49. Regreso lleno de lágrimas

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William suspiraba lentamente, pase la mano por su cabello mientras admiraba el color negro que tenía, igual que su padre, se movió de forma que se acercó a mí, sonreí con ternura a mi pequeño de 12 años.


"Es igual a su padre, él también se acerca a mi, cuando le acaricio el cabello cuando duerme"


Levante la mirada hacía la ventana, donde se podía apreciar el reflejo de la vela que había colocado en la puerta y que la cambiaba cada vez que se agotaba.


"Cada noche es lo mismo, desde que se fueron a buscar a Eren, amanece, cuido de mis hermanos, atiendo a William, visito a Historia, acuesto a William...Levi, por favor, regresen todos sanos y salvos"


Volví a mirar la luz, cuando de la nada esta se apago, me asuste, apreté la capa que me cubría y salí con cuidado de la habitación de William para poder ir a ver, al salir note que la vela, que estaba dentro de una caja de cristal...se había apagado.

—No...—metí la mano al bolsillo y saque los cerillos, volví a prender la vela, pero mi mano temblaba tanto, que me costó hacerlo a la primera—por favor...por favor, Levi.

El sol salió y con él, noticias del dirigible que había llegado a observar hace ya bastantes años y que le había preguntado a aquel padre, por fin había llegado a la costa, prepare a William y montamos a Jazmín para poder ir a recibirlos.

—¿Esta lista señora? Es un largo camino y solo podré escoltarla durante una fracción de este.

—Si, no te preocupes, Nicolo—William se aferro a Jazmín y comenzamos a cabalgar, mire la espalda de aquel, que una vez nos vio con temor, pero que estaba dispuesto a ayudarnos.


"Aprendí a cocinar nuevas cosas gracias a él, aunque estoy celosa...ya que me robo parte del cariño que tenía Sasha por mi cocina"


—Pronto podremos ver a los demás—dije, este me sonrió.

—Les preparare...el mismo festín que la primera vez, así Sasha prodra volver a disfrutar mi comida.

—¿Solo a ella?

—¡No, no, eso no fue! —me reí ante su reacción, pero William lo miro serio, pero luego le sonrió.

—Tío Nicolo.

—¡¿Tío?!

—¿De verdad volverás a cocinar para nosotros? Tú comida le gusta mucho a la tía Sasha, seguro que se pone feliz.

—Si, eso espero...pero también quiero agradecerle a usted.

—¿A mi?

—Gracias a la usted pude trabajar con ustedes como cocinero, me ayudo a que todos me conocieran y aceptaran, a pesar de mis origines.

—Es difícil, paso bastante tiempo antes de que ellos me tuvieran confianza.

—Es increíble que usted sea de afuera de las murallas.

—Si, creo, que en eso nos parecemos un poco.

Llegamos al borde la ciudad y nos separamos de Nicolo, después de todo él tenía que atender su restaurante y quería comenzar a preparar la comida para todos, a pesar de que él me daba las gracias por aceptarlo desde un inicio, yo le agradecía que siempre nos estuviera avisando de lo que se enteraba de los demás, cabalgue con todas las fuerzas que Jazmín me brindó hasta donde estaba el dirigible.

Alas PurpurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora