Capítulo 8: Los muertos no perdonan

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Me desperté y me encontraba en el sofá de la sala. -No recuerdo en que momento me quedé dormida aquí-.

Hasta que recordé lo que había pasado ayer, la escena de la muerte de Dan, la psicóloga... Bleed.

Mi reacción al caer en consciencia de que había asesinado a otra persona fue sencilla: ducharme, desayunar e ir al cementerio.

Sabía donde quedaba el panteón familiar de la familia Luna, pues daba justo al lado del de la mía.

Una que otra vez nos encontramos cuando iba a visitar a mis abuelos y me pareció extraño que me ignorase completamente cada vez que cruzábamos nuestras miradas. Pero ya estaba claro, le inspiraba miedo, terror.  Sentía que si me hablaba le iba a hacer lo mismo que a su hijo.

Solo recé para que no fuera su día de visita, de lo contrario tendríamos una escena desagradable y les hubiera ahorrado el trabajo a los de la funeraria.

En lo que estaba cerrando la puerta de la entrada sonó mi teléfono, era mi madre.

<Llamada>

-¿Mamá?

-Si, cariño soy yo.

-Has demorado bastante en este viaje, ¿sucedió algo?

-No, todo está bien. Es solo que el avión se retrasó y llegaré mañana.

-Está bien. ¿A qué hora llegas? para hacerte una cena o un almuerzo de reinas.

-A eso de las 6:00 de la tarde.

-Te prepararé un banquete.

-Gracias, pero no hace falta. Portate bien.

-¿Qué dices?, siempre me porto bien.

-Adiós. Un beso

-Otro.

<Fin de la llamada>

Bien, seguía amando  a mi madre pero no le podía contar todo lo que me estaba sucediendo, no se cual sería su reacción y tampoco estoy segura de si me ha estado mintiendo. Por ahora quedará entre Kill, Mía y yo.

...

Me demoré unos 40 minutos en ir al cementerio, quedaba un poco lejos pero el viaje valía la pena. Necesitaba disculparme con Dan por lo que le hice, le quedaba tanta vida por delante. Siento que le corté las alas a un pájaro que recién aprendía a volar, en resumen, FATAL. Y debía hacer esto para poder pasar página.

El día se estaba poniendo oscuro así que debía darme prisa.
Tardé un poco en encontrar la tumba, es que había tantas.

Cuando por fin la encontré me sonó el teléfono, era Kill -¿Qué querrá ese pesado?.

<Llamada>

-¿Qué quieres? -siempre era tan inoportuno.

-Yo también te quiero. ¿En dónde estás?

-En el cementerio -lo solté así sin más como si fuera lo más normal del mundo estar en el cementerio y me arrepentí porque Kill era demasiado dramático.

-¿¡Se murió alguien!?

-No, como crees. Vine a visitar la tumba del niño.

-Eso tiene mucho más sentido ¿¡Estas loca!?

-Oye relajate. Andas demasiado histérico.

Exagerdo

-¡Me relajaré cuando me expliques que mierda vas a hacer si se te aparece la madre!, ¿ya lo pensaste?

-Me podía imaginar la cara de enfado de Kill a través de la pantalla-  Ella no va a aparecer aquí, verifiqué todo antes de venir, ni que fuera una principiante.

-Está bien Sarah pero apúrate -dijo ya más calamado.

-Sii.

<Fin de la llamada>

Es un poco fastidioso pero solo se preocupa por mi. Me dirigí a la tumba y empecé lo que vine a hacer.

...Una media hora después.

Mierda. Empezó a llover, lo que me temía. Empecé a correr hacia el coche, el cual no encontraba ¡que suerte la mía! Me cagué en todo lo cagable y maldije todo cuanto se me vino a la mente.

¿Dónde se había metido el puto coche?

Al cabo de unos 5 minutos por fin había encontrado mi auto y me alegré tanto que hasta le dí un beso, estaba desesperada.

Mierda, mierda, ¡mierda! ¿Por que coño no arranca la puta caca con ruedas? Hoy no era mi día.

-¿Que más Diosito, qué más?

Cuando pensé que no podía ir aún peor se abrió el techo del coche y mi auto parecía pecera y yo pecesito.

-¡Coche de mierda!

Estaba a punto de darme una crisis cuando de repente miré una silueta en la distancia que se estaba acerando.

Por un momento pensé que era Kill que sabía que esto saldría mal y vino a socorrerme pero a cada paso que daba se esfumó toda la alegría y en cambio vino un grito de chica rubia de la peli de miedo más taquillera del año.

No lo podía creer, incluso me pellizqué por si todo era una horrible pesadilla y nunca desperté hoy en la sala de mi casa, pero no, era tan real que a su lado Bleed parecía lo más normal que me había ocurrido en las semana.

Era él, el niño al que maté y al que vine a visitar arrepentida pero al parecer no me perdonó y vino a por el segundo asalto.

Iba vestido como aquel día hace siete años y tenía la cara deforme, aplastada por mi martillo y aunque no le podía definir los ojos ni la cara juraría que me estaba mirando directo a los ojos y riéndose en modo: por fin ajustaremos cuentas tú y yo.

Estaba tan aterrada que pisé el acelerador como si mi vida dependiera de ello -y dependía-. Para mi sorpresa el coche salió pitando de ese lugar como si tuviera tanto miedo como yo. Pero no se rindió.

De repente se apareció en el asiento del copiloto y otro grito épico salio de mí.

Perdí el control del coche y se desvío de la carretera. Pude centir como daba vueltas en el aire; una, dos, tres, hasta que perdí la consciencia y lo próximo que ví fue la luz de un hospital.

                             ******

Hola... espero que te haya gustado el capítulo y hayas estado tan nerviosa como yo al escribirlo.

Al parecer Dan no perdonó tan fácilmente a Sarah, pobrecita se tendrá que preparar porque esta no va a ser la ultima vez en aparecérsele un viejo amig@.

El misterio continua cuando ella y Kill visitan a Lukas, ¿un adelanto? Tanto a él como a Sarah les agradará Lukas, no sé di me entienden ;-)

Split Personality: La De Los Ojos Carmesí(pausada y en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora