Capítulo 6: ¿ Asesinó a mi amigo de la infancia? Esta desquiciada

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Recordaba que estaba en la clínica que me desmayé, después de eso no recuerdo más nada.

De repente ví a una niña, era yo. Debió de ser cuando tenía unos diez años porque he visto fotos de ese tiempo.

Mi madre me dijo que en esa época había un asesino en serie suelto por la ciudad y que nunca dieron con él. También me contó que fue de los más crueles de su tiempo, cogía a sus víctimas y les dejaba las caras deformes, aplastadas, que si no fuera por que iba directamente a sus casas no se sabría con exactitud quienes eran las personas a las que asesinaba. Hasta me puso feliz el hecho de no recordar aquellas noticias.

Estaba caminando sola por la caye, la seguí o me seguí era todo tan confuso que no se si era una sueño o algún recuerdo.

Me dirigía hacia una casa que no reconocí a simple vista, pero después de un segundo análisis caí en que era la mansión Luna; una familia que antes era muy amiga de la mía pero que a día de hoy no tenemos mucha relación.

Fui recibida por la señora Celia con mucha cordialidad, ella la niña, en cambio cuando iba a pasar me cerró la puerta en la cara. Ahí me di cuenta de que era como un espectro un fantasma y atravesé la puerta ¡que divertido!.

Al entrar esa sonrisa que se me había dibujado en la cara se borró y quedé atónita, Celia estaba parada gritando en un rincón de la sala, su hijo que en ese entonces era mi amigo según lo que me había dicho mi madre, estaba en el suelo y yo estaba encima de el apuñalándolo con unas tijeras.

No se quién gritó más fuerte en ese momento si su madre que era una mezcla de llanto, horror y desesperación o yo.

Si es que verte a ti misma matando a una persona es un tanto perturbador y más si eres una niña y éstas convirtiendo en un colador a tu amigo aunque ya esté muerto, pero le sigues apuñalndo solo para divertirte escuchado las súplicas de su matriarca.

Además como si no fuera poco voy a el armario cojo un martillo y le aplasto lo cara como si estuviese aflojando la carne de la cena.

En ese momento me di cuenta de que el asesino aplasta caras del que me había contado mi madre y que tantos estragos causó en el pasado era yo, una simple ñoña que dejó a la policía muchas noches sin dormir.

Me quedé en shock, pero volví cuando se dirige a Celia y le dice:

-Si cuentas algo de lo que pasó aquí te sucederá lo mismo, pero más lento y con mucho mas dolor -enfatizó lo último.

De repente se giró como si me hubiera descubierto -que era imposible- y me miró directamente los ojos con ese tono rojo, que cuando lo veías pensabas solo una cosa 'sangre' y se río relamiendo el martillo frente a mí.

Si me había contenido las ganas de vomitar hasta ahora ya no podía más, era yo la que chupó ese martillo como si fuera una puta paleta de colores.

Luego siguió su rumbo, pero por un instante pensé que me mataría a mi también aunque sería ilógico por que ella soy yo así que me quedé más tranquila.

Miró el pobre cadáver del niño y le martilló otro poco la cabeza como si no le hubiera bastado las veintitrés veces que lo había hecho hace unos minutos. Con cada martillazo se le hacía más grande la sonrisa en su rostro y a mi se me hacia mas grande la mueca de repugnancia y horror.

Hasta que se cansó y se cambió la ropa por otra que tenía en la mochila que había traído, no me había fijado pero llevaba unos guentes puestos para no dejar sus huellas, era toda una profesional. No me sorprende que nunca hayan descubierto al asesino con todas las precauciones que se tomaba.

Y así mismo como vino el recuerdo se esfumó, quedando totalmente a oscuras y con esos ojos de nuevo enfrente de mí.

Cada vez se acercaban más, y ahora no eran solo unos ojos, era una persona, ¡era yo! mi viva imagen pero con el pelo blanco y aunque me moleste decirlo, mucho más sexy. Se paró justo delante mía, comenzando a hablar.

-Espero que te haya gustado la escena que viste, a mi me divirtió bastante observarte a tí -era la mismo voz de mi sueño, ahora si estaba segura de que la otra noche era ella.

-Como pudiste hacerle eso, ¡era tú amigo! - le grité con toda la furia que tenía guardada desde hace días.

-El no era mi amigo -respondió en un tono suave -no lo recuerdas porque bloqueé tus recuerdos de la niñez, pero el quería hacerte daño.

Si me quedaba duda alguna de que estaba chiflada se me habían ido.

-¿¡Cómo un niño de diez años podría hacerme daño!? Eres tu la trasornada no él.

-Es porque no recuerdas.

De repente me trasladé a un momento es el que estaba jugando con Dan, el niño, no le veía nada de raro nos estábamos divirtiendo, siendo felices. Y entonces el viene y me empuja porque había una araña detrás de mí y no quería que me hiciera daño, que tierno.

Volvimos a aquella oscuridad de nuevo.

-¿Viste? Era un peligro.

Loca. Que no vió que me salvó la vida.

Estaba más que dispuesta a empezar una discusión con Bleed cuando sentí una voz que me llamaba, era Kill y todo se distorsionó.

Ví la cara de él y de Mía preocupados, zarandeándome para que despertara. Pero antes de volver completamente me dijo:

-Nos volveremos a ver. Por cierto a mí sí me gustó el nombre.

La perdí de vista definitivamente.

Había abierto los ojos y por un momento lo ví todo rojo y nublado, sin más colores, hasta que todo se puso nítido nuevamente.

*****

Hola splitters, que recuerdos mas macabros; verte a ti misma matando a tu amigo de la infancia es perturbador, la misma Sarah lo afirma.

Ahora ¿por qué? Si tan solo quería protegerla. Todo esta relacionado a esa frase que le dijo en sueños : yo soy la única que puede protegerte.

Split Personality: La De Los Ojos Carmesí(pausada y en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora