7

8 2 0
                                    

–¿Qué te ha traído aquí?– mi padre se cruza de brazos dirigiéndose a mi, su acento es más marcado de lo que me esperaba pero sigue sin ser tan drástico como el de Sergey.

–Solo quería comprobar algo– miro a alrededor, aquí sentada no veo a los guardias del otro lado, eso es problemático.

–¿El qué?– es muy raro que no parezca preocupado –¿Nos conocemos?– como no le respondo cambia de pregunta.

–Nunca nos hemos visto, hasta ahora– sutilmente meto la mano en la mochila mientras me giro para mirarle –No sabía quien eras, ni tampoco sabía donde estabas– reconozco enfrentándolo.

–Bозьми это внутрь– "Llévalo dentro" aún mirándome habla a Sergey, quiere que su hijo este a salvo, lo entiendo, ahora soy la mayor y única amenaza para ese niño.

–No– antes de que de un paso hablo –Esta más seguro aquí– aún que suene como una amenaza no lo es. Si yo he podido entrar otro también puede hacerlo, es mejor tenerlo a la vista.

–¿Y eso por qué?– Sergey me mira serio y suspiro, que decepcionante.

–Aquí ya no tengo nada más que hacer– me levanto, Sergey hace una señal a los chicos de su espalda que me apuntan sin dudarlo –Tranquilos– rápidamente de la bolsa saco un interruptor que tiene una luz roja parpadeante, enseñándolo para que todos los presentes lo vean.

–¿Qué es eso?– mi padre se pone a la defensiva enfrente de su hijo con el ceño fruncido y una mirada amenazante, oh, una reacción decente.

–Llegados a este punto pensar que me dejarías irme pacíficamente sería muy estúpido ¿no crees?– respiro hondo viendo como algunos de los de atrás se miran entre ellos –Además, no hago daño a niños– me encojo de hombros.

–¡Es un farol!– un chico aparece de la nada, haciéndose paso entre los guardias avanzando con prisa, es alto, rubio con los ojos claros como mi padre.

¿De dónde ha salido?

–Bернуться внутрь– "Vuelve adentro" la voz de mi padre es mucho más demandante y fría, le coge del brazo con fuerza.

–¿Cómo estás tan seguro?– se me hace familiar. No me responde pero bruscamente se libera del agarre de Vladislav –¿Cuántos años tienes?– nunca había sentido tanta curiosidad por alguien ajeno a mi familia.

–Diecinueve– se adelanta confiado, diecinueve... se que estoy olvidando algo importante ¿pero el qué? Indudablemente es su hijo, de eso estoy segura.

–¿Con diecinueve quieres jugar al busca minas con el pequeño?– me agacho mirándole fijamente y su expresión se endurece –Eso pensaba– como no me responde me vuelvo a levantar –Que tengáis un buen día– hago un gesto de respeto con la cabeza a modo de despedida.

Puede que no quiera volver a verlos pero uno de ellos es mi padre, y ante todo la educación, me giro dispuesta a irme, con esto no volveremos a vernos.

–¡Alto!– paro en seco –¿Cómo estás tan segura de que no te dispararemos?–

¿Cómo diablos se ha convertido en un jefe?

Con eso sé que no se arriesgará a disparar, sino no habría preguntado.

–Si quieres mantener– me giro –A tus hombres y tus...– miro a ambos niños, el hijo mayor y el bebé en los brazos de Sergey –Hijos– clavo mis ojos en los de mi progenitor –A salvo te aconsejo que os quedéis aquí tranquilos, yo me iré y no nos volveremos a ver– no tengo ninguna intención de volver a verlos, tampoco quiero.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 14 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Herederos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora