TW: ansiedad, trastornos alimenticios, drogas, suicidio, abuso, violación.
La adolescencia es una etapa difícil, y más para Elizabeth; quien gracias a los problemas en casa, en la escuela, y a personas que se van, comienza a tener malos hábitos.
Ini...
-Your smile doesn't reach your eyes. What happened to your heart?
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Jughead cerró la puerta y caminó hacia mi. Ya era tarde para regresar a casa, no tenía mis llaves y no quería despertar a mis padres, así que les dejé un mensaje avisando en donde estaría.
La relación con ellos había mejorado estas últimas semanas; me daban más libertad siempre y cuando vaya con alguno de mis amigos. Me dejaban dormir en casa de Jughead muy seguido, solo que él tenía que lidiar con la mala cara de mi padre cada vez que iba a mi casa.
—Por lo del bar...— lo interrumpí antes de que pueda decir algo más: —No hace falta que expliques nada.
—Pero yo quiero explicartelo, en verdad en lo más serio que he estado es esto que tenemos. No te mentí, pero lo que dije se podía malinterpretar y tu mirada me puso nervioso.
Asentí —Está bien, no tienes que dar explicaciones sobre tu vida.
Una sonrisa se asomó en su rostro, enarcó una ceja y se acercó lentamente a mi —Reconoce que estabas celosa.— negué con diversión ante su arrogancia.
—Bueno, un poquito.— admití segundos después.
Él rió —¿Un poquito?— se burló —Suenas como una niña.
Levanté una ceja —Tú eres el viejo gruñón.
Jughead abrió su boca indignado —¿Perdón? ¿Yo gruñón?
—Si, tú.
Me alejé de él para caminar a su habitación, allí bajé el cierre de mi vestido y lo dejé caer, en cuanto abrí las puertas del armario, Jughead apareció bajo el marco de la puerta.
Recogió mi vestido del suelo y lo arrojó a la cama —No dejes las cosas tiradas.
Lo miré sobre mi hombro con una sonrisa tomando una de sus camisetas —Eres la persona menos indicada para decir eso.
—Pero es mi casa, son mis reglas, yo sólo las puedo romper.— aclaró quitándose su campera.
—Me veré obligada a no venir más.
Con su brazo rodeó mi cintura y me dejó en la cama antes de buscar ropa para dormir —Yo te obligaré.
—Oh claro.
Me recosté con la intención de dormir pero recordé que Jughead aún no había visto su regalo, el cual estaba envuelto de manera linda gracias a mi, no dejaría que eso pasara por desapercibido, así que me reincorporé para poder verlo.
—Jug.
—¿Mhm?— preguntó quitándose su camiseta.
—No has abierto mi regalo.
Él giró extrañado —¿No fue el desayuno?
Lo miré de mala manera —¿Acaso no me viste entrar con una caja?
Jughead lo pensó durante unos segundos y negó —No, no realmente.
Rodé los ojos mientras me ponía de pie. Me dirigí hacia el sofá donde puede reconocer el envoltorio llamativo, lo tomé y volví a la habitación. Jughead esperaba confundido sentado en el extremo de la cama.
—Toma.— le tendí su obsequio.
Quitó el moño antes de dejar la tapa a un lado, abrió los ojos de manera exagerada en cuanto notó que había dentro. Algo en mi interior se movió al verlo tan feliz, era tan extraño y nuevo lo que él me causaba. Tiró la caja a un lado para solo sostener su regalo. Parecía un niño con nuevo juguete.
—¿Una máquina de escribir?— preguntó entusiasmado.
Me encogí de hombros restandole importancia, aunque estaba orgullosa de mi misma por escogerlo —Creí que te gustaría, ya sabes, eres un gran escritor y tienes alma de viejo.— reí cuando él me miró —La verdad es que me pareció linda.— admití.
Dejó la maquina de escribir sobre la cama para tomar mi rostro y besarme efusivamente —Gracias, me encanta.
—Espero que en tu primer libro haya una dedicatoria.— bromee sin saber lo que me esperaba, pero eso no importaba. No ahora.
—Dalo por hecho.
Apoyé mi cabeza en su hombro con los ojos cerrados, aspirando el olor a tabaco y alcohol mezclados con su perfume. Él me rodeó con sus brazos para acomodar mi cuerpo sobre el suyo antes de caer en la cama.
—Buenas noches.— susurró.
Dejé un beso en sus labios y volví a posicionarme sobre su pecho, Jughead alejo uno de sus brazos de mi para cubrirnos con unas mantas, pero luego me pegó a él otra vez.
—Buenas noches.
...
El ruido de la puerta hizo que me despertara, al abrir los ojos noté que Jughead no estaba a mi lado, por lo que me asusté aún más. Bueno, el lado Sur no era el mejor lugar para vivir, pero todos conocían a Jughead y a su familia, nadie le haría nada a él. Entré en pánico sin siquiera dejar que mi cerebro reaccione del todo, ¿No podían robar más tarde? ¡Eran las 9am!
Busqué mi celular debajo de las almohadas y pasó por mi cabeza el llamar a la policía, pero recordé que Jughead vivía sin sus padres y aunque ya era mayor de edad, le faltaban algunos papeles del tráiler. Papeles que lo hacían "más legal" pero no lo era, la gente que vivía en ellos cada tanto tenían problemas.
Suspiré mientras marcaba a Jughead, con mi hombro mantuve el celular contra mi oreja para poder cambiarme. Luego me di cuenta de que solo tenía un vestido, y no saldría con eso a enfrentar a un ladrón, así que tomé un pantalón corto que encontré en el closet.
Jughead no contestaba mis llamadas por lo que supuse que estaría conduciendo. Llené mis pulmones de aire y abrí de manera lenta la puerta de la habitación. No se de donde saqué el valor para hacer esto. En ese momento maldije tanto a Jughead y el haber aceptado quedarme esa noche ahí.
Caminé con cuidado para no hacer ningún ruido y tomarlo de sorpresa, a quién sea, pero la sorpresa me la llevé yo al ver de quien se trataba.
—¿Betty?
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