Omega Distinto (Hongmin)

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 11

El alfa abrió la puerta mirando a todos lados.
 
-Vamos ya mocoso.
 
Hongjoong abrió sus ojos de par en par y negó con su cabeza repetidas veces.
 
-Tío es muy pronto. No, no yo puedo esperar más.
 
-Solo confía en mi. Él va a perdonarte.
 
Hongjoong dejó de resistirse a que el mayor lo arrastrara por el pasillo junto con su maleta.
El mayor le insistió que fuera a la casa de su madre. Lugar en donde esta su omega. JunHong le repitió miles de veces que entre más antes arreglara el asunto sería mejor para los dos y tiene toda la razón pero él no está muy seguro.
Caminaron por las calles de Incheon. Ya es bastante tarde y el último autobús salió hace una hora.
 
-¿Y ahora qué tío?
 
Comentó el alfa cuando se dio cuenta que sería imposible poder llegar hasta Mingi.

-Ya verás.
 
Fueron a una especie de taller mecánico que no estaba tan lejos de la parada de autobús. El mayor sacó su teléfono y marcó un número.
Enseguida le contestaron. Hongjoong juntó ambas cejas al ver como las puertas del taller se abren conforme minho va hablando de manera animada. 
 
Un auto de color negro salió estacionándose justo frente a ellos. El rubio colgó.
 
-Bien es hora de arreglar este drama. Vamos Hongjoong.
 
JunHong se acercó al auto. De él salió una chica de cabello corto llena de tatuajes y con sus labios pintados de negro.
 
-Gracias Chanmi.
 
-De nada cuchurumin.
 
La chica volvió al taller y cerró la gran puerta metálica. 

Hongjoong negó con su cabeza y se acomodó en el asiento de copiloto dejando su maleta en los asientos traseros.
El camino se le hizo tan eterno.
Siente como su lobo hace acto de presencia, su olor a yerbabuena y té verde se incrementa por la emoción de ver nuevamente a su omega.
 
-Apestas amigo.
 
El mayor arrugó su nariz e hizo un movimiento con su mano como si pudiera alejar el olor con esa acción.
Unos minutos después llegaron a casa en silencio. El auto fue estacionado frente a la casa.
Hongjoong tiene los nervios a flor de piel y jamás se había sentido de esta manera.
 
-Tranquilo mocoso, lo más probable es que mamá y Mingi estén dormidos, asintió intentando tranquilizarse un poco. 
Siguió al rubio viendo como abre la puerta con cuidado. Para su sorpresa todo esta oscuro y en total silencio pero hubo algo en el aire que llamó su atención.
El mayor bajo su voz y se acercó al más bajo.
 
-Puedes ir a su habitación. Con cuidado y no hagan mucho ruido.

El platinado esta por abrir la boca pero su cuerpo se paralizó cuando el fuerte olor a rosas y mora golpeo su nariz.
 
Omega.
 
Nuestro omega.
 
Su lobo aúlla desesperado por querer atender a su pareja.
 
-Eres un desgraciado tío JunHong. Mingi está en celo.
 

Su voz salió en un suave susurro y las mejillas se le pintaron de un potente rojo.
El mayor quiso reír a carcajadas pero se contuvo de hacerlo.
 
-Soy el mejor. Ahora ve y arregla esto que no me gusta verlos tristes.

El menor entró a la casa y tuvo extremo cuidado al caminar. Hasta que dio con aquella puerta tan conocida para él. Giró el pomo y entró cerrando con cuidado tras su espalda.
El olor a rosas y mora se incrementó demasiado dejando a su paso las feromonas de excitación.
Respiro varias veces para calmarse y no lanzarse sobre el pelinegro.
Su instinto animal solo quiere tomar a ese omega.
Pero su lado humano sabe que no es el momento para eso así que se controló todo lo que pudo.
 
Observa el frágil cuerpo que descansa tranquilamente sobre la cama. El mayor está hecho una bolita mientras abraza un peluche.
Descansa en posición fetal mientras deja salir suspiros desde lo más profundo de su pecho.
 
Hongjoong toma asiento en la orilla de la cama viendo más de cerca.
El mayor no logra ver mucho por que la única luz que ilumina la habitación es la luna.

El menor comienza a removerse incómodo aquel olor que ha estado extrañando por días lo olfatea por toda la habitación y eso solo provocó que abriera los ojos.
Por un momento se asusto al ver a un intruso en su habitación y se alejó rápido pegándose a la pared sintiendo el terror invadirle el pecho. Estaba a punto de gritar por ayuda.
 
-Tranquilo, soy yo..
 
Aquella voz tan suave y dulce solo lo hizo confundirse.
 
-¿H-Hongjoong?
 
-Si Mingi, soy yo.
 
Inmediatamente los ojos del menor se cristalizaron, se aferró a la cobija y limpió las lágrimas de sus mejillas.
Ahora esta tan sensible y quiere lanzarse a los brazos del menor.
 
-¿Q-qué haces aquí?

Hongjoong y Mingi nunca fueron una pareja de discutir mucho.
Pocas veces tenían problemas, si ocurría era por lo dominante que es Hongjoong y alguno que otro berrinche del pelinegro.
El mayor siempre fue demasiado tranquilo, nunca duraba tanto tiempo enojado con Kim por que simplemente no podía el platinado se había convertido en su debilidad hace muchos años atrás.
 
-Yo vine para disculparme. Se que piensas que yo bese a Wendy pero no fue así.
Ella te estaba insultando y yo no podía permitir eso. Así que cuando salimos de la clase me enoje tanto que la empujé contra un casillero. Créeme que si no hubiera sido hombre la dejaría muerta. Pero no soy ese tipo de chico, ella te faltó al respeto a tí y a mí. Esto fue una equivocación. No va más allá de una situación romántica. 
 

El mayor hizo un ligero puchero no muy seguro de lo que está escuchando.
 
-¿Cómo se que no mientes?
 
Hongjoong suspiró profundamente. Esto sería difícil de lo que pensaba.

¿Cuántas veces tengo que repetirlo Mingi? ¿Dime? ¿No es suficiente para ti todo lo que hago? Yo no espero que me des algo a cambio. Te cuido, estoy a tu lado, nunca te dejo solo y te doy todo lo que quieras. Siempre te digo lo hermoso que eres para mi y lo que significas en mi vida. Deje mi hogar por tí solo por tí. Por que creo que eres lo mejor de este asqueroso mundo. Alegras mi vida de una manera magnífica y me duele que no puedas creer en todo el amor que te tengo por tus inseguridades. Como dije antes no espero nada de ti solo quiero que mediante palabras y principalmente acciones veas que yo realmente te amo y que no me importa lo que diga las personas digan de tí o de mí por que al final del día solo somos Hongjoong y Mingi. Los dos chicos enamorados que no pueden dejar de amarse.
 
El menor dejó salir su llanto silencioso. Hongjoong tiene razón, él siempre se esforzó por demostrarle el amor que le tiene con acciones y palabras. Jamás dudó de los sentimientos del alfa hacía él pero ver aquello fue otro tema distinto
 
Mientras que el alfa lo ama e intenta demostrarlo con total sinceridad él se sumerge en sus pensamientos pesimistas. 

Se acercó despacito hacia al alfa envolviendo sus brazos sobre los hombros contrarios mientras deja salir sus lágrimas.
 
-Lo siento tanto Hongjoong. Siento no haber podido notar tus acciones para demostrarme cuanto me amas y sobre todo no escucharte a causa de mi enojo.
 
-No Mingi.... Soy yo el que tengo que pedir perdón por dejar que Wendy me besara. Aunque eso me tomó por sorpresa hasta a mí.
 
Se quedaron unos minutos abrazados intentando que sus corazones se calmaran un poco.
 
El pelinegro se alejó un poco de su alfa para intentar ver su rostro aunque solo notó el brillo en sus ojos.
 
-¿P-puedes dormir conmigo?
 
-¿Estás seguro? Andas en celo y ahora mismo me estoy conteniendo.
 
-No importa.

Ante esta situación decidió quedarse con su ropa y solo quitó los zapatos. Se escabulló entre las sabanas siendo recibido por ese olor dulce. Abrazó a Mingi escondiéndolo contra su pecho.
 
Extraño tanto esto. Sentir el delgado cuerpo del menor contra el suyo, embriagarse de ese delicioso olor a rosas y mora. Sentirse querido y protegido. Cuando esta al lado de su omega se siente envuelto por una dulzura, tranquilidad y paz.
 
A veces  quisiera dejar todo botado, hacerse chiquito y mudarse al corazón de Mingi.
Por que ese es el lugar más hermoso y cálido en el que pueda vivir.

~🌼~

(¿Como es posible tanta ternura?)