Capitulo 8

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Al día siguiente una alarma me despertó de mi cita con Morfeo, en un vago intento por abrir los ojos me di cuenta de que llegaría tarde al colegio y de un brinco salí de la cama, rápidamente me vestí, desayune y me lave los dientes todo en un minuto, corrí a la parada de bus para ver si lo alcanzaba y a unos cuantos metros me di cuenta de que ahí estaba estacionado – el bus- me dije un poco esperanzada, con un gran complejo de Bolt corrí para ver si lograba alcanzarlo y cuanto ya estaba a unos dos pasos el busero se encargó de que lo odiase el resto de mi vida al cerrarme la puerta en la cara –genial- no tenía muchas opciones que me aseguren llegar pronto al colegio así que me quede ahí parada hasta que llegara el siguiente bus, pasaron varios minutos hasta que vi uno que se acercaba –aleluya- grite, el busero paro rápidamente, inserte la moderna y comencé el recorrido hacia el instituto, cuando llegue a clases el primero periodo había acabado y vi a un Alex acercándose y una sonrisa se formó en su cara –te ves tan fea- me dijo riendo 

-cállate y agradece que estoy en clases- le respondí 

El rio – ¿habrá que agradecer por eso?- me dijo riendo-¿Por qué llegaste tarde?

-me quede dormida...pero ya estoy aquí-

-Amy dices cosas tan obvias-hubo un momento de silencio y reímos - tengo que contarte un par de cosas- me dijo finalmente

-¿un par de cosas?- le dije con una sonrisa en mi cara -¿Qué tipo de cosas?

El me regalo una sonrisa pero en ese momento sonó la campana que marcaba el inicio del segundo periodo –veme en el receso, ahí te lo cuento- yo asentí y me dirijí a mi aula.

Las clases como siempre estaban aburrida y no ayuda que estuviéramos en matemática, mi mente siempre sabe estar pérdida en su mundo - ¿Qué me tendrá que decir Alex? – me dije a mi misma pero mis pensamientos rápidamente fueron obstruidos por ejercicios de matemáticas, después de unos cuantos minutos más se acabó la clase -¡aleluya!- grite en mi cabeza, salí del aula de clases relativamente de buen humor porque al fin termino la clases de matemáticas, caminaba por el pasillo, normal, hasta que mi frente choco contra un pecho masculino, el pecho de bruno, hasta ahí duro mi buen humor.

-Amanda- me dijo el

-hola- le respondí y rodeando por un lado le dije –adiós- siguiendo mí camino, negué con la cabeza y seguí caminando hasta mi siguiente aula pero mi viaje de una aula a otra fue prácticamente como estar en misión imposible ya que Bruno me estaba persiguiendo.

-Sabes estaba pensando- me dijo el siguiéndome el paso

-¡valla!, bien por ti sigue así- le mostré el dedo gordo imitando un me gusta y seguía caminando

Él se puso a mi frente obstaculizando mi paso, haciendo caer mis libros –oh genial-, Bruno rio y me ayudo a recogerlos, mientras me ayuda a recoger los libros que el hizo caer de mis manos varias chicas pasaron diciendo y a manera de lo que ellas consideraban susurro dijieron –wow lo viste- dijo una chica

-si es todo un caballero- le respondió la otra.

Puse los ojos en blancos, ¿Cómo podían creer que eso era un caballero?, no entendía cómo es que existen chicas que prefieran estar con un patán y buen cuerpo en vez de alguien tuviera con buen corazón, por eso estamos como estamos y estamos mal.

Bruno me dio mis libros y al parecer el también escuchado los “susurros” de la chicas y como era su naturaleza de mujeriego se reviro y las sonrió, las chicas ser pusieron rojas cual tomate, yo puse los ojos en blanco –una mierda- pensé, Bruno se acercó a hablaras y yo continúe caminando.

Mientras me dirigía a mi próxima aula mientras pensaba-¿se acercó a mí solo para hacerme cae los libros?, seguramente ese era su plan, ayudarme a recoger los libros y hacerse pasar por un caballero, pero lo peor de todo no era eso lo peor de todo es que las chicas le siguieron el juego ¿Cómo es que pueden ser tan estúpidas?, odiaba no solo odiaba detestaba que la chicas cayeran en trucos tan baratos de chicos idiotas como Bruno a los cuales solo les sirve una neurona cuya única función es ayudar al chico en cuestión a tener sexo ,una mierda, pero más pena me daba por la novia de Bruno, ella ciertamente tampoco era una santa en realidad es una perra al igual que Bruno pero desde que se hizo novia de ese imbécil se volvió recatada, lo que hace el amor ¿no?, continúe caminando y escuche unas fuertes pisadas.

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