La idea de hacer el trabajo con Roman no era algo que me alegrará mucho por así decirlo, y sé que pueden llegar a decirme inmadura por no soportar a alguien de algo que pasó hace tiempo, pero a causa de todo eso, recibí muchas burlas desde que mi nariz parecía un tómate, hasta que parecía al payaso de McDonald.
Las clases habían terminado, y yo solo solo pensaba el hecho de tener que hacer el ensayo con el idiota de Roman.
Dios ¿Por qué a mi? Prometo dejar de leer puro erótico pero no me castigues así.
-Entonces ¿A qué hora nos vemos?- Roman tenía plasmada esa sonrisa en el rostro que lo caracterizaba como un niño bueno
Je si supieran que de bueno no tiene ni el nombre.
-Mmm no lo sé- traté de que mi voz sonará lo más indiferente posible, quería que se alejará de mí.
-No puedes seguir molesta por algo que pasó hace tiempo, es algo totalmente inmaduro de tú parte- Sus ojos me miraban con suma atención
Tiene que ser broma, realmente tiene que ser una jodida broma
-Pues fíjate que si puedo estarlo y tengo todo el derecho a estarlo, a fin de cuentas fuí yo quien tuvo que aguantar todas las burlas- Bien me estaba enojando, su cinismo me estaba enojando.
-Si sirve de algo te pido disculpas, pero fue tú culpa por estar de pesada-
Ok, si seguía hablando le cortaría la lengua y se la daría de comer a Reyna, para los que no saben Reyna es mi perra.
-¡Oye! ¿Sabes qué? Métete tus disculpas por el chiquito y permiso, que voy tarde a mi siguiente clase-
-A las 5 en mi casa para hacer el ensayo Sofía, espero que tú orgullo te permita ir-
Menos mal y se fue porque otra cosa que dijera y su lengua sería alimento para Reyna.
Las horas habían pasado y al salir de la escuela pude divisar al estúpido ése de Roman, estaba con la chica creo que llamada Laura.
-¿Qué tanto miras? -La voz de Amber me había tomado por sorpresa
-¿Acaso piensas matarme de un infarto mujer?-
-Je, quizás. ¿Cuándo irás hacer el ensayo?- Amber sabía que Roman no me agradaba y no sólo por lo que pasó de niños, es más bien por querer fingir algo que no es, detesto a las personas así, que aparentan algo que no son.
-Dijo que fuera a las 5 a su casa para que lo hiciéramos ¿Y tú?-
Eso se escuchó feo.
-Charlotte dijo que nos iríamos juntas para empezarlo, estoy esperando a que salga con el director para irnos- Puse una mano en mi pecho fingiendo indignación.
-Cuidado si me engañas mujer- Empezamos a reírnos como unas dementes.
Al llegar a casa decido darme un pequeño baño y arreglarme para ir hacer el estúpido ensayo con Roman, realmente no tenía ganas de salir.
Como de costumbre
Pero tampoco quería tener una mala calificación, y que mamá me asesinara por eso. Tomé un vestido suelto floral de color azul, y deje mi pelo suelto.
Al llegar a casa de Roman y tocar tres veces una niña más o menos de unos 10 años me recibe
-Hola, soy compañera de Roman- Traté de sonar lo más amable posible.
-Hola, soy Zoé- La niña me había dejado pasar y sentarme en la sala, era muy bonita debo admitirlo, tenía el cabello sumamente rizado y sus ojos eran grandes pero también bonitos de color marrón.
-Puedes sentirte en casa, él vendrá en un momento- dijo para después desaparecer por las escaleras.
Me había dedicado a sacar el móvil para chequear mis redes sociales, hasta que desde un pasillo que se encontraba al lado de la sala se empezaron a escuchar fuertes sonidos, o mejor dicho gemidos.
-¡Ah, ah, si, sigue, ah!
Esto no puede estar mejor (nótese el sarcasmo) y como si Dios quisiera contestar mi oración los sonidos dejaron de escucharse y de ese pasillo venia saliendo nada más y nada menos que Laura seguido de mi queridisimo compañero Roman.
(Nótese el sarcasmo)
-¡Oh Sofía! No sabía que estabas aquí
Idiota.
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ROMAN
Teen FictionEn ocasiones nos toca ser salvavidas de personas que no quieren ser salvadas, como lo es Roman, nunca imaginé que podría convertirme en ancla de un barco que estaba destinado a hundirse. Pero bueno, las cosas que hacemos por amor son inexplicables. ...