I got issues - Bughead

Capítulo 34 [FINAL]

-Your smile doesn't reach your eyes. What happened to your heart?

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La sensación de que me faltaba algo estaba presente en todo momento, y tuve que aceptar que eso me acompañaría siempre. Era mi mejor amiga y la vida fue tan hija de puta al quitármela. ¿Por qué ella y no yo? La necesitaba junto a mi, necesitaba su risa, su mal carácter, sus ganas de bailar, sus abrazos. sus chistes malos, sus comentarios desubicados. Todo. Necesitaba a Veronica.

Pero no había manera de volver al pasado, por eso estaba frente al espejo junto a Cheryl asimilando que dentro de unos minutos enterraríamos a nuestra amiga. Quien estaba a mi lado tenía los ojos aún más hinchados y rojos que los míos; con la desaparición de Veronica, nos mantuvimos unidas pero jamás nos permitimos llorar frente a la otra, pero era obvio que ninguna estaba tan bien como solíamos decir.

Alguien golpeó la puerta, la cual estaba abierta, llamando nuestra atención —Es hora de irnos.— anunció.

Toni se puso de pie, secó sus lágrimas y salió junto a Cheryl, quien la abrazó mientras caminaban por el pasillo. Antes de que pueda salir, Jughead me detuvo —¿Estás lista?

—Nunca estás lista para enterrar a tu mejor amiga.— dije con la voz entrecortada.

Él asintió comprendiendo mi dolor, besó mi coronilla y me permitió esconderme entre sus brazos —Lo sé, y eres demasiado fuerte al ir.

—No lo soy, hice cosas muy estúpidas.

—Si fueses así de estúpida como dices ser, no habrías cambiado nada de todas esas cosas, pero lo hiciste. Ahora debemos irnos si queremos llegar a la ceremonia.

Tomé aire al sentir como se alejaba de mi para entrelazar nuestros dedos y así salir de mi habitación. Cheryl y Toni esperaban en el auto, viajamos hasta el cementerio en completo silencio. Al llegar tomamos asiento en la segunda fila y escuchamos a un cura hablar y hablar, pero mi vista estaba sobre el cajón, el cual no estaba abierto. No les bastó con violarla y matarla, también destrozaron su cuerpo, ese cuerpo delicado del que ella tanto cuidaba.

Vi a su madre romperse en medio de su despedida, tal y como lo había hecho ese día en el que llamó para darme las noticias.

Mi cerebro no reaccionó hasta que vi bajar ese maldito cajón, caí de rodillas al suelo ahogando un gritó, intentando librarme del dolor que sentía . Jughead estuvo ahí para sostenerme, estuvo ahí en todo momento. Dejó que me aferre a su cuerpo cuando ya ni siquiera podía estar de pie, venía a verme cada día cuando no quería salir de la cama, insistía en que salgamos a caminar aunque sea una vuelta a la manzana con tal de que respire aire fresco, fue tan paciente conmigo mientras que para mi, el tiempo se había congelado aunque el dolor era cada día más fuerte al saber que ella nunca más volvería.

Toni se tapó la boca y salió del lugar, nadie la culpaba, si tuviera la fuerza hubiese hecho lo mismo. Cheryl me acompañó en el llanto, ambas de rodillas, abrazadas y escuchando al resto llorar. Cuando pude calmarme y ponerme de pie, vi a Archie, estaba destrozado. Él no dijo nada, sólo me abrazó con fuerza haciendo que rompa en llanto nuevamente.

Archie pasó días sin dormir, pegando carteles, insistiendole a la policía. Se culpó durante mucho tiempo por todo lo sucedido, pero todos sabíamos que él sólo hizo feliz a Veronica, no era culpable de nada.

—Lo siento tanto, Arch.— murmuré sin alejarme.

—Ella era el amor de mi vida.— susurró.

...

Habían pasado cuatro meses desde la última vez que había visto a Jughead, nos tomamos un tiempo mientras que yo no estaba. Veía a mis padres, Cheryl y Toni algunos fines de semanas, pero nunca a él, fue un acuerdo que hicimos antes de irme, pero hoy lo vería, ya estaba de vuelta en Riverdale.

Me sentía mejor; el lugar en el que había estado esos últimos meses era bonito, es decir no quería vivir ahí toda mi vida, pero me ayudó bastante. Compartía habitación con una mujer de veinticuatro años, era dulce e hizo que los días pasen más rápido. La muerte de Veronica aún me dolía, siempre lo haría, pero pude volver a dejar las drogas y eso era genial, porque me costó mucho hacerlo.

Jughead no sabía que había vuelto, él creía que volvería dentro de una semana, así que primero pasaría por mi casa a tomar una ducha y acomodar mis cosas. Mi madre se encargó de deshacer mi maleta mientras que mi padre preparaba el almuerzo.

Después de almorzar con mis padres, pedí prestado el auto para ir hacia el sur. Cuando estuve frente a su tráiler tuve miedo de bajar, es decir, no nos veíamos hace tiempo. Tomé aire al bajar del auto, con las manos temblorosas llamé a su puerta, él salió adormilado.

—¿Durmiendo a esta hora?— pregunté con diversión.

Su cara demostraba asombro, adémas de que recién despertaba, estaba despeinado y sin camiseta —¿Qué haces aquí? Quería ir a buscarte cuando te den el alta.

Me encogí de hombros mostrándole una sonrisa —Y yo quería sorprenderte.

Dejó de sonreír por un momento, se hizo a un lado para dejarme pasar, allí nos sentamos en el comedor y yo seguía esperando a que él hable —¿Y...?

—Yo, yo estuve con alguien más.— dijo nervioso.

No voy a mentir, sentí como mi estómago se encogió —¿Es importante? Es decir, ¿La quieres o sientes algo?

Él negó —No, para nada, no sé ni quien es. Salí con los chicos, nos emborrachamos y pasó.— explicó apenado.

—Jughead, me fui durante cuatro meses y nos tomamos un tiempo, estabas en todo tu derecho. Quedamos en hablar cuando yo regrese, y aquí estoy.

—Lo sé, pero tal vez estás molesta y quieres nivelar la cancha o no quieres hablarme.

—Bueno, si me molesta pero actualmente quiero besarte y luego enojarme.— confesé.

Una sonrisa de alivio se asomó en su rostro —¿Entonces está todo bien?

—Si te acercas y me recibes como se debe, estará todo más que bien.— le aseguré.

En un rato subo el epílogo, aunque no estoy lista, no quiero dejar esta historia.

Escrito: 24/06/2021
Publicado: 25/06/2021