Capitulo VIII

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Un día llegó a manos del ángel una nota en una paloma blanca, provenía del paraíso. Al leerla quedó impactado, no podía disimular su conmoción

-¿Qué ocurre Lou?, ¿Qué dice?- preguntó Harry que estaba a su lado.

-Dice que los superiores han decidido perdonarme si regreso ahora, pero de no hacerlo mi familia será exiliada ya que la unión de un ángel y un demonio es un pecado y deshonor familiar...- respondió afectado

-No lo entiendo, ¿Por qué tanto interés en ti?, ¿Por qué no simplemente te dejan ir?

-Es por que soy candidato a suceder a un arcángel... no es algo que dictamine nuestra sangre si no el azar. Hace un tiempo fui llevado a un palacio en mi mundo donde se me prepararía para mi futuro. Algunos estaban al tanto de que venía aquí porque me gustaba ver las cosas humanas y me lo permitían. Pero seguramente jamás creyeron que podría encontrar el amor en esta tierra y mucho menos que sería un Diablo- explicó ella

- Angelito...-

- Debo admitir que era feliz con mi vida anterior, pero ahora que sé que existe no concibo otra forma de felicidad que no sea estar a tu lado Harry...- confesó mientras acariciaba el rostro de él

- Yo me siento igual...-

- No me importaría que me exiliaran, o que arrancasen una por una las plumas de mis alas hasta quitármelas... Pero no puedo permitir que un inocente sufra por mi culpa, y mucho menos si son mis padres. Estoy seguro de que no saben nada de todo esto...

- ¿Cómo lo sabes?

-Por que si están tratando de convencerme de regresar es por que quieren solucionarlo entre nosotros sin que nadie se entere, sería un escándalo

-Creo que puedo ver cuál será tu respuesta...

Louis entristeció su mirada -Perdóname Harry... Pero este es mi límite...-

El Diablo lo rodeó con sus brazos, presionándolo contra su pecho -No tienes que pedirme perdón, lo único que puede hacerme daño es verte triste... sólo quiero que sepas que lo que siento por ti es para siempre.

- Igual yo... Sí tan sólo fuésemos de la misma raza las cosas no serían tan difíciles...- Suspiró

- Tal vez... Pero tampoco nos hubiésemos amado así, nos queremos porque somos diferentes, porque encontramos en el otro cosas que no conocíamos en nuestros mundos...- terminó él.

Louis decidió responder aquel mensaje diciendo que regresaría esa misma noche.

Eligieron pasar sus últimas horas juntos en la intimidad de ese cuarto, amándose en esa pequeña libertad. Antes de irse, Harry le pidió bailar una última vez, pero siendo ellos mismos, sin disfraces, mirándose tal cual eran, solos entre esas cuatro paredes.

Finalmente el tan temido momento llegó, era la hora de despedirse. Fueron hasta el bosque en medio de la noche como él prometió, se entregaría por voluntad propia.

Allí la estaba esperando un ángel, un poderoso guardián, para llevarlo de regreso. Iban tomados de la mano, aquella imagen impactó al guardián, comprobó que lo que le habían dicho era verdad, un ángel y un Diablo juntos entre humanos.

Una inmensa tristeza invadió el pecho de Louis, no quería soltar la mano de su amado, él también se resistía a la idea de que se fuese. Resignado, se colocó frente a él, aunque casi no podía ni mirarlo, y con un tímido beso le dijo adiós.

Comenzó a caminar en dirección a aquel guardián, pero a mitad de camino se detuvo, volvió corriendo sobre sus pasos y abrazó con todas sus fuerzas a Harry.

- No puedo hacerlo... No quiero dejarte...- decía él entre sollozos

- Por favor no llores Lou... sabes qué es lo único que puede herirme...

- Pero... de sólo pensar que no volveré a verte siento mucho dolor...

El ángel lloraba sin consuelo, el Diablo se sentía culpable por aquella situación, pensaba que si no lo hubiera cortejado, si no lo hubiese ilusionado desde un primer momento, Louis no tendría que pasar por todo eso. Fue entonces cuando decidió tomar una drástica decisión, había una sola cosa que podía hacer para ayudarlo -Mírame Angelito...- le dijo con una voz serena y lo besó apasionadamente -Si algún día mi recuerdo regresa a tu corazón estaré aquí... esperándote - sonrió él

- A que te refiere- - intentó preguntar él y de repente Harry besó su frente, haciendo que cayera inconsciente en sus brazos.

El guardián quedó atónito ante esa acción -¡¿Pero que les has hecho?! - preguntó indignado a aquel Diablo que lentamente se acercaba a él cargando a Louis para luego entregárselo -Él está bien, sólo borré de su mente todos los recuerdos que tenía conmigo...- explicó

- Quieres decir que ella no recordará ni siquiera haberte conocido...?

- Exactamente - respondió él y comenzó a alejarse.

- Te conozco, tú eres Harry, tercer príncipe del infierno

- Así es

- ¿Cómo pudiste posar tus ojos en un ángel?... Acaso te divertiste robando el corazón de un ser tan puro?...

- ¿Dices que yo lo robé?- sonrió él -Esa criatura que cargas ahí es quien se lleva en sus manos para siempre mi corazón- dijo señalándolo.

El ángel quedó en silencio por un momento -Me resulta difícil de creer tu benevolencia - dijo

- Estás en lo cierto, si por mi fuese hubiese arrasado con la mitad de ustedes sólo para que nos dejasen en paz. Pero sé que él no quería que nadie saliera herido por nuestra causa

- Eres muy arrogante al afirmar algo así

- Claro que lo soy, soy un Diablo

- ¿Por qué haces esto?

- ...Porque lo amo. Algún día cambiaré las reglas del juego y será mío para siempre, pero hasta ese entonces esto es lo mejor para él. Todo es por su bien- dijo por último Harry y desapareció en la oscuridad.

El ángel miró a Louis que aún permanecía inconsciente y murmuró para sí mismo -Quién diría que un ángel tan joven sería capaz de domar a una de las peores bestias del infierno...- y regresó al paraíso.

EN BUSCA DE LA MUNDANIDAD-Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora