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Los silencios que pueden durar horas eran insoportables algunas veces, varios creen que es relajante poder estar en un ambiente calmo dónde no se puedan escuchar los disturbios de las ciudades, pero pasado el tiempo sin escuchar ni una sola palabra de tus compañeros era desesperante, no sabía si estaban enojados o solo se encontraban muy interesados en sus actividades pero la mera necesidad de saber el porqué de tanto silencio le aceleraba el corazón, que si había echo algo malo? No lo sabria hasta que alguien se atreva a hablar.

Los minutos pasaban y el silencio aún era abundante en ese lugar, la cena estaba casi lista y Usa aún no sabía que tenían ellos dos para estar tan callados. Tal ves pelearon - pensaba mientras largaba un profundo suspiro. Están enojados conmigo? - su mirada se quedó fija sobre uno de los platos de procelana que tenía entre sus manos, estaba tan reluciente que por poco podía ver su rostro reflejado sobre esa superficie blanca. Tantas veces pelearon como para tener ese tipo de pensamientos?

Durante la cena no hablaron demasiado pero al menos ya se encontraban tiendo una conversación neutral, los temas del que hablaban variaban mucho dependiendo de los gustos de cada uno. Alemania se quejaba constantemente de las organizaciones, las detestaba, Rusia comúnmente hablaba de su día, como le fue y que hizo, lo normal, pero por otro lado Usa no hablaba, miraba a sus parejas esperando que ellos mismos se den cuenta que no se encontraba bien, no planeaba hablar hasta que lo noten, por suerte no tardaron mucho en darse cuenta que su gordito estaba triste.

- Ame, what's wrong? - pregunto Rusia apoyando su mano sobre la de Usa acariciandolo suavemente y tratando de entrelazar sus dedos para juntar sus manos.

- Estan enojados? Por qué no hablaron? Estuvieron mucho tiempo callados. Yo hice algo malo? - se podían escuchar pequeños hipidos y suspiros de lamentos acompañado de unas cuantas lágrimas que se iban adelantando, sentía la culpa sobre sus hombros pero ni siquiera habían respondido aún, se estaba precipitando.

- Shit, no llores - Rusia fue limpiando las lágrimas que se resbalaban por sus mejillas y que con suerte llegaban al mentón ya que algunas caían antes de llegar más allá de sus labios por lo cargadas que estaban.

- No estamos enojados, tan solo no queríamos hablar, lo lamentamos - Alemania no pudo acercarse mucho ya que estaba sentado al frente de él, y no como Rusia que estaba a su costado, lo único que pudo hacer es acercar un poco su cuerpo para mostrar interés y un inútil intento de demostrar afecto.

Aunque el silencio volvió a ser el protagonista en el hogar, había un ambientre menos pesado, era más calmo, pero se seguian escuchando los llantos de Usa, era una lágrima tras otra tratando de relajarse.

[...]

En una gran casa se escuchaba retumbando atraves de las paredes el sonido de las teclas de un piano que formaban una dulce melodía pero deprimente al mismo tiempo por lo lento que se tocaba, la misma canción una y otra ves que quedaba dentro de su cabeza cada ves más y más, llegaba a escuchar el sonido de sus dedos chocar con las teclas cuando se alejaba del instrumento. Era así día tras día tratando de no fallar ni una tecla, y si ocurría volvía a empezar desde cero. Tarareando la canción cuando iba a dormir y leyendo las partituras como si fuera un cuento infantil, el canto solitario y el corto vuelo de un "pájaro" que jamás saldria de esa jaula, nadie escucharía sus plegarias y la cerradura gastada de tanto forzarla a qué abra.

Cada un periodo de tiempo venía un país, esa colonia lo llamaba señor, no lo veía como un padre, siquiera como alguien cercano, solo era un desconocido que lo iba a visitar cada tanto, no era digno de ser llamado "padre". Cuando llegaba solo era para controlar a la colonia, si estaba progresando y para ver si tenía un buen estado. Al encontraste con el señor este le ponía reglas, si las rompía le iba mal, algo malo para un niño, y no era quitarle los dulces o no dejarlo salir a jugar. El niño tenía marcas de golpes alrededor de su cuerpo, las veces que lo golpeaba con una soga o le quemaba partes de la espalda, "le habían cortado las alas".

Los pasos se acercaban, estaba detrás suyo - Keep playing the piano, I want to listen - con una postura firme se mostró serenó, tenía ese traje y peinado tan elegante que marcaba la clase alta a la que ellos correspondían en esa época.

Trece colonias devolvió la mirada al piano que tenía al frente y comenzó a tocar las teclas sin pensarlo creando un sonido desagradable para el oido de ambos - Stop! it's disgusting - el pánico sembró una semilla en la cabeza del pequeño niño, había quedado petrificado pero sus dedos no dejaban de tocar golpeando con más fuerza las teclas, era de esperarse que reciba un fuerte golpe en la nuca que lo haga volver a la realidad.

- I really thought you were going to be better than this, I wasted my time worrying about your future. What do I have to do for you to learn to do something right in your life - apoyando sus manos sobre los hombros del pequeño sosteniendo con fuerza hasta lastimarlo lo "suficiente" dijo esas palabras tan frías que a cualquier niño le llegarían al fondo de su corazón, creando un miedo en su cabeza y forjando nuevos traumas que los iba a arrastrar hasta la tumba.

- Sorry sir, I try my best to be better - su voz quebrada hacía casi imposible entender lo que decía, intentaba controlar sus emociones, temblaba del miedo a ser lastimado denuevo. De un segundo para el otro ya estaba en el suelo, cayó tan fácil, era débil como una simple pluma y tal ligero que no había logrado mantenerse en el asiento para no ser aventado de esa forma. Sabía lo que le esperaba, creía que era su culpa, que hacia todo mal y que era un desperdicio de tiempo seguir esforzándose.

Agarrado del cuello y tirado en su habitación como un simple trapo, lo habían encerrado y no lo dejarían salir, lo único que le dejaron fueron las partituras de la canción, debía tenerlo de memoria, si mañana fallaba una sola tecla le iba a ir peor, imaginarlo le daba miedo. Sentía que podía ver el futuro, golpes constantes en su abdomen y quemaduras en su espalda y brazos.

Con la simple inocencia de un niño comenzó a llorar, toda la culpa caía en su espalda, se formaba un nudo en su garganta, quería que acabe esto y esperaba que pronto mejore todo, estaba sólo y no tenía a nadie con quien hablar para superar eso, nadie le iba a dar consejos para mejorar y nadie iba a ayudarlo.

⚠Тóxico⚠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora