❝Mejor... Ámame correctamente❞
El lugar donde sería la boda estaba preciosamente decorado por varias flores que hacían juego con las sillas blancas, además del arco que tenían algunas flores rosas y amarillas.
Los invitados iban llegando, los cuales se concentraban en ver a su alrededor impresionados, y es que realmente el lugar había quedado precioso.
—Mina, esto quedó precioso. —Halagó Jeongyeon que venía junto a Nayeon, admirando hasta los mas mínimos detalles. Mina sonrió orgullosa.
En el salón donde se haría la fiesta después de la boda había unas habitaciones donde las novias estaban vistiéndose, claro que cada una en distintas habitaciones.
Mientras tanto los invitados se iban sentando y conversaban entre sí, Sana terminaba de acomodarse la corbata azul marino que era del mismo color que su chaqueta y pantalones, su camisa era blanca y sus zapatos negros estaban perfectamente lustrados. Su pelo castaño caía en ondas sobre sus hombros y espalda, con el flequillo a un lado, mostrando su frente.
Suspiró nerviosa, intentando calmar sus nervios. Lo único que quería era que el tiempo pasara rápido para poder ir hacia el altar y por fin poder ver a su futura esposa.
—¿Nerviosa? —preguntó su madre entrando a su habitación. Sana asintió mordiendo su labio.
—Demasiado. —La señora le sonrió enternecida, acercándose hasta su hija acunando con sus manos sus mejillas.— ¿Me veo bien?
—Te ves hermosa, hija. —la castaña sonrió mucho más tranquila al tener a su madre a su lado.— Debes tener curiosidad por saber como está Tzuyu, ¿No? —Su madre le conocía tan bien, Sana solo asintió.— Solo te diré que se ve hermosa, y está igual o más nerviosa que tú. —Acarició la mejilla de su hija con cariño sonriendo.
—¿Pasa algo, mamá? —se alarmó cuando vio una lagrima caer por la mejilla de su madre.
—Es solo que desde que naciste soñé por verte casándote y ahora mira; Estas apunto de casarte. —No estaba llorando porque estaba triste, al contrario, estaba muy feliz por ver que su hija se estaba apunto de casar con, en su opinión, una de las mejores novias que había tenido en todo este tiempo.
—Mamá... —Enternecida acarició las mejillas contrarias. Se abrazaron consolándose mutuamente.
La puerta de la habitación fue abierta, asomándose Chaeyoung.— Siento interrumpir, pero ya es hora, Sana. —Anunció. La hora había llegado.
♫
La música comenzó a sonar, Sana levantó la mirada y pudo ver a Tzuyu caminado junto con su madre. Sonrió instantáneamente al ver a la pelinegra acercarse a ella, siendo correspondida de la misma la forma.
Cuando estaban una frente a la otra se tomaron de las manos. La castaña se dedicó a admirar a su prometida, mirando cada detalle de su vestimenta, como su vestido blanco escarchado al igual que sus tacones, mientras que los pendientes en sus orejas eran unos de corazones de oro pequeños.
—Te ves hermosa. —dijo en un susurro Sana entrelazando sus manos con las de Tzuyu.
—Tu también. —Juntó su frente con la contraria, dándose un beso esquimal.
—Bueno, empecemos. —Inició el juez que estaba encantado por ver el tierno momento, y es que Changbin amaba esa parte de su trabajo, solo esperaba que no viniera la ex de alguna a oponerse porque ya había visto eso tantas veces. Dio su discurso que ya se sabía de memoria, y el momento de su discurso que más amaba había llegado.
—Yo, Minatozaki Sana, te quiero a ti como mi legitima esposa y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida. —dijo Sana diciendo su parte. Nayeon se acercó con los anillos. Sana tomó el anillo de oro para Tzuyu, lo pasó por el dedo anular de la mano izquierda de la pelinegra y relamió sus labios. Al menos no había pasado a tirar el anillo gracias a su torpeza. Firmó el papel y volvió a mirar alegre a Tzuyu.
—Yo, Chou Tzuyu, te quiero a ti como mi legítima esposa y me entrego a ti. prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida. —dijo esta vez Tzuyu tomando el anillo de Sana, pasándolo por el dedo anular de la mano izquierda de la japonesa. finalmente firmó el papel.
—Por el poder que me da el estado de Corea, yo las declaro esposas. Pueden besarse. —La pelinegra rodeó con sus brazos el cuello ajeno, y Sana posó sus manos en la cadera de su ahora esposa. Se acercaron sonriendo, finalmente juntando sus labios.
Los invitados aplaudieron sonrientes y Changbin chilló emocionado. Oficialmente, ya estaban casadas.
Puse a Changbin en el lugar del juez pq Changbin siendo shiper mencanta.
próximamente el epílogo 😔
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-dear future wife ; satzu.
FanfictionCuando Tzuyu iba en el colegio, su profesora le hizo escribir una carta a su futura esposa; En esa carta escribió algunos consejos por si quería ser su único amor. Ahora, años después, se casaría con Sana, y aún sin saber de aquella carta, su futura...