Es un libro en donde haré one-shots de esta pareja, pueden ser el mundo al que pertenecen o ha uno alterno.
serán inspirados en canciones, si alguien tiene una canción favorita puedo escribir uno respecto a la canción y hacer un amv dedicado al que...
INSPIRADO EN MI PROPIO ONE-SHOT DE SAN VALENTÍN "LATIDOS" (POR SINO LO HAN LEÍDO, PUEDEN AMBIENTARSE CON ESE, PASA UN POCO ANTES DE LO ACTUAL EN ESE ONE.SHOT) ¡DISFRUTEN!
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Boruto sacó de nuevo su móvil, decepcionándose por décima vez, al ver que los mensajes seguían sin llegarle.
Él y Sarada, desde la primaria, siempre tomaban el mismo tren para ir al colegio. Ahí aprovechan conversar sobre cosas banales como sus amigos, sus padres, problemas con esos mismos o incluso repasar algún tema de clase si ese día había un examen.
Así había sido durante años, forjando una bonita amistad con confianza mutua y cariño. Lo único que cambió, es que crecieron; ya no eran niños, eran adolescentes de secundaria y, ya no eran amigos. «¡Gracias universo y los miles de intentos para conquistarla!» Pensó Boruto.
Todos estos años, la palabra amigo, le parecía muy larga, muy decepcionante, pesada y dolorosa. Pero con todo su esfuerzo, la cambió a una mejor, una más concisa y perfecta, algo que disfrutaba que saliera de los labios de Sarada "Novio"
Boruto aún se sonrojaba a pesar de que llevaba más de un año llamándolo así.
Es que fue algo que él nunca imaginó.
El querer a Sarada de esta forma, fue una de sus más grandes y bonitas sorpresas que le dio su corazón.
Pero... pero, no todo era de colores brillantes. Justo ahora, no podía dejar de preocuparse por ella.
El lugar vacío a su lado, lo desesperaba mientras más avanzaba el tren. Quería bajarse en la siguiente estación, pero había la posibilidad de que se haya adelantado y ella ya esté en el instituto.
Boruto miró su reloj ahora; estaba a tiempo. No sé había retrasado, tomó el mismo tren de siempre y que ella haya sido el retraso, le costaba creerlo.
«Quizá se quedó dormida» pensó convencido para derrotar su preocupación «Pero Sarada nunca se queda dormida, no los miércoles».
Boruto se bajó del tren cuando esté llegó a su destino y, mientras caminaba, miraba hacia los lados intentando encontrarla, pero no parecía estar ahí.
Tuvo esperanza en lo que caminaba por los pasillos, pero se cayó en pedazos al entrar al aula y no verla.
—Oye, ChouChou —dijo, acercándose a ella—. ¿Y Sarada?
