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Un mes había pasado desde la caza en el bosque.
Me recuperé totalmente de la herida de bala, dejando cero rastros de ella en mi pierna.
Durante los anteriores días, Namjoon durmió a mi lado; argumentando que era porque no estaba del todo sano y cualquier cosa podía pasar.
Lo dejé hacerlo porque, dormir con él se siente bien. Se siente seguro, y cómodo. Y estoy muy seguro de que él lo siente de la misma manera.
Pasamos cada momento posible juntos.
En las horas de comida, cuando no tenemos ningún deber qué cumplir de la empresa y, por supuesto, la hora de dormir.
Los abrazos y besos en la mejilla o frente aumentaron. Y no puedo estar más feliz por sentir sus bonitos labios en mi cara.
De vez en cuando hablamos del pasado, de recuerdos. Permitiendo dejar salir todo lo que nos embargó por tanto tiempo.
Todo ha sido muy bueno en este poco tiempo.
-¿En dónde anda tu cabeza, mugroso?
Salí de mis pensamientos al ver a Jimin en la puerta de mi oficina.
-¿No sabes tocar?
-No, aún no me acostumbro a las puertas.
Dejé salir una risa.
-¿Qué te trae a mi humilde oficina?
-De humilde no tiene nada. -Tomó asiento en uno de los sofá- No te he visto mucho desde aquel día. ¿Has estado bien?
-Sí, he sanado completamente. ¿Qué hay de ti?
-Estoy mejor. Jungkook me ha cuidado bastante.
Moví mis cejas de modo insinuador.
-¿Jeon, eh? ¿Te trata como su protegido, o como algo más?
El sonrojo en su cara me lo dijo todo.
-No es de tu incumbencia. -Se quedó en silencio unos segundos. -Pero creo que esto puede ir más allá, ¿sabes? En serio me gusta, pero no veo claramente si es recíproco. No es muy expresivo.
-Acaban de conocerse, es obvio que no hay señales de que sienta algo por ti en estos momentos. Dale un poco de tiempo, verás cómo te dejará saber sus sentimientos a su manera.
-De verdad sirves para este trabajo. Gracias por el buen consejo.
-¿Cuál "gracias"? Págame. -Reímos por un rato.
Extrañaba esto.
Nos quedamos hablando por un buen rato, hasta que él tuvo que irse con Jungkook.
No me pasó desapercibida la manera en que le acarició el cabello y lo tomó de la mano suavemente.
Estos dos van a terminar muy bien.
Me dediqué a terminar unos cuántos reportes, y como siempre, me quedé dormido por alrededor de 15 minutos.
Sé bien como aprovechar mi tiempo libre.
Traté de verme más despierto debido a que tocaron a la puerta, y no quiero parecer un holgazán en el trabajo.
-Pase.
-Hola, Yoon. -Namjoon me saludó alegremente. -Por tu cara, puedo saber que estabas dormido.
-Solo fueron 15 minutos, de verdad.
-Tienes suerte de ser amigo del jefe.
Amigo y nada más que eso. Auch.
-Sí, soy un zorro con suerte.
Nos quedamos en un no tan cómodo silencio.
-¿Y ya podemos ir a casa?
-A alguien le urge sentir la comodidad de su cama.
Y a ti en ella, también.
-¿Qué puedo decir? Es lo mejor del mundo.
-Vamos a casa, entonces.
Asentí y ordené todo con rápidez. Cerré la puerta y salimos del edificio, directo al estacionamiento.
Aún cuando el camino del trabajo a casa no es mucho, logré quedarme dormido.
-Llegamos, despierta. -Me zarandeó levemente.
-No quiero caminar. ¿Me llevas?
No supe leer la expresión de su rostro, pero unos minutos después, salió del auto y abrió la puerta del copiloto.
Se inclinó para poder tomarme por los muslos, haciendo que enrrollara mis brazos sobre su cuello.
Si no estuviese más dormido que despierto, me habría muerto de la vergüenza al ser cargado por él. Pero se sentía muy cómodo, y encajaba perfectamente al ser bajito.
Sus brazos eran mi lugar seguro.
Caminó dentro de la casa sin dificultad, como si no cargara conmigo en sus brazos.
Me depositó en mi cama y dijo que estaría en la cocina. Me puse la pijama con una lentitud extrema. Cuando al fin estuve vestido, salí de mala gana a la cocina.
Encontré a Namjoon esperando por mí en la mesa, con ramen instantáneo para los dos.
Tomé asiento frente a él y comencé a comer despacio.
-¿Sabías que probé el ramen instantáneo hace un año?- Dijo para romoper el silencio.
-Considerando tu situación, lo hago.
-Me convencieron que era lo menos saludable del mundo, y no me atreví a probarlo ni siquiera en la universidad.
-¿Y qué te hizo probarlo al fin?
-Taehyung me obligó. Aunque ahora lo agradezco; es un manjar que podría comer a diario.
-¿Qué nos impide llenar la cocina de esto?
-¿Mi dinero?
-No te lo crees ni tú.
-Propongo que cenemos esto tres veces a la semana. Será equilibrado.
-Me parece bien.
Todo rastro de sueño que tenía desapareció, y agradecí haber salido a cenar para escucharlo hablar de aquellos momentos que no le confiaba a nadie.
Ambos éramos nuestro lugar seguro, y así lo quiero siempre.
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Volví, mil años después.
Últimamente he estado ocupada tratando de escribir una Week de una nueva shipp, pero se lleva toda mi imaginación. xddddd
