su estado.

Su labio inferior temblaba un poco, había recordado porque lo había sacado de la sala común de Gryffindor, aún tenía aquellas sonrisas tan tontas marcadas en su memoria.

McGonagall tocó su hombro y dejó unas cuantas palmaditas antes de alejarse e ir por unos pergaminos al escritorio del ex director para después caminar de regreso.

— Tu ganas Harry, solo... No te obsesiones mucho, ya sabes a lo que puede llevar eso.

Dijo la profesora mientras le mostraba su mano haciendo alusión al profesor Dumbledore, después de eso ella salió de ahí y Harry respiró de manera normal.

Se acercó a Draco y acercó su varita a este, teniendo en cuenta lo último que había visto, ya tenía en mente que recuerdo sacarle.

— Último recuerdo...

Dijo casi en un susurro y cuando estaban saliendo unas cuantas fibras de ese habitual hilo plateado y azul, su varita hizo un ruido raro y al final se rompió, dejando algunas grietas y en otros lados faltando pedazos.

La alejo rápidamente y la miró con preocupación, había un enemigo cerca y Harry sin varita se sentía tan desprotegido.

El azabache llevó sus manos a su rostro y al subir un poco sus gafas talló sus ojos y después despeinó su cabello, sabía que Ollivanders, la mejor tienda de varitas ya no estaba disponible y no tenía ni idea de que hacer.

Suspiró pesadamente mientras se sentaba en el sofá contrario a donde Draco estaba y empezó a pensar en posibles alternativas.

"Quizá pueda reparar mi varita, Hermione debe tener un libro de eso".

MEMORIAS - DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora