La Fatalidad De Un Simple Sueño | #ONC2021

5. Deniones

La cara de Deira al atraparla era digna de ser fotografiada y enmarcada. A simple vista notaba el remolino de emociones en su interior pero sobre todo una mezcla de sorpresa y vergüenza.

Allan y yo estábamos muy confundidos y espectantes esperábamos una respuesta de su parte pero ya que no respondió y solo se quedó mirándonos con las manos en su espalda y los ojos bien abiertos mi compañero tajó el silencio.

—¿Te parece normal robar libros de una biblioteca privada en mitad de la noche? —demandó él.

Ella no respondió. Se agachó a recoger los libros y entre temblorosos pasos se acercó a nosotros señalándonos las cubiertas polvorientas de estos.

Títulos como «Leyendas de Pueblos Malditos» «Los Orígenes: Criaturas Sobrenaturales» y «La rareza de un mundo probablemente ficticio» llamaron mi atención.

Estaba investigando sobre algo ya que todos los libros parecían estar relacionados.

Pero otra de mis grandes preguntas era ¿Qué hacían esos extraños libros en nuestra biblioteca? La única que accedía con frecuencia a la habitación era Tiaret y ella se mostraba totalmente desinteresada hacia esos temas.

—¿Qué no sabes que existe el internet niña? ¿También entras a casas ajenas a leer el periódico?

—Esta información no está en la red. Solo en estos libros —habló finalmente ella.

Yo estaba atónito y paralizado en mi lugar pero Allan, en cambio, caminó tranquilamente hacia el sofá y se sentó.

—Tenemos tiempo. Empieza —me hizo una seña para que me acercara y sin dejar de mirar a Deira, como un animal a la defensiva, me recosté a la pared junto al sofá.

Deira suspiró. Luego de unos segundos inmóvil buscó con la mirada un lugar donde sentarse y al no encontrar ninguna silla en pie se acercó a nuestra posición sosteniendo los libros con firmeza y tragando en seco.

Se le notaba nerviosa e incómoda.

—Creo que sé quienes son ellos —me dijo directamente a mí penetrándome con el profundo azul de sus ojos.

Me perdí entre su mirada y su declaración. Hablaba de aquellos seres devora humanos, con sus pálidas y largas extremidades. Las escenas de mis pesadillas no tardaron en inundar mi mente sin despegar la mirada de sus ojos. Esta vez el cielo era azul, había más claridad pero la brutalidad de la muerte era la misma.

—¿Te refieres a esos bichos raros y deformes de los que me hablaste en el camino? —preguntó Allan en tono de burla —No lo sé Rick, parece falso.

Los ojos de Deira se desviaron a él. Tomó el libro más grueso y se lo arrojó en el abdomen con una mirada de reproche. Él ni se inmutó, lo tomó y leyó el título. Era el de "Leyendas de Pueblos Malditos".

Frunció el seño y le dedicó una mirada de "¿Y qué hago con esto?"

—Ábrelo en la página doblada genio. Y yo que pensaba que Chase era un imbécil —dijo esto último en un leve susurro pero debido al silencio se escuchó con claridad.

—Te oí —dijimos al unísono.

—Urgg—gruñó en molestia —Toma este —me lanzó el otro más grueso —Es el único que solo llegué a hojear. Busca entre las ilustraciones algo parecido a... —se detuvo sin saber como nombrar a la criatura.

—Deniones —pronunció Allan de repente mirando la página del libro.

Ambos nos acercamos a él para observar con nuestros propios ojos aquello que lo había dejado tan sorprendido.