Sin reservas - KOOKMIN

V

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Cuando tocaron a su puerta, Jimin sonrió, y se arrepintió de hacerlo. Se había dicho que no iba a emocionarse cada vez que Jungkook viniera. Pero no podía evitarlo, cada vez que se presentaba lo sentía como una pequeña victoria, por no mencionar el hecho de que Jungkook había cumplido con su palabra y realmente llegó a la hora acordada. Taemin nunca lo hizo. Jungkook ya había demostrado ser mejor que Taemin. Le había dicho a Kook que le daría una oportunidad, y por Dios que lo haría, y eso incluía no compararlo con el ex – bastardo – novio.

Llamaron a la puerta de nuevo. – Pequeño. Sé que estás ahí.

- Vamos. - Jimin intentó controlar un poco su emoción y fue directo a la puerta. Realmente le gustaba que el pelinegro fuera difícil de disuadir. Le daba una pequeña esperanza. Tal vez Jungkook podría quedarse a su lado. Jimin negó con la cabeza. No volvería a equivocarse, no nuevamente.

Había un largo camino por recorrer, y él lo sabía. A Jungkook le gustaba ahora. Eso no significaba que el hombre se quedaría una vez que sus amigos y familia comenzarán a ejercer presión sobre él.

Abrió la puerta y Jungkook casi cayó sobre él.

- Hey, Pequeño. - el mayor sonrió y lo sujetó de la nuca para acercarlo a él y besarlo.

Jimin se derritió enredando su lengua con la Jungkook, hasta que su cerebro lo pateó. Desafortunadamente, también lo hizo su polla. El beso, el aroma de Jungkook, todo estaba en su contra. Su polla se endureció en un segundo.

Retrocedió jadeando sin aire. Cuando miró hacia arriba, los ojos de Jungkook habían cambiado a los de lobo.-Kook.

- ¿Huh? - Su mano acariciaba la mejilla de Jimin, pero su mirada no se despegaba de sus labios. – Tienes unos preciosos labios, Pequeño.

La polla de Jimin vibró. Maldito. ¿Cómo podía ser indiferente a eso? El hombre no podía fingir el cambio en sus ojos o una erección, Jungkook lo quería. Y el cuerpo sobre-hormonal de Jimin reaccionó. Con los ojos nublados, Jungkook intentó besarlo nuevamente. Retrocedió con un gemido y parpadeó varias veces, tratando de recuperar el control. Nunca había sentido una atracción física tan grande para alguien. - Kook, pensé que iríamos por algo para comer.

Jungkook parpadeó y se echó atrás, el aturdimiento se reflejaba en su rostro. - Oh, sí. Si. Tenemos que comer. En los juegos de póker por lo general solo se bebe. Así que es mejor tener algo en el estómago antes de ir. – Se hizo a un lado y permitirle salir a Jimin, se aseguró de cerrar la puerta con llave.

- No bebo, ¿recuerdas?

- ¿Ni un poco?

Jimin sacudió la cabeza. – No. Hago cosas estúpidas cuando bebo.

Jungkook sonrió y abrió la puerta del lado del pasajero de su camioneta para Jimin. - ¿Cómo qué?

Jimin rodó los ojos ante la puerta abierta, pero no dijo nada. Se sentía ridículo por que le abriera la puerta, pero también era agradable, por lo que optó por callarse y no decirle nada. – Me rio tontamente. ¿Sabes que el beber da una sensación de mareo? Bueno, yo me siento aterrado por caerme, por lo que me arrastro.

- ¿Te arrastras? - Jungkook cerró su puerta y se apresuró a abrir la del lado de Jimin. ¿En el suelo, a gatas?

- Sí. ¿Hay alguna otra forma de arrastrarse, además de andar sobre tus rodillas?

- Uh, no, pero la visión de ti arrastrándote por el suelo con ese bonito culo tuyo en el aire, debe ser muy buena...

Jimin se atragantó. ¿Jungkook pensaba que tenía un bonito culo? Infiernos, se preguntaba qué haría Kook si se lo ofreciera. No. Mal. Se suponía que debía tomar las cosas con calma. - Uh, ¿Jungkook?