42. Fiestas

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—Vamos William, haremos un muñeco de nieve—decía Sasha mientras que cargaba a mi pequeño y se sentaba en el patio para hacer un muñeco con la nieve acumulada.

—¡Sí, un muñeco! —gritaban Bruno y Aurora mientras que comenzaban a juntar más nieve.

—¿No le pasará nada a William?

—Tranquila Clara, tiene bastantes pieles que lo protegen del frío, además Armin y Mikasa le regalaron unos guantes y trae el gorro de lana que le hizo la madre de Aurora y Bruno—la tranquilizaba mientras que veía como los tres jugaba con William.


"Me alegra ver que mi pequeño, tiene tantos hermanos con quien jugar"


—¿No quieres jugar con ellos?

—La verdad...no son buena con los niños.

—¡Allium! —Aurora llegó corriendo hacia mí con una bolita de nieve con dos hojas secas arriba de esta—mira, es Fleck.

—¿Fleck? Eso es una bolita de nieve—pregunto con duda Clara.

—Si, un conejo.

—Es verdad, solo faltarían sus manchitas, ¿por qué no intentas hacerlas con las hojas?

—¡Sí, hermano! —ambos niños comenzaron a buscar más hojas de diferentes colores, para poder hacer las manchas de Fleck.

—Usted lo hace ver muy fácil.

—¿Qué cosa?

—Interactuar con los niños.

—Solo...hay que saber hablar con ellos, pero...es que ellos me recuerdan a una pequeña, con la que solía jugar en mi pueblo natal, tal vez por eso me resulta, normal estar con ellos...ah...ah...achu—me tape la nariz con los guantes, al momento de sentir el estornudo.

—Hoy hace más frío, me sorprende que el capitán Levi la dejará salir.

—Él cree que estoy en el comedor.

—¿Qué?

—Me pregunto si ya habrán terminado de limpiar Eren y Armin.

—Todavía no—nos giramos y ahí estaba Mikasa con una cobija en brazos, al llegar me la coloco en las piernas.

—Gracias.

—¿William?

—Con Sasha y los niños—Mikasa camino hasta el bebé y le acomodo otra cobija sobres gorrito que tenía.

—Gracias Mikasa.

—No hay problema, el Capitán me solicito que viniera a decirles, que tardarían un poco mas, todavía no se da cuenta, que Clara la saco al patio.

—¡¿Qué, yo?!...—Clara perdió un poco la compostura, pero se aclaro la garganta y volvió a hablar más tranquila—será mejor que entremos, la señora y el bebé no deberían de estar afuera tanto tiempo...eso y antes de que se dé cuenta que esta afuera.

—Sí, ¡Sasha, vamos al comedor!

—¡Sí! —me contestaron todos, Clara empujo la silla una vez que Sasha caminaba a mi lado con William en brazos.

—Hoy regresas a tu casa ¿verdad?

—Si, extrañare un poco jugar con William...pero mis padres ya me esperan para pasar las fiestas.

Alas PurpurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora