Capitulo 6

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Luego de que Alex me mantuviera todo el día pegada junto el  para que le explicara matemáticas, por fin pude tumbarme en mi sillón después de un día agotador, tome mi celular y me puse a investigar requisitos que se necesitaran para entrar a las universidad, mientras leía los requisitos me di cuenta de que no cumplía uno, actividad extracurricular, - hum – pensé, actividad extracurricular, nunca he tenido una porque mi cruel realidad es soy una floja destinada a no hacer nada más que rascarse el ombligo así que analice bien la situación y me puse a pensar en qué actividad me podría meter, ¿deportes?, no soy mala, tengo un apego increíble al piso así que hacer deportes no sería lo mejor, ¿música?, mala idea difícilmente se tocar el triángulo puedo, ¿teatro?, tal vez soy una buena mentiras pero se me olvido un pequeño gran detalle soy muy tímida, apenas puedo hablar en frente de la clase sin vomitar peor voy a poder gritar, llorar, reír apropósito en frente de miles de personas, ¡no quiero ni imaginarlo!, acéptemelo estoy destinada al fracaso, no tengo talento, dejare esta pequeña charla conmigo misma para otro día por el momento me dicare a lo que se hacer mejor, dormir.

Al día siguiente tuve al terrible, horrible, asqueroso, apestoso y todos los palabras malas que se les pueda poner a un día, ese día es lunes,  me dirigí directamente a mi aula y el profesor llego a darnos la clase de anatomía y aunque mi cuerpo estuviera presente mi mente no lo estaban y mis ojos querían un pequeño descanso así que los cerré.

-señorita Amanda, ¡despierte!, se duerme en casa no en mi hora de clase- interrumpió la profesora en mi sueño, mal educada.

-perdón profesora- le respondí

La maestra me quedo mirando y de una manera agradable – ya mi clase esta demasiado fácil tanto que le da sueño dígame que explique recién

-eh este yo- no sabía que decir así que mis ojo se centraron la pizarra –carajo-  me dije a mi misma, no entendía nada de lo que estaba en la pizarra, eran tantos dibujos de huesos, creo que hay una mano y la letra estaba inentendible, tenía que ser doctor, ¿cóndilo?, ¿Qué es eso? –eh estaba hablando de huesos- mi respuesta provoco gracia a todos mis compañeros, oh genial ahora piensa que soy tonta

-no se vuelva a dormir en mi clase y ponga más atención

Asentí –lo siento mucho

La clase no se solo tuvo este efecto solo en mi o si no afecto al resto de mis compañeros pero estuvo infinita, tal vez esta teoría de la clase infinita solo aplicada para mí ya que el resto de mis compañeros son un montón de eruditos para los que no sepan que es erudito es inteligente aprendí ese término hace dos semanas en la televisión en un juego de quien quiere ser millonarios, ¿Quién dice que la tele no educa?, continuando todos y cada uno de ellos se sabían todas las respuestas a todas las preguntas, no es que sea tonta pero mi coeficiente intelectual cayo por el piso al tocarme esta clase de doctos (inteligente), para mi suerte tenia a mis amigas que me acompañaban en mi desafortunada situación.

Salí del salón de clases  y Abi se acercó a mí -¿Cómo te pudiste haber quedado dormida? –me pregunto

-bueno comienzas por cerrar los ojos- bromee

-chistosa, ¿y ya pensaste en que club entrar?- abi ha sido mi confidente desde que llegue a santa margarita, ella también era nueva en el instituto así que como todas las nuevas nos emparejaron y a pesar de que no hablamos por unas 3 semanas nuestra amistad surgió cuando ella me pregunto si quería ser su amigas, yo le dije que si al instante, así que si ella fue mi primera amiga en este lugar.

-no- le respondí decepcionada –supongo que tú vas al de música- Abi a más de ser la mejor persona en pisar esta tierra también es una cantante prodigio, no se la edad exacta en que empezó su fascinación por el canto pero tiene una voz que fácilmente pudiera confundirse con los de los ángeles, tal vez exageres un poco con lo de los ángeles pero en verdad tiene una voz prodigiosa.

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