TW: ansiedad, trastornos alimenticios, drogas, suicidio, abuso, violación.
La adolescencia es una etapa difícil, y más para Elizabeth; quien gracias a los problemas en casa, en la escuela, y a personas que se van, comienza a tener malos hábitos.
Ini...
-Your smile doesn't reach your eyes. What happened to your heart?
════ ∘◦❁◦∘ ════
—Hey ¿Podemos hablar?
Cerró la puerta de su casillero y se apoyó sobre este —¿Ahora si?
Tenía todo el derecho de estar molesto, había evitado hablar de mi pasado muchas veces, la gente lo dejaba pasar, pero el no.
—Por favor, Jug.
Pasó una mano por su cara frustrado pensándolo —Bien, habla.
Los pasillos estaban llenos por el cambio de hora, la mayoría cambiaba de salón, tomé su mano y lo llevé hacia el diario escolar donde estaba Toni mirándonos desconcertada.
—Yo- me iré.— se cortó a si misma y salió del lugar.
Esperé a que cierre la puerta —Siento lo del otro día, en verdad soy muy insegura y... no lo se, tenía miedo de que me vieras.
Su semblante serio me aterraba, no quería fallarle. Tomó mi muñeca suavemente y corrió el buzo dejando ver las cicatrices —No es solo eso, también tienes más marcas en los muslos de las que no quieres hablar.
—Es difícil, Jughead.
—No lo es.— dijo de manera fría.
—No sabes nada, no sabes si es algo fácil de expresar.— negué con tranquilidad.
Rió con ironía y desvió la mirada por unos —Tal vez es porque no quieres hablarme y prefieres evitarme.
Cerré los ojos, estaba perdiendo la calma —Estoy intentando disculparme contigo y lo único que haces es ponerme más nerviosa.— confesé.
Toni entró al diario e hizo una mueca —Lo siento, estaba escuchando detrás de la puerta.— Jughead rodó los ojos —Betty...— advirtió.
—¡No puedo!— negué exaltada.
—Solo dilo.— masculló el.
—No lo entiendes.
—¿Qué es lo que no entiendo? Porque desde que llegue lo único que has dicho es "No lo entiendes" o "Cambiaron las cosas".— dijo imitando mi voz —Dime de una vez que es lo que no entiendo.
—Hey, tranquilizate,— ordenó Toni —y tú, dile la verdad.— esta vez, se dirigió a mi.
Al ver que no quería decirlo, ella lo hizo —Betty pasó por malos momentos, lo que la llevo a meterse en las drogas.
Su semblante se había relajado por un segundo, pero se lo notaba preocupado —¿Y no me lo ibas a decir?
Mis ojos se cristalizaron al escucharlo molesto —No quería que estés pendiente de mi como lo hace todo el mundo.
—Tienes razón, era más fácil evitarme.— ironizó.
—¿Tú te enfadas?— pregunté incrédula.
—¡Me has evitado por querer ocultarme algo importante todo este tiempo!
Porque sabía como era Jughead no quería contarle. A veces el ocultar la verdad para que no duela servía, este claramente no era el caso.
Asentí para mi dándome a entender de que ya lo había arruinado, de que el ya no querría verme. Antes de irme lo escuché: —No tiene sentido que sigas huyendo.
...
Salí del baño con una toalla alrededor de mi cuerpo y me percaté de que ya estaba oscureciendo, me vestí antes de peinar mi cabello.
Durante la mañana decidí ya no hablar con Jughead, al menos no hasta que el quiera, ya no le quería insistir.
Busqué el libro que había leído recientemente para llevarlo conmigo a la cama. Me sumergí en la lectura olvidandome de todo lo ocurrido, pero era imposible, poemas y diálogos me lo recordaban constantemente. Marqué una última frase antes de cerrar el libro frustrada por los golpes en la ventana, me acerqué a comprobar que era una rama pero me llevé una sorpresa al ver a Jughead, abrí la ventana dejándolo pasar a mi habitación.
Ahí se encontraban... Dos personas heridas que se necesitaban para sanar, pero no lo sabían. Estaban tan cegados por el miedo que no notaban que la persona de en frente era su salvación.
—Sigo molesto contigo.— soltó como si nada.
—¿Entonces que haces aquí?— pregunté evitando su mirada.
—No quiero estarlo más, quiero que hablemos y seas sincera.
De reojo pude ver como se acomodaba en el borde de mi cama y tomaba mi libro para leer cada frase que minutos atrás había marcado, yo solo me quedé de pie apreciando su rostro. Me senté a su lado cuando vi que iba por el último señalador, le quité el libro y pronuncié:
—Si verdaderamente me conocieras, no me amarías.
El contexto de la historia no tenía nada que ver, pero en verdad pensaba eso. Nunca debí juzgarlo así, porque de esa manera no solo lo lastimaba a él, también me lastimaba a mí.
Levanté la mirada chocando la suya —¿Qué tan malvado me crees para pensar eso?
Le dediqué una sonrisa triste y acaricié su mejilla —Tú no, yo si. Cuando mis padres se separaron comencé a frecuentar fiestas, allí probé cosas que luego no dejé y que afectaron a mi ansiedad poco tiempo después. Una vez terminé en el hospital, en ese momento se dieron cuenta de que consumía droga.— tomé aire queriendo mantener las lágrimas en mis ojos —Y durante el verano fui a rehabilitación.
Depósito un beso en mi frente antes de mirarme con sus ojos cristalizados —Eres muy fuerte ¿Lo sabías?
Negué soltando las lágrimas que retenia hace rato —No lo soy, soy una cobarde que eligió el camino fácil.
—Si fueses cobarde no hubieses parado, intentas mejorar y eso es lo que vale.— aseguró secando mis lágrimas.
—No quiero esto Jug, estoy harta.
—Lo sé. Quiero estar contigo Betty, quiero ayudarte en todo lo que necesites y que me permitas entrar en tu vida.
—¿Por qué querrías a alguien como yo?
—Porqué...— el no lo diría, yo tampoco lo haría —¿Por qué siempre estás a la defensiva?— preguntó con algo de diversión.
Reí un poco mientras lo abrazaba —¿Puedes quedarte esta noche?— susurré.
Su dedos jugaban con mi cabello y uno de sus brazos me rodeaba —Esta y todas las que quieras.— respondió de igual manera.
Jughead me tomó de la barbilla para besarme de manera lenta y cuidadosa, como si yo fuera a romperme.
Esa noche pude dormir junto a el, sabiendo que sería la primera de muchas. Debí disfrutar de dormir en sus brazos... Era la sensación más linda que experimenté hasta el día de hoy, me sentía protegida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dije que iba a subir más seguido y actualizo nunca.
