➳ONE-SHOTS BORUSARA

La marca de Boruto🔞

Riquísimo el nene 7v7

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Sarada estaba en ese comedor pequeño con media hamburguesa en sus manos. Nunca las detestó, pero sabía que no era sano caer en el hábito de Boruto y consumir tantas. Boruto en su lugar, hablaba con gestos graciosos y ademanes sobrantes, pero ella no le prestaba atención, su mente estaba en otro lugar—no tan puro—, imaginando cosas.

Boruto tenía su traje de Jounin, si, ese de manga larga que, aunque cubría todo, enseñaba mucho, incluso el chaleco parecía ser creado solo para él.

Continuó contándole algo que quizá hicieron sus amigos y para él fue gracioso, quería escucharlo, amaba escucharlo, pero... ¡No podía! Era imposible concentrarse o por lo menos hoy.

Boruto dio un gran mordisco a su hamburguesa, dejando la cantidad exacta para un último bocado, él tragó de prisa para que no se perdiera la emoción de su historia contada.

Sarada llevaba cerca de tres años viviendo la misma escena, se veían en la cena después de sus misiones y, en el caso de ella, también eran misiones, pero a veces le hacía de asistente del Hokage para involucrarse poco a poco en el ámbito político. A pesar de todo, No se aburría, no había forma de aburrirse de Boruto.

La idea seguía y seguía picando en su cabeza con desespero al punto que se volvía loca. Ya no podía más.

—Y entonces el muy pendejo...

—Boruto —le interrumpió, Sarada.

Él la miró expectante y se metió el último cacho de comida en la boca esperando que continuara.

—Activa el karma.

Boruto masticó lentamente y tomó su soda sin apartar su mirada de ella.

—¿Qué?

—Activa el karma —repitió.

Boruto la miró confuso y abrió la boca para hablar, pero nada se articulaba en sus labios. ¿Qué había dicho? ¿acaso escuchó mal? No tenía sentido.

—No entiendo...

—Solo hazlo.

—Pero... —dubitativo, dejó la soda a un lado— ¿por qué?

—Boruto... —lo que parecía una orden cambio instantáneamente a un ruego dejándolo más confundido.

Boruto lo pensó por unos segundos. No perdía nada, quizá era curiosidad. Se removió un poco incomodo en su asiento y el karma se divisó en el dorso de su mano hasta rodear su ojo. Se sentía extraño y confundido.

—Quítate la ropa.

—¿¡Qué!? —la miró boquiabierto.

—Solo... solo el chaleco y la camiseta.

—¿Por qué quieres qué...?

—Por favor...

Odiaba rogar, pero en verdad deseaba calmar su intriga. Se podría decir que, su relación con Boruto era muy formal, sólo hacía falta una ceremonia para hacerlo oficial como un matrimonio, pero estaban tan ocupados como para planear algo que no tenían problemas ni pensaban apresurar las cosas. Incluso sus padres ya veían como algo normal las visitas frecuentes del otro en distintos horarios.

Podía presumir que lo conocía a la perfección, desde su comida favorita hasta su ropa interior, podía ubicar cada cicatriz en su cuerpo de tantas veces que lo recorrió.