Lucas pasó su brazo frente a mi para abrir la persianita del avión golpeándome un poco con el codo.
-¿Te desperté? -preguntó el al ver que me movía en mi asiento.
-No... Sigo dormida -contesté sarcástica.
Él bufó y sacó su celular y sus audifonos. La princesa no había dormido bien.
(...)
"To all the passengers, the breakfast will be gived in 10 minutes, please, pick something from your menus and a flight attender will be in your places in just one moment"*
Abrí un poco los ojos despabilandome.
-¿Que hora es?
Lucas seguía meneando la cabeza al ritmo de la música, tiré del auricular de su oído.
-¿Qué hora es? -reiteré mi pregunta. Él rodó los ojos y encendió la pantalla de su teléfono.
-9:24 de la mañana.
-¡Quiero comer!
-Pide algo -dijo y se volvió a colocar el auricular. Cabrón.
Una de las sobre cargos se acercó.
Pedí un par de hot cakes y leche de chocolate, ella me preguntó si quería algo para él, dije que no y luego de alejó al otro lugar.
Lucas despertó 20 minutos después, cuando recién traían mi comida.
-Hey, yo quiero -dijo.
-Pide algo -imité sarcásticamente.
-Calla Sophia -pero en vez de pedir algo, durmió de nuevo. Cuándo terminé de comer, saqué un libro que traía y comencé a leer.
La sobrecargo se acercó de nuevo y preguntó si necesitaba algo.
Pedí algo de vino, y al mirarme extraño, le mostré la identificación americana de Lucas. La chica entonces me sonrió extrañada y poco después me trajo el vino.
Lo bebía de a sorbos cuando Lucas abrió un ojo aún dormido.
-¿Qué diablos bebes? -preguntó despabilandose al instante.
-Vino, ¿gustas? -él negó mirándome, arqueando una ceja.
-¿Qué? -pregunté indignada.
-¿Cómo demonios te dieron vino?
-Con tu identificación.
-Pero en Suecia soy menor de edad aún.
-Pero en Estados Unidos no -sonreí maliciosamente.
-¿Y cómo demonios tienes mi ID americana?
-Ya sabes, ¿recuerdas esa vez que me la diste para entrar tu cumpleaños en el club?
-Ya no quiero saber más, sólo, cuidala.
-Bien -dije y me giré a mi derecha para dormir.
-Aterrizamos en 4 horas
-¿En donde?
-Ya te dije, en notedire...
-Ya sé... -interrumpí -niunapalabra.
Y me dejó dormir.
A las 2:00 me despertó, quince minutos antes de aterrizar, y 5 después de que dijeran donde estabamos -porque él me distrajo y yo me idiotice y no vi a donde íbamos-.
-Ya, dime donde estamos.
-Te daré una pista, ópera.
-¿Estamos en Sydney? -pregunté entusiasmada.
-Estamos en Sydney -confirmó.
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Messages
Teen FictionCuando el mejor amigo de Sophia vuelve de Estocolmo, y su mejor amiga está al borde de la muerte, su vida da un giro de 180°. Con un chico enviándole cartas desde el otro lado del país, y una familia disfuncional para ella, Sophia tendrá que tomar...