¿Que tan importante es el sol para la tierra?
Ni la tierra ni el sol son el centro del universo, ni mucho menos nuestro sistema solar, de hecho, nuestra galaxia es solo una entre millones allá afuera.
No se sabe con certeza cuál es el centro del universo pero lo que sí se sabe es que en nuestro sistema solar tal como dice el nombre lo mas importante es El Sol, no por nada todos los planetas de nuestro sistema gira alrededor de él.
Al igual que los vampiros con sus compañeros.
La tierra solo es poseedor de vida gracias al sol, nos da la suficiente energía solar para hacer que el agua se mueva, la flora y la fauna exista, y el ser humano sobreviva.
Eso es lo que es un compañero para un vampiro, es su sol, la razón por la que viven, por la que existen.
Los Vampiros necesitan a sus Compañeros tanto como La Tierra necesita desesperadamente al Sol.
Un solo rayo de luz solar hace la diferencia entre la vida y la muerte para las plantas, para que las plantas puedan trabajar y funcionar necesitan de la energía luminosa del sol siendo decisiva para su vida; las plantas dejarían de producir tanto alimento como oxígeno si no recibieran su dosis diaria de luz solar.
Para los vampiros la mera existencia de sus compañeros ya logra hacer que tengan un motivo para vivir, a diferencia de lo que sucede con los humanos esto no se clasificaría como dependencia emocional ya que esto es algo mayor a cualquiera, es algo sobrenatural.
Para un vampiro su compañero ya es importante desde el segundo en el que se conocen, es su luz, su sol, su vida.
Casi nada es comparable a lo que un vampiro puede sentir por su compañero, es tan intenso, tan fuerte y tan profundo que puede llegar a ser inexplicable, el mundo deja de existir y lo único que importa es su compañero, su sol.
Lo único remotamente comparable es la relación que La Tierra y El Sol tienen.
Sí encerrarás una planta en una caja y sólo dejarás una pequeña abertura en la que pudiera entrar la luz solar la planta crecería inclinándose hacia la luz ya que para vivir necesita desesperadamente de ella.
Así es como se siente un vampiro con su compañero, es un sentimiento, una necesidad tan única y especial que cuando Alice le habló a Jasper de su compañera fue casi imposible de creer que ese sentimiento se pudiera repetir... Pero así fue, lo hizo sentirse más completo de lo que ya se sentía, llegó sin saber siquiera que la necesitaba.
La primera vez que Jasper vió a Max fue en la clase de Historia, ella ya estaba sentada desde antes de que el llegara, podría jurar que había una brillante luz haciéndola resplandecer como a un ángel.
Su piel aperlada casi morena destacaba entre la multitud pálida que entraba al salón, su cabello negro cómo el azabache caía por su espalda increíblemente lacio, sus ojos cafés tan oscuros que nadie que no contará con su visión se les haría casi imposible poder notarlo.
Esos hermosos ojos estaban fijos en los árboles que se veían por la ventana, su cuerpo curvilíneo sentado de forma relajada y tranquila, parecía imperturbable con sus dedos golpeando el escritorio mientras su mejilla estaba apoyada en el dorso de su otra mano.
Sentía que podía quedarse toda una eternidad observándola sin hacer nada.
No podía quitar su mirada de la chica con emociones tan tranquilas, no podía desviar sus ojos de toda la belleza que ella mostraba sin si quiera darse cuenta, como una mariposa que no ve sus coloridas alas, su tranquilidad se perturbó cuando los demás adolescentes iniciaron su ajetreo.
La primera vez que Alice vio a Max fue en una visión, justo después de la visión con una vida junto a Jasper vió el rostro de la chica sonriendo mostrando su perfecta dentadura, aleteando sus pestañas que caían por sobre sus brillantes ojos.
Le mostró partes de su vida antes de que se conocieran pero por sobre todo, la vida a su lado, las posibles pijamadas juntas, los largos besos en la cama por las noches con las piernas entrelazadas, las veces en la que sonreía mientras la observaba, la vio en los brazos de Jasper mientras los dos se besaban, la vió en la cama durmiendo en medio de ella y Jasper.
Alice desconocía por completo las relaciones entre tres personas pero realmente no le importaba el si eso estaba bien o era incorrecto, amaba a sus dos compañeros, aunque fuera "extraño" y aún sin conocerlos, su amor no era un ningún tipo de error.
En sus visiones observaba cómo flashes los momentos de su vida junto a ella, todas las risas, las muecas, incluso escucho su melodiosa voz adolescente.
La vió dormir a su lado con tranquilidad, sus pestañas caían sobre sus levemente coloradas mejillas y su calmada respiración golpeaba contra su pálida piel, lo mejor de esa visión fue que ella no dormía en cualquier parte, ella dormía en sus brazos aplastando su mejilla en su pecho.
La última visión que tuvo de ella en ese momento fue de los tres abrazados, ansiaba estar con ellos, necesitaba de su amor, de su compañía, pero Jasper no estaba listo y la hermosa morena aún no había nacido, tendría que esperar y eso le destrozaba el corazón, pero lo lograría, siempre con la esperanza de estar al final con ellos.
- Aria.
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Verum Amet •Alice × OC × Jasper•
Fanfiction- Te compré labial sabor a fresas - Oí la dulce voz de Alice - ¿Quieres probarlo? - Me preguntó, y en cuanto dije que si, ella se acercó a mí, sus labios fríos tocaron los míos y sus manos se dirigieron a mis mejillas. Jalé con cuidado los rebeldes...