Verum Amet •Alice × OC × Jasper•

• C A P I T U L O 1 5•

— La casa es muy pequeña, si, pero tiene dos habitaciones y un baño completo — Dijo mientras acomodaba sus maletas a un lado de la entrada — Y la preparatoria del distrito es increíble, su baile de invierno fue precioso, ¿Como fue el de ustedes? — Cuestionó metiéndose en la cocina y buscando una taza.

— No lo sé, me enfermé y no fui — Mintió porque evidentemente no le iba a decir a su madre que no fue porque su compañera convertida en lobo por accidente la atacó.

— Los bailes escolares son una de las pocas cosas que se podrían calificar como culturales que tiene este país, sin ofender — Dijo mirando a Alice y Jasper mientras se servía café — Deberías aprovecharlo.

— Iré al del próximo semestre, todavía tengo un par de años para ir — Dijo, sentandose en la barra.

— Los bailes en la escuela que te elegí son preciosos, y está cerca del departamento — Tomó un sorbo de la taza.

— Si... no se si me emocionen los bailes realmente, sabes bien que nunca he tenido un gran gusto por las fiestas — Dijo mordiéndose las uñas.

— O la gente, el ruido, las luces — Su madre asintió sentándose frente a ella — Pero imagínate el vestido, el maquillaje, el cabello, las uñas, es una buena excusa para comprar todo eso — Dijo con una enorme sonrisa de brillantes dientes.

Max forzó una sonrisa, le gustaba el maquillaje aunque no supiera usarlo, también las uñas aunque nunca le duraran y un buen vestido siempre era bienvenido, pero honestamente en ese momento de su vida nada de eso le parecía relevante cuando se sentía tan conectada con dos maravillosos seres.

Se estaba descubriendo a si misma como bruja, persona y poliamorosa, y separarse de todo eso no le gustaba para nada — Creo que su padre estará muy preocupado por ustedes ¿no?

Ellos entendieron al instante y asintieron poniéndose sus chaquetas — Tienes razón, ya deberíamos irnos — Dijo Edward.

— Fue un placer conocerla, señora — Dijo Alice en despedida y Jasper bajo un poco la cabeza como saludo antes de irse.

Cuando salieron Max se enderezó frente a su madre quien era alguien cambiante y voluble, ahora sonreía pero fácilmente sus emociones cambiaban y podría enojarse o fastidiarse.

— Ha pasado un tiempo desde que no convivía con papá, de hecho era una niña desde la última vez que convivimos en la misma casa, y en verdad me gusta — Dijo con ojos suplicantes tomándola de la manos.

Su madre suspiró alejándose — ¿Quieres quedarte más tiempo? — Su ceño se frunció y su semblante se endureció.

— Si, por favor, si se podría — Dijo mirando al suelo y luego a ella.

— ¿Sabes todo lo que hice para conseguir esa casa? ¿Cuánto tuve que ahorrar? ¿Sabes todas las citas que tuve que hacer, muy costosas por cierto, con abogados para que pudiéramos vivir aquí? — Max miraba al suelo, no tenía ánimos de escucharla pero se mantuvo en su lugar — Ya te inscribí en esa escuela y si al menos intentaras ir se que te gustara.

— Pero no se trata de eso, mamá — Dijo mordiéndose el interior de la mejilla ansiosa, y sentía la frustración empezar a acumularse en su vientre.

Desde niña siempre sintió que no se podía razonar con su madre, así que nunca le llevaba la contraria, su madre quería mudarse, se mudaban, si madre quería que hiciera esto, lo hacía, su madre no le gustaba algo, actuaba irritante hasta que Max se hartaba.

Simplemente nunca había podido si quiera intentar ir en contra de la marea, porque simplemente le saldría peor, y ahora solo esperaba que su padre llegara y razonara con ella.