Vuelve a mis brazos [Rubegetta]

Cap 8 | Epílogo

Narra Rubius

Descansaba en el pecho de Vegetta mientras ambos compartíamos un cigarrillo. Ambos aún permaneciendo uno al lado del otro. Aún siendo cubiertos únicamente por las sábanas.

—Hmm, no sabía que fumabas —dije de la nada, únicamente con el propósito de molestarlo.

—Solo lo hago por el estrés que ustedes me causan, tontito —dijo con el mismo tono burlesco.

Y a los minutos ambos comenzamos a reír ante aquello. Alcé la mirada solo para conectarla con la suya, y le sonreí coqueto al ser consistente de otro suceso.

—Y tampoco sabía que decías tantas malas palabras durante el sexo —hablé acariciando su pecho con mi dedo.

—Y yo no sabía que te iba eso de ser el pasivo, pero mira que sorpresa chiqui —dijo a la defensiva, pero sin perder su sonrisa.

Idiota.

~ Nuestro idiota ~

Si, nuestro, no de Alexby.

Sonreí más que antes, ante mi pensamiento.

—¿Así que... lo hago mejor que Alexby? —dije con despreocupación fingida, pues enserio necesitaba una respuesta positiva.

—¿Alexby? —preguntó confundido— ¿A qué te refieres?

~ Contesta, aquí nosotros hacemos las preguntas ~

—Ya sabes, ustedes estaban muy juntitos, así que... supongo ya habrán tenido sus cosas ¿No? —dije tratando de que no se notara mi cambio de voz. Y claro, que no se notarán mis ganas homicidas.

~ Pues lo haces muy mal, pareces una perra celosa ~

—Un momento ¿A eso te referías hace rato? —preguntó ahora con una sonrisa— Eso de ser otra vez tuyo, ¿Era por Alex?

Yo me quedé callado, sin saber muy bien que responder, y él rápidamente estalló en carcajadas. Haciendo que mi vergüenza y enojo aumentaran.

—¡No te burles! ¡Claro que fue por él! Si los vi riendo muy juntos cuando regresé de mi viaje, y luego él coqueteándote descaradamente en el bosque —grité indignado.

—Vamos a ver tontito —contesto riendo aún más que antes, a lo que yo lo vi mal e incluso golpeé su pecho, mientras hacía un puchero— ya, no te enojes. Mira, esa vez que tú recuerdas como una especie de infidelidad, era solo una platica de amigos. —dijo, pero al verme aún molesto, solo soltó más risas que antes y siguió explicando— Esa vez, estábamos hablando de cómo Fargan, le pidió a Alex matrimonio, mientras lo hacían en comisaría. Y como perdieron el anillo al escuchar a alguien entrar —dijo con obviedad y como si fuera la cosa más normal.

Y no le habría creído, sino fue por un recuerdo que invadió mi mente. Y es que casi sentí mi alma abandonar mi cuerpo, al recordar que Fargan me había pedido ayuda para escoger el anillo, y yo hasta le había dado esa idea para la propuesta. 

~ ¡Ostia! Es cierto, ¿Cómo olvidamos ese detalle? Es más ¿Cómo olvidamos que Alex ya estaba en una relación con Fargan? ~

Y yo iba a contestar, pero habían dos cosas que me lo impedían, y era; la primera, que estaba muy avergonzado. Y la segunda, que Vegetta parecía querer seguir hablando.

—Luego en la mañana, como tú siempre llegas tarde. —hizo una pausa solo para darme un pequeño golpecito en la cabeza— Nos tocó esperarte y ahí, Alex me dijo que tú estabas celoso. Yo claramente al principio no le creí, entonces dijo que él me lo demostraría, actuando muy cariñoso. Aunque no creía que fuera a funcionar tan bien —dijo lo último aún más divertido.

¡¿Cómo?!

~ ¡¿Cómo?! ~

Y de un salto me senté en la cama, pero me arrepentí tan pronto sentí mis caderas arder.

—Mierda —chille y luego lo miré serio— ¿Quieres decir que di mi culo en vano?

Su risa volvió a llenar la habitación, y de un rápido movimiento yo ya me encontraba abajo de él.

—¿Dices en vano, luego de gritar toda la noche de lo mucho que te gustaba? —preguntó travieso.

Yo solo miré a otro lado, aún más avergonzado que antes, y claro, fingiendo molestia.

—Te vez muy tierno haciendo eso —dijo y mi corazón comenzó a latir con fuerza— además, no debes volver a preocuparte, porqué no hay brazos, que adore más que los tuyos.

¿Es normal que mi corazón esté latiendo tan rápido?

Y esta vez, sintiendo mi corazón apunto de salirse de mi pecho. Lo miré y pasé mis brazos por su cuello. Solo para tenerlo aún más cerca y con una sonrisa contestarle.

—Te amo Vegetta.

—Yo más Rubius.