Amelia Court

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- Ethan Noble, un placer -respondió mientras inclinaba ligeramente la cabeza.

- Lady Amelia lo espera abajo en el comedor -Belfast dio un paso hacia la puerta y Ethan la siguió.

Caminaron juntos por el pasillo. Ethan la observaba, examinaba su rostro buscando algún indicio...nada. Si él no supiera la verdad, no tendría forma de diferenciarla de una mujer real.

- Ocurre algo, señor Noble? -preguntó Belfast sin desacelerar el paso.

- No, lo siento. Tengo un par de cosas en la cabeza -se disculpó Ethan- Tal parece que tenemos un amigo en común -hizo una pausa para captar su atención- Milton Jones...

Belfast regresó la mirada al frente y giró hacia el pasillo de la izquierda. Ethan la siguió.

- Ya veo -dijo finalmente- En ese caso, espero serle de ayuda durante su estancia señor Noble.

- Preferiría solo Ethan de ser posible.

- Me temo que no podrá ser Señor -respondió Belfast mientras le señalaba las escaleras con la mano extendida- Como sirvienta de Hampton Court, debo guardar ciertas apariencias ante los demás. Aunque puedo llamarlo como desee cuando estemos a solas.

Ethan asintió y giró con Belfast hacia la derecha luego de bajar las escaleras.

- Es cierto, debemos encontrar algún lugar para reunirnos.

- Podremos discutir sobre ello más tarde -Belfast se detuvo en frente a dos puertas grandes de madera y sostuvo las manijas- Por ahora disfrute su cena, señor Noble -y las abrió de par en par.

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Amelia Court lo esperaba sentada en uno de los extremos de la gran mesa que se encontraba al centro de la habitación. Llevaba un vestido blanco con cortes marrones que resaltaban sus ojos verdes. Tenía el cabello suelto. Ethan la saludó y se sentó a su lado. Las sirvientas, que estaban apoyadas contra la pared, se apresuraron a servir la comida.

- Espero que la cena esté siendo de su agrado señor Ethan -dijo Amelia al cabo de unos minutos.

Ethan se apresuró a pasar el último bocado para responder.

- Por supuesto -contestó.

- Me alegro -dijo Amelia con una sonrisa- Me encantó su obra, una amiga mía me prestó su ejemplar. La trama me resultó de lo más interesante. De dónde surgió la idea?

Ethan se detuvo un momento y apoyó los antebrazos sobre la mesa.

- Algunos sucesos en mi vida durante estos últimos años me llevaron a hacerme estas preguntas: Qué es lo que nos hace humanos?, Qué nos diferencia de una máquina que pueda realizar las mismas cosas que un humano? o formulándola de otra manera, Qué le falta a las máquinas para ser consideradas como humanos?. De esta última pregunta parte el protagonista.

- Fascinante -Amelia lo miraba con atención- Entonces señor Ethan. Qué es lo que nos hace humanos?

- Bueno, en el libro hablo de dos condiciones -Ethan levantó el dedo meñique- En resumen, entender emociones simples y complejas -levantó el dedo anular- Y la empatía, ser capaz de ponerte en el lugar del otro.

Amelia asintió complacida.

- Si me permite, yo agregaría una condición más -percibió la curiosidad en la mirada de Ethan- Ser consciente de lo que eres. Saber para qué existes no es algo que una computadora se plantee, solo sigue órdenes preestablecidas -hizo una pausa- Qué opina, señor Ethan?

La conversación continuó por tres cuartos de hora más. Luego de terminarse todo lo que estaba en la mesa. Amelia concluyó.

- He disfrutado mucho de este tiempo juntos, señor Ethan -Amelia se levantó y se dirigió a una de sus criadas- Isla, acércate por favor.

Una chica rubia y esbelta dejó su puesto pegada a la pared para acercarse a la mesa.

- Seguro ya conoces a nuestro invitado, el señor Ethan -Isla hizo una reverencia en dirección a Ethan. Amelia se dirigió a él- Ella es Isla, estará a su disposición para todo lo que necesite mientras se encuentre en esta casa. Es algo distraída, espero no le cause muchos problemas.

Ethan asintió y le dedicó una sonrisa a Isla, ella se sonrojó.

- Siéntase libre de disfrutar de las instalaciones, espero que propicien su imaginación. Estoy ansiosa por leer su nuevo libro -Amelia se levantó de su asiento- Ahora si me disculpa, debo atender algunos asuntos.

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Isla acompañó a Ethan de vuelta a su habitación. No hablaron durante todo el camino, lo que permitió al señor Noble prestarle atención a las decoraciones de la casa, observar los cuadros, apreciar el tapiz de las paredes y notar cuan largos eran los pasillos de la mansión. Cuando hizo el mismo recorrido con Belfast no prestó atención a esos detalles.

- Vaya por Dios! -exclamó repentinamente Isla- Olvidé llevarle el cambio de ropa a Lady Amelia -se cubrió la boca con las manos.

"Algo distraída eh" pensó Ethan.

- Yo puedo seguir desde aquí Isla -dijo Ethan.

- Gracias señor Noble -Isla respondió con gratitud y apuntó con su dedo- Su habitación se encuentra al final de este pasillo. De nuevo le agradezco -Isla emprendió su marcha. Primero despacio, para luego empezar a correr.

Ethan rió para sí mismo. Alguien le tocó el hombro y él giró para ver quién era.

- Eso nos dará unos minutos -esuchó decir a Belfast, quien le sonrió.

Caminaron juntos por el pequeño pasillo que se encontraba a unos cuantos pasos del cuarto de Ethan. Ella se alejó de él y se detuvo al lado de una mesilla donde descansaba un florero.

- Me presento de nuevo. Soy Belfast, el segundo barco de la clase Edimburgo -dijo acompañado de una pequeña reverencia, mientras alzaba ligeramente los extremos de su vestido.

- Solo Ethan en mi caso -respondió luego de inclinar un poco la cabeza.

- Es una pena que Lady Amelia no me encargase su cuidado.

- Si, nos dificultará un poco el tener tiempo a solas.

Belfast comenzó a acomodar las flores de la mesa.

- Aunque a la vez tenemos suerte de que eligiera a Isla -dijo Belfast- Situaciones como la de antes son más comunes de lo que puedas creer con ella -dejó las flores y colocó sus manos detrás de ella- De todas maneras, yo me encargo de la limpieza en esta planta. Así que encontraremos algún momento para reunirnos.

- Mañana comenzaré a explorar la casa -dijo Ethan.

- Entendido. Creo que ya es tiempo de que se vaya a dormir. Seguro tuvo un largo viaje.

Ethan se dirigió a la puerta de su habitación y volvió a mirar a Belfast. Seguía en medio del pasillo, con los brazos detrás de ella y la cabeza un poco inclinada.

- Buenas noches Ethan -la esuchó decir en un tono bajo y amigable.










Belfast x Comandante (Shikikan Series)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora