Capítulo uno
La asignación
Antes que nada coincidero en que ustedes deberían saber quien soy, mucho gusto Sofía Stivens a sus servicios. Soy una chica de 18 años de un 1,57, cabello rizado castaño, estoy en mi penúltimo año de preparatoria, la misma que deseo terminar lo más pronto posible, para trasladarme y estudiar en otra ciudad, no es que la mía tenga algo de malo, pero me gustaría tener la experiencia de saber que se siente estar en un ambiente diferente.
Imagino que se preguntarán ¿Cómo comenzó toda esta historia? Pues, bienvenidos al principio del el caos como le llamo yo.
-Mierda- murmuré mirando la alarma del celular.
Dato curioso, despertarme temprano no era algo que se me diera muy bien que digamos.
-Mierda, mierda-
¿Dónde carajos estará mi sostén rosa? -¡Por el chocolate!
Otro dato importante la organización tampoco es una mis fortalezas je. Así que da la mala suerte de que cuando estoy apurada nunca encuentro lo que busco. Me rindo en la búsqueda y tomó el primero que encuentro.
No se si soy la única que tiene algo así como un sostén favorito, gracias a lo cómodo que es, pero bueno.
¿Han visto un chihuahua faltandole la respiración? No, bueno, pues así estaba yo al llegar al recinto.
Agradecida con la vida, mi buena mejor amiga Amber Willians estaba ahí para salvarme de un futuro paro cardíaco gracias a mi corrida olimpica, extiende su mano pasandome una botella de agua.
Bebo el líquido, y al terminar no puedo evitar hacer en satisfacción- ¡Hah!
Amber es una chica de ojos grandes, cabello castaño y un poco ondulado, somos amigas desde hace 3 años y a decir verdad creo que ella ha sido una de las pocas cosas buenas que tiene para brindar la escuela, de alguna manera es un poco diferente a mi, y todo a que es porque es un poco más extrovertida que yo y, siempre quiere verle el lado bueno a las cosas y a las personas.
-¿Se te hizo tarde verdad? -la pregunta de Amber me causa cierta gracia porque aún sabiendo la respuesta hace la pregunta.
-¿Para qué preguntas si sabes la respuesta? - Respondo cobrando la compostura
-¿Sabias que es de mala educación responder una pregunta con otra pregunta?- y así nos la pasamos hasta llegar a clases.
El discutir sin ninguna causa razonable es nuestra pasión, otras mejores amigas se la pasarían diciendo lo mucho que se quieren, pero Amber y yo nos vivimos matandonos y lo mejor es que ambas sabemos que es nuestra forma de decirnos que nos queremos.
-Buenos días clases, espero que hayan disfrutado sus vacaciones- El profesor Hutman era el profesor de Literatura, él era ese tipo de profesor de baja estatura y con carencia de pelo en su cabeza por así decirlo, empezar el día con está asignatura, era una señal de los dioses diciéndome que hoy será un día maravilloso.
Amo esta asignatura, realmente cuando termine la preparatoria me gustaría entrar a la universidad y estudiar para ser profesora de literatura, seria increíble la verdad.
El profesor había comenzando la clase y transcurrían unos cuantos minutos cuando es interrumpido de manera abrupta por por nada más y nada menos que cara de guayaba como le digo yo, mejor conocido como Roman
Realmente me causa mucha gracia la cara del profesor, es una mezcla de enojo e indredulidad debido a que nadie en su sano juicio había llegado tarde a su clase.
-No me habían informado de que se podía llegar a la hora que se quisiese - El profesor Hutman estaba tan enojado que creí en ese momento que del enojo le crecería el pelo.
-Disculpe no volverá a pasar- La voz de Roman salia con suma indiferencia, ni siquiera se habia molestado en mirarle la cara a el profesor.
-Lo dejaré pasar solo porqué es el primer dia de clases, pero que no se vuelva a repetir, adelante y tomé asiento junto a la señorita Robinson-
Probablemente por sus cabecitas pase de la duda de ¿Quién es la señorita Robinson?.
Bueno les cuento Charlotte Robinson es alguien de suma importancia gracias a que es la sobrina del director, el año pasado su hermana Amelia Robinson falleció en un trágico accidente y desde entonces ya no es la misma. Muchas personas dirán pasó un año ya es tiempo de superarlo, pero la verdad es que la muerte de un ser querido nunca se termina de superar, solo se aprende a vivir con el dolor y con la esperanza de que esa persona que queremos esta en un mejor lugar.
El profesor Hutman continuó con su clase y nos informó que dejaría una serie de libros para que lo estudiaramos en pareja y realizaramos un ensayo del mismo, al prinpio me emocione mucho porque obvio lo haría con Amber éramos un gran equipo juntas, pero luego el profesor dijo algo que quito la sonrisa del rostro de Amber; Si adivinan les debo una oreo.
Y si lo dijo.
-Yo elegiré las parejas- Por una clara razón eso no me emocionó, no soy muy fácil de entrar en conversación con alguien no importan las circunstancias.
-La señorita Willians con la señorita Robinson.
La cara de Amber fue comedia pura, no porque le desagradara Charlotte, más bien era porque ella al igual que yo pensaba hacer pareja conmigo.
Y así continuó el profesor con los demás, hasta que por fin mencionó mi nombre.
-La señorita Slow con el joven Snow
-Él entrará mañana profe- Había dicho una chica llamada Laura si mal no recuerdo
-Bueno usted hará el trabajo con él señorita Morgan así que póngalo al tanto de la asignación, y usted señorita Slow lo hará con el joven Smith- Decía mientras su mirada viajaba desde mi lugar a Roman.
No puede ser.
Señor no me castigues así plis. Me empezaré a portar bien, dejaré de burlarme de la calva del maestro.
Esto tiene que ser una broma los ojos del "joven Smith'' o mejor conocido como Roman Smith y los míos se encontraron y por alguna extraña razón eso hizo un nudo en mi estómago, y creo saber muy bien el porque.
flashback
Cuando estábamos en el jardín de niños solía columpiarme hasta que mamá fuera por mi, ella solía irme a buscar un poco más tarde por la clara razón de que su trabajo quedaba un poco lejos.
-Hola Sofí
-Hola Roman
-¿Me prestarías el columpio un rato hasta que vengan por mi?- su voz fue en tono de súplica pero...
-No, lo estoy usando- pensé que se había dado vuelta para irse pero no.
Ese pequeño demonio me tiró del columpio y mi cara impacto con el suelo, me había partido la nariz.
Durante una semana mi nariz estuvo roja y hinchada, durante esa semana los demás niños se burlaron de mi diciendo que parecía el payaso de McDonald.
-Sofí parece un payaso, el payaso de
McDonald-Cantaban una y otra vez.Fin del flashback
Gire nuevamente a mirarlo, y si al parecer el tuvo el mismo recuerdo porque también giro verme y plantó la sonrisa más cínica que he podido ver en toda mi vida.
-Desgraciado.
ESTÁS LEYENDO
ROMAN
Teen FictionEn ocasiones nos toca ser salvavidas de personas que no quieren ser salvadas, como lo es Roman, nunca imaginé que podría convertirme en ancla de un barco que estaba destinado a hundirse. Pero bueno, las cosas que hacemos por amor son inexplicables. ...