D O S

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Sus expresiones.
Sus momentos de ira.
Sus ratos tristes.
Sus palabras felices.
Sus gritos de sustos.

Quería estar allí para verlo todo, quería estar junto a él apoyándolo en lo que sea.

No importara qué, él quería estar con él.

Había estado mordiendo por tanto tiempo la tapa de su bolígrafo que ahora ya se encontraba rota y sin uso pues su aspecto era deplorable al igual que aquél chico que no dejaba de usar aquél gorrito azul con amarillo desde que eran unos niños.

Se sentía mal, desde hacía semanas que la relación con Tweek pasó a segundo plano en la vida del azabache luego del rompimiento, que ahora se sentía mal de haber sido un posible culpable de la relación ajena.

No debió beber de más durante la noche de la graduación.

Wendy estaba a su lado, ambos compartían la misma clase de historia en la facultad de ciencias políticas, pronto tendrían uno que otro examen y la chica le pidió estudiar en un lugar tranquilo, sin mucha gente. Pero ¿en serio? Jamás se hubiera imaginado que ese supuesto "lugar tranquilo" se tratara de la cafetería Tweak's Bros Coffe, el local de los padres de Tweek.

La joven de boina rosa leía atentamente aquel libro sobre Historia oriental, a diferencia suya que solo con leer los títulos ya se aburría, pues anoche no pudo pegar un ojo.

"No debí desvelarme viendo una estúpida lluvia de estrellas"

Soltó un bostezo, Wendy se lo quedó mirando feo pues su bostezo resonó por todo el sitio llamado la atención a más de un cliente. Avergonzado, pidió disculpas en un tono bajo y levantándose de la mesa, fue a buscar un café, quizás el sueño se le quitaría tan solo por unos minutos con la bebida, debía aprobar si o sí aquella materia o estaría jodido todo el bimestre.

Fue a la barra tomando su pedido, luego hizo sitio en una de las bancas altas y esperó a recibir su orden. Frotó su rostro al sentir venir otro bostezo sonoro, lo presentía y estaba cerca.

-. Aquí tiene -. Stan solo atinó a asentir tomando lentamente el café.

Cálido y dulce, tal y como le gustaba.

Sorbió un poco, estaba caliente pues al pegar la taza con sus labios la tuvo que alejar al sentir el tacto, soplo el humo del vapor que desprendía y volvió a tomar.

-. ¡Qué casualidad! -. Escuchó tras su persona, volteó extrañado, pero a la vez con emoción pues conocía a la perfección aquella voz grave, pero que a la vez sonaba suave.

Aún así, el saludo no fue para él si no para alguien más, alguien con quien cruzó miradas y que por la vergüenza volteó rápidamente, sentía sus mejillas arder y quizás lo estaría toda su cara.

Había chocado miradas con Craig ¿desde cuándo estaba allí? Se preguntaba nervioso, ansioso. No se habían hablado desde lo ocurrido con él y el chico amante del café, no tenía el valor de acercarse, ya que si lo hacía probablemente no aguantaría las enormes ganas de abrazarlo y decirle que todo estaría bien mañana, pero sabe bien de sobra que aquello no ocurriría, no con sus desbordantes emociones que lo llevaban a plantarle un puño en su cara por la impotencia y nerviosismo que lo vivían rodeando cada que estaba cerca de él.

El amor era complicado, más si se trataba de tu rival en la escuela, aquél que apenas verlo sabías que todo tu ser lo odiaba, pero que a la vez lo deseaba con todo y defectos, aquél que al verlo negabas tus sentimientos sabiendo que no serían correspondidos y solo actuabas sin pensar en las consecuencias.

Stan Marsh ya lo había aceptado, quizás haya tardado bastante en hacerlo, pero al menos ya no se sentía tan mierda. A sus amigos les resultó extraño que al comenzar  la universidad, no viva estando detrás del de cuyo azul para discutir o crear un pleito como en la escuela media y primaria. Al contrario, Marsh lo ignoraba cada que lo veía cerca y se iba disimuladamente para que este creyera que no lo había visto.

Pero Craig no era tonto, él lo veía, pero no se aceraba. En parte porque, en esos tiempos, su relación con Tweek pendía de un hilo, por el otro lado, sentía que si se acercaba a él, muy en el fondo sabía que ambos terminarían dañándose físicamente.

El amor te hace hacer cosas que en realidad no quieres hacer.

Lo vio desviar la mirada para luego voltearse, lo vio ponerse nervioso pues también llegó a ver el cómo aquel joven adulto del pompón rojo movía de forma nerviosa sus piernas.

Le dio gracia.

Le dio ternura.

Kenny se sentó a su lado a platicar, lo escuchaba y conversaba con él, a veces él mismo desviaba la mirada para verlo de manera disimulada, solo quería verlo si es que aún estaba allí.

Pero Stan se había ido de la barra.

-. Hey ¿estás bien? ¿Qué tanto miras allá? -. El rubio, claramente desconcertado, intentaba encontrar aquello que le llamaba tanto la atención al chico, pero este negó restándole importancia.

Aunque la verdad fuera otra.

-. No importa, así que cuéntame ¿qué haces ahora? Hacia tiempo que nadie te ve en el pueblo.

-. Oh, si, así es. Cartman, Butters y yo decidimos ir a estudiar a Denver, sabes que durante la secundaria me la pasé ahorrando.

-. Cierto, comenzaste a trabajar luego del ¿cumpleaños de Stan, cierto?

-. Si, creo que sí -. Ríe, algo nervioso quizás, rascándose la nuca -. No lo veo desde hace tiempo -. Suelta suave, quizás más como un suspiro, pero el pelinegro lo escuchó.

-. ¿No eran amigos?

-. No, bueno... es complicado, fue una de las razones por las cuales conseguí un trabajo de medio tiempo luego de su cumpleaños.

-. ¿Discutieron o algo así..?

-. Se podría decir que fue como una ¿discusión? No tengo idea, pero en serio me sentí dañado ese día.

-. Ya veo, te entiendo -. Kenneth lo mira levemente incrédulo.

-. ¿Tú? ¿Dañado? Uff, espero que en este momento me cuentes qué te ocurre, jamás te vi tan decaído -. Con una leve sonrisa, el rubio posó su cabeza sobre la palma de su mano.

-. Es algo vergonzoso... terminé con Tweek hace un par de semanas, nada tan grave.

-. Wow ¿en serio? Lo lamento, se que ambos se gustaban mucho -. Craig negaba levemente -. ¿pero qué haces aquí? Es la cafetería de sus padres...

-. Para mi sorpresa, no sentí nada cuando dijo que nos separemos y él también no sentía nada, dijo que podríamos seguir siendo amigos, de todas formas lo ayudo en el trabajo a veces.

-. Entonces ¿qué es lo deprimente?

"Lo deprimente es verlo a Stan evitándome desde la graduación"

"LA HISTORIA DE DOS TONTOS ENAMORADOS" [South Park] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora