Capítulo I: "El cara-bobo".

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"El cara-bobo"

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"El cara-bobo".

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Sarah y Macarena iban tomada de los brazos caminando por el límite del bosque y la carretera, en busca del Chihuahua de la segunda.

—¿Estará bien?.—Pregunto Macarena, con preocupación notable en su voz.

—No lo sé, M. Lo encontraremos.—Aseguró Sarah.—Así que...—Llamó la atención de la castaña que iba mirando por los lados del bosque.—¿Te gusta Byron?—Preguntó con una sonrisa burlona, y subiendo las cejas.

—¡No hables tan fuerte, estúpida!.—Chillo Macarena.—Su abuela vive cerca, y su primo Brandy tiene un oído supersónico. ¿Has escuchado que dicen que oyó la conversación de susurros de Milton y Theo?.

—¿Si lo he escuchado?. Obviamente que sí, parece que los chicos con los que se junta Jared tiene un oído supersónico, además de ser raros.—Contestó.—¿No viste como me quedo mirando ese rarito con cara de Bobo?.

—Tú porque no viste la cara de tu primo.—Rió.—Lo quería asesinar. Si las miradas matarán, estoy segura de que ya estaría muerto.

Ambas rieron a carcajadas, mientras caminaban hacia la casa de la pelirroja. Las dos niñas, preadolescentes, eran amigas desde que tenían memoria. Pues, fueron al jardín de niños y al mismo instituto juntas, desde entonces fueron unidas. Además, sus personalidades que eran muy contrarias, se lograban complementar a la perfección. Muchos decían que eran hermanas, con la diferencia del color de pelo y tonos de piel.

Macarena era de un tono de piel más oscuro y rojizo, a comparación de Sarah, sus ojos eran de un café claro, cabello corto de un castaño claro, y era de contextura mediana, incluso era más alta que su amiga. De ambas, ella era la voz de la razón y responsabilidad. Era ella quien siempre paraba a su amiga antes de que se pase con sus palabras. Era la de notas altas, pero con notas a su casa por su mal comportamiento, ser sincera en aquella escuela era una falta de respeto.

Sarah, era pálida como un frío con algunas pecas en su rostro, ojos celestes, cabello rojo (aunque con la poca luz de Forks, se veía de un tono naranja), era de contextura pequeña y de altura baja. Ella era la primera en buscar aventuras, así como también buscar un castigo para ambas. Sarah era una persona con carácter, y para su corta edad, había tenido tantos castigos y regaños por eso que podrían hacer una cadena y rodear a todo el planeta. Ella era una persona con pocos sentimientos con los desconocidos, solo mostraba interés, y en el caso de haber dañado, arrepentimiento con los que ella sentía cariño y confianza. En pocas palabras, ella era una persona selectiva con las demás personas.

—¡Sarah, ven aquí!.—Vocifero Karen, la madre del Cameron y tía de la pelirroja.

La aludida miró a su amiga con el rostro contraído, pues esa mujer cuando estaba enfadada o la iba a regañar, era peor que el mismísimo Satanás.

Pequeña, Sarah. || Quil Ateara 🌖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora