Verum Amet •Alice × OC × Jasper•

•C A P I T U L O 9•

La forma en la que actuó no fue la mejor para Xander, teniendo en cuenta que sabía qué era lo que le pasaba, pero era bastante coherente viendo que se trataba de una enorme lobo con afilados dientes que desconocía lo que le sucedía, ya que empezó a correr.

Corrió tanto que sus piernas empezaban a doler pero la adrenalina no la dejaba detenerse, sentía su celular vibrar pero no le dió importancia, cuando llegó a su casa se metió con la única idea de encontrar a alguien que pudiera ayudarla.

— ¡Dexter! — Le gritó al verlo, acostado en el sillón, él se volteó a verla al instante y ella lo tomó por los hombros obligándolo a pararse — A tu hermana ya le sucedió.

— ¿Sucedió qué? — Cuestionó agarrado de los brazos de la chica.

— Se Enlobo o como sea que le digan, ven vamos al bosque — Explicó apresurada, arrastrándolo hacia la puerta.

Pero él la detuvo y ella se volteó, Max lo vió a los ojos en un segundo de tranquilidad y se dió cuenta de qué él no sabía nada, no entendía de lo que estaba hablando por lo que poco sería de ayuda.

— Ok, entiendo, está bien... ya se lo que debemos hacer — Sus ojos inspeccionaron la habitación y al encontrar lo que buscaba lo agarró y lo tomó de la mano para salir — Sabes conducir ¿No?

Cuando llegaron al asilo ni siquiera se detuvo en el mostrador, saludó a las mujeres que atendían y pasó de largo con el gemelo detrás de ella.

— ¿Max? ¿Qué haces aquí? — Cuestionó Apinya al verla pasar apresurada por su puerta — ¿Y con un lindo chico? — Añadió al ver al gemelo, dándole una mirada que se podía confundir como cómplice picarona, pero realmente le estaba llamando la atención por haberlo llevado.

— Es una emergencia y él no sabe nada — Dijo, y su tono de voz necesitado y desesperado hizo a la anciana pararse de su cama y acercarse a la chica, poniendo sus manos en sus hombros preocupada — Xander, ella... se convirtió en... lobo, y no sé cómo, si es adoptada y no pertenece biológicamente al clan Quileute.

Empezó a hablar imposiblemente rápido, respirando más feroz y entrecortado, por lo que Dexter, aún sin entender nada, la rodeó con su brazo y la intentó calmar.

— Eso es imposible, además de no pertenecer ella es una mujer, las mujeres nunca han sido lobos — Sus ojos parecían leer rápidamente hojas invisibles en el techo y se agarró la cabeza con ambas manos con frustración — ¿Ella donde está ahora?

— En el bosque, junto al río, bueno... ahí es donde estaba cuando me fui.

— ¿De qué color era su pelaje? — Esperó unos segundos pero al no encontrar respuesta repitió la pregunta.

— ¡Es que no lo sé, no lo recuerdo!

— ¿Cómo no lo recuerdas? ¡Estuviste frente a ella!

—¡Estaba muy ocupada huyendo! ¡Perdona que quisiera no estar cerca de sus enormes colmillos! — Expresó sarcástica, rascándose la cabeza con fuerza.

Dexter ya ni siquiera estaba cerca de ella, estaba apoyado en la pared junto a la puerta, intentando procesar la extraña y totalmente incoherente conversación que mantenían ambas mujeres.

— No entiendo — Oyeron en un susurro la rasposa voz de Dexter — ¿De qué están hablando? ¿Mi hermana y un lobo?

— No de tú hermana y un lobo, tu hermana convertida en El Lobo — Explicó rápidamente acercándose a él — Sé que suena como una mentira enorme sin la menor lógica posible, lo sé bien porque yo me enteré de este mundo apenas hace casi un mes, pero es cierto, y cuando vayamos a ayudarla lo verás.