E N A M O R A D O S

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Sus caricias.
Sus besos.
Sus regalos.
Sus bromas.
Sus citas.
Sus salidas.
Su romance.

Todo de él le encantaba.
Todo de él amaba.

-. Y así fue cómo comencé a salir con su estúpido tío -. Finalizó con una sonrisa boba en su rostro, cruzado de brazos y piernas sobre aquél pequeño sofá color amarillo pastel que se hallaba a mitad de la habitación.

-. ¿Osea que todo empezó por tu estúpida manía de golpear cosas al negar tus emociones? -. Stan asintió -. Que mierda.

-. ¡Oye! No esperen todo de color de rosas, no todos tienen un romance o enamoramiento como en las películas donde se confiesan y todo temina con un beso y hay mucho romance y bla, bla, bla.

-. Pero... ¿no se dieron un beso entonces? -. Habló esta vez la niña acostada en una de las camas en la habitación.

-. Bueno, eso fue algo que pasó luego.

-. ¿Qué tanto? -. Siguió el niño.

-. ¿Meses quizás? -. Respondió, dudoso.

-. ¡No puede ser, tío!

-. ¿Tanto así fue?

Stan sonrió dejando escapar una leve risita, le encantaban aquellos niños pesados.

-. Veo que les interesó más la historia de lo que creí ¿quieren oír cómo termina?

-. ¡Si! -. Dijeron ambos al unísono, Stan rió.

-. Bien, pero déjenme decirles que no soy tan bueno contando la historia como él ¿ok? Bien.

Sus caricias.
Sus besos.
Sus regalos.
Sus bromas.
Sus citas.
Sus salidas.
Su romance.

Todo de él le encantaba.
Todo de él amaba.

No fue sencillo aceptar el hecho de que le gustaba, o más bien de que lo traía loco. Aquella vez a los 12 años, al verlo a Stan en el pasillo, tomó la mano de Tweek sabiendo que al contrario lo hacía rabiar ya que él estaba solo. Lo moletaba, se lo merecía, el rubio le sonreía cada que hacía eso y él también lo hacía, su mano era cálida siempre. Sus manos nunca estaban frías.

Cuando ya estaban en secundaria, todo lo sentía extraño, al verlo por los pasillos a él, solo sentía que debía marcarle la cara y dejarle moretones por todos lados. Stan siempre se metía en la relación del cafeinomano y él solo para buscar pelea o discutir. Craig estaba cansado y frustrado de que siempre haga eso, quizás es por ello que ambos terminaban casi completamente lastimados luego de clases, él con una nariz rota y el contrario con moretones en los ojos.

Pero no todo el tiempo fue tan malo, a veces sentía la mirada de Stan sobre él y al voltear, este se giraba avergonzado ¿cómo no verlo? Hasta sus orejas adoptaban aquel color carmesí también. Por un corto tiempo creyó que aquel chico del pompón rojo solo estaba celoso de su relación, desde cuarto grado este no había salido con nadie y su relación con Tweek parecía ir bien.

"LA HISTORIA DE DOS TONTOS ENAMORADOS" [South Park] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora