𝐌í𝐨 𝙆𝙤𝙤𝙠𝙫♡🦢

05

Tae:

Después de tantos gruñidos por parte de mi alfa y una pequeña discusión terminamos de cenar y ahora no sé cómo pero terminamos todos en la sala viendo una película, se podía notar lo tenso que estaba el ambiente así que decidí hacer lo primero que se me ocurrió...

Hyunjinie me acompañas a la cocina-dije jalándolo del brazo-

No se como se lo tome pero necesito decírselo.

Necesito que me hagas otro favor-después de decir eso comencé a jugar con mis deditos-

Hj: Ya decía yo que querías algo-dijo haciendo una pequeña sonrisa- qué ocupas?-

Ocupó que cuando ya te vallas me dejes despedirme de ti de b-beso-

Estaba muriendo de pena y el sonrojo que tenía lo confirmaba, solo esperaba que aceptara

Qué dices?- pregunte nervioso-

Hj: Está bien taetae-sonrío-

Muchas gracias hyunjinie, eres el mejor amigo del mundo-dije dándole besos por toda la cara-

Xx: *carraspeo* interrumpo algo?- dijo de brazos cruzados y el ceño fruncido-

Estaba muy nervioso, la mirada de jungkook era muy penetrante y me estaba comenzando a sentir pequeño, no sabía que decir

Hj: No se preocupe, no interrumpe nada; solo estaba hablando con mi omega- dijo sonriendo-

Gracias a dios que hyunjin estaba conmigo, no sé cómo no está nervioso

Bueno...volvamos a la sala alfa—no pude evitar sonrojarme —

Estábamos ya en la sala, realmente no le estaba poniendo mucha atención, solo quería bañarme y dormirme, pasaron unos 45 minutos y ya estábamos terminando de juntar todo

Hj: Bueno ya es hora de irme, un gusto conocerlos, espero verlos pronto-hizo una pequeña reverencia-

Estábamos enfrente de la puerta y sentía la mirada de mis padres por lo que sabía ya era momento de actuar

Adiós alfa—dije sonriendo —
Hj: Adiós omega, nos vemos en la escuela—

Estábamos muy nerviosos pero igual nos fuimos acercando y nos dimos un tierno beso, cuando nos separamos él estaba sonriendo y yo estaba muriendo de la pena, le susurré un pequeño "gracias" y es ahí cuando se fue

No podía con la mirada de mis papás así que en cuanto serró la puerta corrí hacia mi cuarto