Capítulo 10: Lady Tremaine.

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Cuando se sentaron sobre el pavimento esperando a que fueran a rescatarlas, ambas se quedaron en silencio. Solo escuchando los sonidos de la naturaleza; del leve soplido del aire, que al mismo tiempo también sacudía las hojas de los árboles y arrastraba las que había en el suelo, los delicados cantos de los grillos.

Una completa sensación de paz.

Poché aprovecho para que su mente viajara a lo que había pasado hace poco rato en el club. Una escena tan, pero tan sexy que no pudo evitar que su corazón comenzará a palpitar a gran velocidad y que su respiración comenzara a acelerarse. Al principio quería dejar que las cosas con Calle fueran en total tranquilidad, por que ni siquiera sabía si a ella también le gustaban las chicas, pero el solo recordar el momento de como bailaba y movía su trasero contra su pelvis la ponía cachonda.

Eso la hacía pensar un poco y llegaba a la conclusión de que a Calle también le gustaban las chicas. ¿O no?

¿Ese no había sido un baile de solamente amigas, verdad?

Paula y ella bailaban todo el tiempo, sin embargo, nunca lo habían hecho de ese modo. Ni siquiera con Abi o con Juliana.

¿Tampoco era muy común que alguien hetero se dejara besar el cuello por alguien de su mismo sexo? ¿O si?

¡Joder! Se estaba volviendo loca. Y solamente quería tomar el rostro de Calle y besarla con intencidad.

«¡No Poché! ¡No es momento! ¡Calma tus malditas hormonas!» se decía a si misma para no cometer una locura.

-Deberías contarme algo sobre ti- Habló Daniela llamando su atención.

-¿Cómo que?- La miró. -Siento que ya te conté todo-

-Hablarme de tus películas favoritas, tu comida preferida y decirme cuanto amas el álbum de Taylor Swift, no es suficiente-

-Bueno, entonces no sé qué más quieras saber de mi- Dijo Poché.

-Sobre tu familia, tu vida, no sé- Se encogió de hombros -Solo cuéntame algo, siento que yo he sido la única que ha hablado de su vida-

-Eso es por que tu vida seguramente es más interesante que la mía y me agrada escucharte hablar- Soltó.

De inmediato las mejillas de Calle se tiñeron de rojo. Al menos estaba oscuro y la peli azul no podía darse cuenta o si no eso la terminaría de matar de vergüenza.

-Yo ehmm... lo que.. quieras-

Garzón solto una pequeña risa, dándose cuenta del nerviosismo de la castaña, de igual forma no se arrepentia de provocarlo.

-Supongo que.. - lo pensó unos cuantos segundos -Lo más fuerte que pasó en mi vida fue la muerte de mi mamá- por inercia miró al cielo. -Ocurrió cuando tenía diez años, y Valentina cinco. Fue un golpe duro para los tres-

-Lo lamento tanto- Dijo Calle, ahora se sentía mal.

-No te preocupes- dejo de mirar al cielo para concentrarse en los ojos avellana que tenía a su lado -Luego de eso no pasaron buenas cosas, al menos no para mi. Comencé a aislarme de todo mundo, incluso de Pau pero ella siempre se las ingeniaba para no dejarme sola, cuando me encerraba en mi habitación no sé como lo hacía, pero ella entraba por la ventana- se rio al recordar el momento -Seguramente Pau si desciende directamente de los simios por que escalaba el árbol que da justo a mi terraza y por ahí llegaba a mi habitación-

-Debió estar demente.. Yo no lo haría, me dan miedo las alturas- Comentó.

-Yo creo que si lo estaba, o lo sigue estando, no me sorprendería que uno de estos días toque a mi ventana- ambas rieron -Pau fue y ha sido como mi salvadora todos estos años- Dijo con un toque de nostalgia. -Bien ahora cuéntame algo de tu familia- cambio el tema de inmediato.

¿Bailamos? - CACHÉ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora