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Hazlo bebé, está bien
Como si tuvieras el mundo en tu mano
Solo sé egoísta

Pasamos por un pasillo con varias puertas. De algunas colgaban corbatas.

Me fijo en el atuendo de Minnie más atentamente. Lo que me hace parar mi vista en su trasero. Un melocotón sin duda.

Nos metemos en la habitación número cuatro, ya que es de las primeras y no llevaba corbata.

Habitación oscura, con mucho negro y rojo. Luces led de color rojo, una cama amplia, sofá, armario y baño. Nada más que añadir ni dejar fuera.

Después de inspeccionar un poco el lugar miro a Minnie. Mantiene un expresión seria, una postura recta y mirada penetrante. Lo que inconscientemente me hace bajar la mirada a la alfombra.

- Kookie cariño, ponte de rodillas - claramente es una orden, pero su voz no suena amenazante ni dura.

No dudo y hago lo que me dice, al fin y al cabo yo me dejé guiar hasta aquí.

Ya estando como me pide, veo como sus pies se acercan hacia mi. Me coje la barbilla delicadamente y me hace alzar la mirada para conectarla con la suya.

-Kookie, no haré nada que no quieras. Pero antes de nada, te aclararé algunas cosas, ¿de acuerdo?

Asiento embelesado por su presencia y belleza, sin decir una palabra, porque no tengo.

Me empieza a acariciar los hombros mientras procede a hablar.

- Bien, quiero que disfrutes y explores el placer. No hago esto con la intención orgásmica de siempre, pero si estás tan desesperado se puede solucionar. Esto que hago no es muy convencional y hay cosas que pueden no gustarte o dolerte, por ello hay una palabra de seguridad. Será pistacho, ¿bien? Y que no se te olvide cariño, aquí mando yo. Eres mío por 30 minutos y no al revés.

- Soy tuyo Minnie.

Me sonríe y procede a enseñarme una tela negra que tenía en la mano.

- Muy bien Kookie, buen chico. Ahora te venderé los ojos.

Trato saliva fuertemente y él procede a vendarme la vista. Vuelve a cogerme la barbilla y hace que me levante. Noto sus manos acariciando mi pecho y abdomen mientras se coloca en mi espalda.

Me rodea la cintura con sus brazos y empiezo a empujarme suavemente para que me mueva. Doy unos pasos y me para. Me suelta y siento un empujón que me hace caer sentado en lo que seguramente sea el sofá.

Se sienta a horcajadas mías. Siento como acaricia mi cabello suavemente para después tirar de él con rudeza. Ataca mi cueño con lamidas y mordidas. Muevo mis manos a su cintura y de repente para.

- Kookie, ¿acaso te di permiso para que me tocases?

-No Minnie - me quita las manos de su cadera bruscamente.

- Entonces no toques sin mi permiso, ¿escuchaste? - me susurra al oído, a lo que yo asiento totalmente extasiado.

Sus manos vuelven a recorrer mi pecho y en el proceso noto como va deshaciendo los botones de mi camisa. Una vez la ha abierto hace que me mueva para quitármela completamente.

TAIL - KOOKMIN/JIKOOK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora