Me quedé contemplando la entrada de la cueva, cubierta de nieve y de picos de hielo afilado parecía no estar habitada. Pero eso no evitó que soltara una pequeña sonrisa de lado al pensar lo cerca que estaba de cumplir mi objetivo al obtener aquellas rocas.
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Entre con paso firme, me sorprendí al ver el interior de la cueva, era enorme, estaba cubierta de nieve y rocas, se podían contemplar diferentes caminos y tuneles que harían difícil la búsqueda.(si fuese una persona normal) decidí usar mi magia para poder encontrar la localización de las rocas entre tantos caminos. Mi magia me dirigió a un camino oscuro y angosto, al final de este se encontraba un enorme agujero, me detuve en la orilla observando aquella larga caída, hasta que sin pensar, estaba cayendo con brusquedad; podía sentir el frío que pasaba por mis costados por causa de la gravedad, la caída era larga y a medida que descendía con rápidez pude notar que la nieve fue desapareciendo y que las paredes rocosas de aquel lugar se veían carbonizadas, antes de tocar el suelo use mis poderes para levitar, haciendo el aterrizaje más suave. Al tocar tierra pude ver una fuerte luz que iluminaba la cueva dejando ver un camino con escaleras.
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Me sorprendió ver aquel cambio tan repentino de ambiente de hielo a paredes de piedra carbonizadas igual que en el agujero por dónde descendí y ver aquellas escaleras por el camino. Dejando mis pensamientos de lado subí por los escalones, se notaban viejos y desgastados. El eco de mis pasos rebotaba entre las paredes, el lugar se veía vacío no se mostraba ninguna señal de vida. Comencé a subir las escaleras. En un segundo escuché un ruido extraño y no era de mis pasos, me detuve en seco y concentré mi mente para poder saber a que me estaba enfrentando y de donde provenían aquellos ruidos, cerré mis ojos y mi mente viajó por los túneles de la cueva mostrándome todo lo que había en ella, me concentré y está me mostró a un grupo de hombres que traían una vestimenta extraña no se parecía en nada a las vestimentas que se usan en el bosque encantado o a las de el mundo sin magia, por la distancia en la que nos encontramos no pude leer sus mentes, pero sabía que estaban buscando algo (igual que yo).
Seguí caminando pero por prestarles atención aquellos hombres no pude ver por dónde caminaba solo me pare en seco al sentir que había chocado con algo a mis espaldas. Con sutileza me gire sobre mis talones quedando cara a cara con el esqueleto de una enorme criatura.
