Capítulo 17

66 6 4
                                    

-Ya por favor... ¡Ya! -le pedí porque ya estaba cansada y no quería hacer nada más.
-Dios, y eso que esto es poco. Pero bueno, por hoy ya solo es otra parada después de comer y mañana podrás estar en la playa todo el día si quieres.
-Bien -refunfuñé.

Garret aparcó en un restaurante de comida rápida, Lucas bajó del auto y luego me ayudó a salir.

-Unos nuggets y una soda -advirtió Lucas -. No más.
-¿Pero por qué?
-Porque te conviene lo que yo te digo...
-"Porque te conviene lo que yo te digo" -repetí con voz chillona y él solo rodó los ojos.
-¡Llegando al hotel te dejo comer todo lo que quieras!
-Esta bien -espeté molesta.

Después de que terminé el último nugget de pollo de la caja, Lucas me llevó fuera de nuevo. Aún tenía hambre, pero conociendo a Lucas, por algo me decía que no comiera más, y nunca solía obedecerlo, pero por esta vez, lo haría.
La noche caía sobre nosotros lentamente, Garret condujo en silencio hasta el hotel, cuando entramos a la habitación, me miró arqueando una ceja, debía de verme fatal.
-Cambia tu ropa, dúchate, o haz lo que quieras, pero quítate ese aspecto por favor... Tienes 20 minutos.
-Dime que ya no es nada extremo -le pedí mientras él se recostaba sobre la cama y tomaba el mando de la televisión.
-Ya no es nada extremo, es solo un lugar que quieres conocer desde los 9.
A los 9 quería muchas cosas, y no recordaba que ninguna de ellas estuviese aquí. Pero aún así, saqué de la maleta un par de cosas, y me dirigí al baño, detestaba que mi cabello diera asco por el agua marina.
Al cerrar la puerta tras de mí, y caminar unos pasos, escuché a Lucas teclear en la computadora, pero sin darle importancia, terminé de quitarme la ropa y entré a la ducha.
Cerré los ojos un momento mientras el agua caía por mi cabello hasta mi espalda, y entonces un pequeño Lucas de 11 años apareció en mis recuerdos sentado en un arenero en el jardín trasero de su casa, con una camisa a cuadros que sin duda, había elegido su madre, y unos jeans de mezclilla. Al centro del arenero había incrustada una gran rueda de la fortuna y muchas personas -de plástico - rodeándola.
Sonreí inconscientemente mientras el recuerdo aún seguía ahí.

-¿Qué es? -preguntó la pequeña versión de mí con un vestido bastante molesto que también había elegido la madre de Lucas.
-Es Australia -contestó sin levantar la mirada.
-Sabes que Australia no es pura arena, ¿cierto? -eso me lo había enseñado Chris, que recién había entrado a quinto grado.
-Si... -me contestó él debido a que estaba en la misma clase que mi hermano.
-¿Y que hace esa cosa ahí? -pregunté señalando lo que había en el medio de la arena.
-Es "Luma Park"
-¿Y que es eso?
-Es como un Disneylandia
-Quiero ir a Luma Park.
-Once once, pide un deseo de bronce -. Reí puesto que eran las 3pm. El pequeño Lucas levantó la mirada a mi.
-Deseo ir a Luma Park con Lucas.
Y él entonces me sonrió.

Años después aprendí que era Luna Park, y allí iríamos.

Cuando me terminé de vestir, y salí del baño, Lucas seguía tumbado en la cama mirando la televisión. Manía rara de Lucas, ver noticias. levanté la mirada a la tv, había una chica desaparecida en Nueva York, todo parecía indicar a que era una prostituta, y que había algunos sospechosos, o al menos eso era lo que decía el chico que daba las noticias internacionales. Aún así, no le di importancia, Lucas se puso de pie, tomó su móvil de la mesa de noche y con el mando apagó el televisor. Se colocó una chaqueta de cuero negra y metió su móvil a una de las bolsas. Abrió la puerta y pasé frente a él, me sonrió y luego salió el cerrando tras de sí.

MessagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora