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Mi despertador sonó como un día cualquiera. Después de dar más de 6 veces en el lugar equivocado para apagarlo decidí cogerlo y tirarlo al suelo, el sonido que este reproducía estaba dañando ya mis oídos. Me senté en la cama y miré a mi alrededor. Tenía un serio problema con el desorden. Mi habitación era espaciosa, en la pared derecha había un largo armario de 5 puertas y 2 tenían espejos. En frente de mi cama, la cual era de dos plazas, había un enorme balcón que daba a la calle. Justamente a su izquierda, se encontraba mi escritorio, lleno de papeles, cuadernos, dibujos, y más papeles, entre toda esa mierda, se encontraba mi iMac. A la izquierda de mi cama había una comóda y arriba de esta una televisión. Si miras un poco más a tu derecha te encontrarás mi santuario. 

Una estantería llena de libros y discos de música. 

Por las paredes hay cuadros con fotos de cuando yo era pequeña, o simplemente con Hel y Laux. Me levanté de mi cama y abrí las puertas del balcón. Recogí toda la ropa que había por el suelo y la eche al cubo de la ropa sucia. Abrí la puerta y me dirigí hacia abajo. 

- Buenos días. - dije sentándome en la isla de la cocina. 

- ¿Cómo has dormido? - preguntó mi padre dándome un beso en la cabeza. 

- Bien, bien - reí - ¿y Mike? 

- En su cuarto aún - respondió mi madre. 

Mike era mi hermano, cosa que a la mayoría de las personas no les resultaba creíble. Si nos pones uno al lado del otro, te darás cuenta de que existe una gran diferencia, somos polos opuestos. Mike siempre viste con colores oscuros, y de vez en cuando algún color claro, pero pocas veces. Cada semana lleva el pelo de un color distinto y está lleno de piercings y tatuajes. Al contrario que yo, la mayoría de las veces no uso el negro, me gusta usar colores alegres. Mi pelo es pelirrojo tirando para castaño. Y todavía no he perforado alguna parte de mi cara. 

Todavía.

Pronto lo haré.

Bajó por las escaleras revolviéndose su pelo, el cual ahora era rojo. 

- Buenos días .

- ¿Bacon? - le preguntó mi madre.

Él solo le acercó su plato, al igual que hice yo. 

- ¿Ya tienes actuación para el concurso? - me preguntó él.

- ¿Actuación? Yo no me he apuntado. - dije metiéndome un trozo de bacon en mi boca.

Él sacó su móvil y después de teclear un par de cosas, me lo entregó. Se podía ver como en la hoja de papel estaba escrito mi nombre y mis apellidos, esto tenía que ser un error.

- Pero, si yo no me he apuntado - dije devolviéndole su teléfono.

 - Pues aquí se ve que si, hermanita. 

Dejó el tenedor en el plato y cogió su mochila. 

- Nos vemos en el instituto. - y se fue. 

Subí las escaleras con pereza, hoy me esperaría un largo día y eso que era viernes. Entré en mi habitación y cerré la puerta tras mi. Cogí el pomo del armario y tiré de él. El mismo problema de todos los días, no sabía que ponerme. Rebusqué entre toda la montonera de ropa y encontré una camiseta la cual no había visto en mi vida, pero allí estaba. Era de color negra, tirantas. En letras blancas ponía "Green Day". ¿Dónde estuvo esta camiseta toda mi vida? Me encanta Green Day. Saqué unos jeans de tiro alto y mis Nikes negras. Después de ponerme la ropa, pasé al cuarto de baño y me alisé el pelo, me eché rímel y polvos, colonía, y salí. Cogí mi mochila DC roja y negra y me la coloqué en mi espalda.

You confused me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora