➳ONE-SHOTS BORUSARA

En otra vida

Sarada dió un trago a su bebida, de esos profundos para ahogar penas o al menos intentar perder los recuerdos ese día. Quería olvidar su imagen, su aroma, su piel, todo.

Quería sentir como era antes, cuando no habían secretos y era una buena persona.

Dicen que a pesar de todo, las personas buenas reciben un buen amor, ese que tanto esperan y anhelan.

—Yo no merezco nada —miró su móvil con las lágrimas intentando retenerlas.

No llores. No más.

Siempre había hecho las cosas bien, una niña buena, dedicada y conforme pasaron los años, una mujer admirable, un ejemplo a seguir de varias personas, era el pilar en su familia y el mayor orgullo de sus padres y... Ahora, ahora era detestable.

Eso le dolía más que nada, haber fallado, haber caído tan bajo y permitir que todo se saliera de control.

Si sus padres se enteraban... No, no quería ni pensarlo, el solo imaginarlo le dolía como no tenía idea.

—¿Por qué no te puedo dejar ir? —lo miró de nuevo en la pantalla—. No eres mío y nunca lo serás.

Escuchaba conversaciones en su trabajo, como criticaban a las mujeres como ella.

"No sé tienen amor propio"

Si lo tenía, se amaba y admiraba. Estaba orgullosa de todo lo que había conseguido con esfuerzo, se miraba al espejo y sonreía mirando lo bella y estupenda que era, pero la diferencia radica en qué ella cometido un error, hizo lo que no se debía, lo que dijo varias veces "nunca pasará".

Se había enamorado.

Era la primera regla y la había roto.

Intentó no llorar más, hacerse la fuerte, pero cuando bajó la mirada de nuevo, todo se nubló al ver si foto, no, no era solo él. La mujer que lo abrazaba le destrozaba el alma y le recordaba de nuevo que todo está mal.

—En otra vida quizá, en esta no.

Cerró su perfil, eliminó el historia de búsqueda. Entró a mensajería y miró su último mensaje, la palabra "besos" junto a un corazón, y lo siguiente le dolía más, ella respondía del mismo modo, ¿Por qué?

Borró todo junto al historial. Tal y como ya estaba acostumbrada.

Lo mejor era dejar la bebida también. Se recostó y miró la nada de nuevo y también se preguntó porque.

¿Qué hacía hace unos años? Cuando él aún era libre y tenían la oportunidad que ahora tanto anhelan. Ahora era imposible, sabía que él nunca lo haría, no es que lo supusiera, sino que era un hecho, desde un inicio fueron claros.
Pero ella metió la pata. Se supone que solo sería el desliz de una noche de fiesta, no lo que es ahora.

Y aún así, si él se separa, no se podría. Sus familias se conocían, eran amigos, todo sería un desastre.

Abrazó su almohada y suspiró dejando escapar una última lágrima. No pensó que doliera tanto, no pensó que viviría algo así, pensó que solo eran dramas de novelas, pensó que sería diferente.

Estaba por cerrar los ojos, dejarse llevar y el sonido particular removió su corazón, de inmediato, una sensación cálida y feliz la hizo sentir bien, es como si fuese una alarma, el saber que era él, le hacía feliz, pero estaba mal.

Desbloqueó la pantalla y miró la notificación, era él.

"Que tengas bonita noche"

No entres, no respondas. Siempre se repetía, pero su estúpido y torpe corazón cedía.