[Capítulo 40] Y NOTA.

814 55 4
                                    

SIENTO SIENTO SIENTO MUCHISIIIIIIIIISIMO NO HABER SUBIDO EN ESTAS DOS SEMANAS, NO HE PODIDO PERO YA EN ESTOS DÍAS Y ESO SÍ.
ESPERO QUE SIGAIS DISFRUTANDO DE ESTA NOVELA QUE LA ESCRIBO DESDE LO MÁS PROFUNDO Y SIGÁIS APOYÁNDOME UN BESITO PRECIOSAS😘💘

**
Me encontraba en el coche dirección a mi casa con los hermanos Oviedo y mi madre, ya me habían dado el alta de el hospital, estaba muy bien.

La verdad que estos dos días que he estado en el hospital se me han pasado súper rápidos, ni me he dado cuenta.

Salgo del coche con la ayuda de Jesús.

Yo: Estoy bien Jesús, no te preocupes.

Éste solo asiente con la cabeza y sigue ayudándome.

Entramos en mi casa.

Mamá: Isa, ve a el patio de atrás con Jesús y tráeme una silla.

Yo: Vale.

Voy a el patio con Jesús cuando escucho...

x: ¡SORPRESAAAA!

Yo: ¿Pero qué?

Estaban todas las chicas y todos los chicos.

Empecé a saludar y me dice Jesús:

Jesús: ¿No me debes algo?

Yo: Siempre te debo yo cosas ¿tu a mi no?

Éste ríe y me besa.

Yo: Así sí JAJAJAJA.

Cuando dejé de hablar con todos, mi madre nos preparó con los padres de Jesús el almuerzo.

Comimos entre risas por mi llegada del hospital.

Me sentía como nueva.

Luego pusieron un poco de música lenta y Jesús me sacó a bailar.

**
Eran las 7 de la tarde cuando las chicas se estaban despidiendo ya que se iban para Jerez, ha sido un finde muy especial.

Ana: Te echaré de menos enana. -me abrazó.

Ana Cris: Tu pava te quiere fea.

Sele: Mi niña nos veremos prontito.

Macarena: Gordiiiiii te quiero.

Yo solo lloraba y no podía articular palabra.

Las echaré tanto de menos...

Son las hermanas que nunca tuve.

Jesús: No estés mal mi niña, las volverás a ver pronto -me abrazó.

Es obvio que las volveré a ver pronto prontito.

Y se fueron.

Jesús y yo subimos a mi habitación y nos cambiamos de ropa.

Entra Dani.

Dani: ¿Que tal chicos?

Yo: De mi cuerpo bien, de mi cabeza mal.

Jesús: Gordi no estés mal enserio que las verás más veces.

Yo: Vale mi niño- le abrazo.

Entro en el baño para darme un baño y me pongo el pijama.

Llaman a la puerta.

Yo: Jesús no entres.

Jesús: Déjame entrar.

Yo: No no -me reí.

Éste solo reía.

Terminé de ponerme el pijama y me estaba secando el pelo.

Dejé ahora entrar a Jesús.

Jesús: Por fin, dame el peine.

Yo: ¿Qué vas a hacer?

Jesús: Peinarte mi amor.

Yo: Espérate.

Le cogí de la mano y me lo llevé al cuarto.

Puse la silla del revés poniendo la respaldara delante de mi y me senté.

Así me peinaba mi madre de pequeña.

Empezó a peinarme.

Y terminó.

Bajamos abajo.

Suena el timbre...

X: Hola, soy José, ¿Está Ana? -dijo con tono borracho.

Me quedé en silencio.

Vino Jesús.

Jesús: ¿Mi amor que pasa?

Yo: Ana no está ¿Quien eres?

X: Déjame pasar que se que está ahí -dijo gritando.

Jesús: ¡Qué no está y ahora lárgate de aquí! -agarré a Jesús.

Se fue y cerré la puerta de un portazo.

Mamá: ¿Quién era?

Jesús: Un tío preguntando por la amiga de Isa.

Mamá: ¿Isa?

Yo: ¿Sí? -dije respondiendo mientras tenía la mirada perdida.

Mamá: ¿Estas bien?

Yo: Tengo miedo de ese tío.

Jesús: No te va a pasar nada créeme.

Llamé corriendo a Ana.

Ana: Oiga.

Yo: Ana de mi vida de mi corazón de mis entrañas de mi alma -cogí aire ¿Quién es un tal José?

Ana: Un ex, rompimos hace 1 semana así ¿Pero a que viene eso?

Yo: Ha venido a mi casa, borracho, preguntando por ti.

Ana: No me jorobes tía... Dios..

Yo: ¿Cómo a sabido que estabas aquí?

Ana: Me persigue tía, no me deja tranquila... -rompió a llorar... Tengo miedo.

Yo: Esto hay que solucionarlo. Mañana te llamo por sí vuelve o algo.

Ana: Vale, y lo siento muchísimo, estate tranquila amiga y cuídate.

Yo: Te quiero, cuídate.

Apagué el móvil.

Jesús: Vamos a cenar anda.

Yo: No tengo apetito Jesús

Jesús: Pues yo tampoco.

Yo: Come tu mi niño.

Jesús: No no -me coge en brazos. Vamos a dormir anda.

Me despido de mi madre en brazos de Jesús y nos vamos a dormir.

Nos acostamos en la cama, Jesús cogió el sueño de momento, yo en cambio estaba nerviosa.

Se despertó Jesús.

Jesús: Isa.

Volví la cabeza para mirarle.

Jesús: No te preocupes, y duérmete, no te va a pasar nada mientras estés conmigo, no voy a dejar que nadie te haga daño, que te quede claro -me da un beso en la frente.

Le sonrío y le beso.

Esos sí que son unas buenas noches y lo demás son tonterías.

Y por fin cojo el sueño y recuerdo que mi corazón latía muy deprisa.

Contigo hasta el final Donde viven las historias. Descúbrelo ahora