Epilogo 1:

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Narrador:

La Familia Potter-Weasley corría por toda la estación de King's Cross para llegar hasta el muro de que dividía las estaciones 9 y 10.

Harry y Ginny, cumplieron su promesa y seguían juntos hasta el final y ahora es que les faltaba mucha vida, ellos tuvieron tres hijos, el mayor, James Sirius Potter, nombrado así por el papa de Harry y su padrino, dos de los mayores bromistas de colegio, lo cual enorgullecía mucho al mayor de los hijos, ya con 17 años había hecho historia en Hogwarts, formando un nuevo grupo llamado los merodeadores 2.0 junto con sus otros primos y mejores amigos, manteniendo vivo así el legado bromista en la familia Potter, claro, con un ligero toque Weasley también.

Su segundo hijo, Albus Severus Potter, había sido toda una conmoción a pesar de tener 15 años apenas, es un Slytherin, junto con su prima Rose hija de Hermione y Ron Weasley y Scorpius el hijo de Draco Malfoy con Astoria Greengrass forman el trio de Oro 2.0, ya saben quiénes son los primeros, el chico es muy estudioso y aplicado, le gustan las bromas y divertirse de vez en cuando pero esa es solo una faceta que no muchos llegan a ver, sus dos nombres los llevaba por los dos grandes directores que tuvo el colegio Hogwarts y existen algunos que todavia no creen en la inocencia de Snape pero aun así, al pequeño Al ya no le interesa, llevaba con orgullo esos nombres

Y por último pero no menos importante esta Lily Luna Potter, con 13 años ya demostraba ser muy juguetona y bromista, sus tíos decían mucho que se parecía a su madre, y ella se sentía orgullosa de eso, sabia de sobra todas las aventuras que ella vivió en conjunto con su padre y tíos, y aunque le parecieron muy arriesgadas le encantaba siempre escucharlo. La pelirroja era la princesa de papa y por ser la menor era muy celada pero eso no le impedía tener un pequeño noviazgo con Lorcan Scamander, mejor amigo de su hermano, aunque esto seguía siendo un secreto para muchos, en especial de su hermano, como ya debieron adivinar sus nombre son por la mama de Harry y Luna Lovegood, que también es su madrina y tía favorita, estos dos nombre también los llevaba con orgullo aunque también hubiera querido llamarse como su mama, (Lo que no le gustó mucho a la mayor pelirroja pues su nombre le desagrada un poco).

Los cinco miembros de la familia pasaron la barrera justo a tiempo, Harry suspiro aliviado al saber que otro año más había pasado y no habian perdido el tren, no quería que sus hijos vivieran lo mismo que el en su segundo año. El silbato del tren lo saco de su ensimismamiento y se volvio hacia sus hijos con una sonrisa nostálgica, otra despedida, sentía que los tres estaban creciendo demasiado rápido para su gusto.

--Bueno chicos ya saben... manden cartas todas las semanas contándonos a mama y a mi sobre sus clases y pequeñas aventuras-- esto último lo dijo mirando a su hijo Albus que de alguna forma todos los años se metía en algún problema

--¡James quiero menos cartas de Mcgonagall!-- demando Ginny con voz de madre (Herencia de la señora Weasley) mirando a su hijo mayor que asintió con miedo, no se atrevía a negarle nada

--Al diviértete mucho ¿Si?-- le sugiere Harry a su hijo alborotándole mas el cabello y el solo sonríe divertido --Princesa ¡No me dejes!-- suplica el mayor haciendo un puchero y su hija suelta una carcajada

--Te quiero papi-- le dijo abrazándolo, un abrazo que correspondió gustoso

--¡TODOS ABORDO!-- gritaron desde el tren y los cinco se dieron un último abrazo para dejar que sus hijos entraran al tren

Afuera la pareja vio a Ron y a Hermione también despidiéndose de Rose y Hugo, Hermione se veía muy afectada de nuevo por la partida de sus hijos, no muy lejos de ellos estaban Draco y Astoria despidiéndose de Scorpius, a ambos le gusto que su hijo Albus fuera su amigo, el pequeño rubio había sido muy criticado por los crímenes de su abuelo pues su padre se había redimido en la batalla de Hogwarts, por suerte consiguió un buen grupo en donde juntarse.

Luna estaba del otro lado junto con su esposo Rolf que se terminaba de despedir de los gemelos Lorcan y Lyssander, amigos de James que también forman parte de los merodeadores 2.0, a Ginny casi le da un infarto cuando se entera de que su hijo formo aquel grupo pero por suplica de Sirius no logro castigarlo.

Otra pareja también estaba a vista de ambos, eran Neville y Hanna, despidiéndose de Frank y Alice, el primero también compañero y amigo de James, formando así parte también de los merodeadores, Harry y Ginny no se explicaban como un chico tan calmado y estudioso como Frank estaba en aquel grupo de bromistas, pero se sentían también felices por él, y la pequeña Alice era la mejor amiga de su pequeña hija Lily, ambas formaban parte del equipo de Quidditch de Gryffindor como cazadoras pues ambas querían ser como Ginny, haciendo que esta se sintiera orgullosa.

El tren arranco y sus hijos sacaron las cabezas por la ventana para despedirse una vez mas de sus padres, los querían con todo el alma y los extrañarían, pero ellos sabían que debían darles su espacio, por suerte ya no había ningún peligro pues este había muerto hace ya varios años.

Los fundadores y co-fundadores del ED se juntaron en el andén a conversar, se habian visto el día anterior pero aun así seguían siendo amigos y juntos habian compartidos las mejores y peores batallas, ese tipo de unión jamás se rompería.

Harry y Ginny después de un rato de charla se decidieron por irse a su casa en el Valle de Godric para descansar un poco, aunque la casa sin los niños iba a ser extraña debían seguir con sus vidas. Antes de salir del andén Harry se tocó la cicatriz como hacia todos los años, para cerciorarse de que no le doliera, lo cual jamás pasaba, ya que el Horrocrux de Voldemort en el había muerto hace ya bastante tiempo.

"¿Amor todo bien?"-- le pregunto Ginny mentalmente y el sonrío abrazándola

"Aun no me acostumbro"

"Ellos estarán bien... es Hogwarts... ahora si es el lugar más seguro del mundo mágico"-- le aseguro al pelirroja y el la beso

"¿Que haría sin ti pecas?"-- pregunto burlón y ella soltó una risita, ni con los años la iba a dejar de llamar así

"Supongo que nada cuatro ojos"-- respondió ella en el mismo tono y ambos salieron hacia un callejón y se aparecieron en su cálida casa

Ahora eran felices, tenían una hermosa familia, amigos que jamás los traicionarían, trabajos fijo y paz, algo que nunca habian tenido durante su adolescencia díganme ustedes ¿Que más podían pedir?

Harry y Ginny: Hasta el FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora