Capítulo 2

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La idea de hacer el trabajo con Roman no era algo que me alegrará mucho por así decirlo, y sé que pueden llegar a decirme inmadura por no soportar a alguien de algo que pasó hace tiempo, pero a causa de todo eso, recibí muchas burlas desde que mi nariz parecía un tómate, hasta que parecía al payaso de McDonald.

Las clases habían terminado, y yo solo solo pensaba el hecho de tener que hacer el ensayo con el idiota de Roman.

Dios ¿Por qué a mi? Prometo dejar de leer puro erótico pero no me castigues así.

-Entonces ¿A qué hora nos vemos?- Roman tenía plasmada esa sonrisa en el rostro que lo caracterizaba como un niño bueno

Je si supieran que de bueno no tiene ni el nombre.

-Mmm no lo sé- traté de que mi voz sonará lo más indiferente posible, quería que se alejará de mí.

-No puedes seguir molesta por algo que pasó hace tiempo, es algo totalmente inmaduro de tú parte- Sus ojos me miraban con suma atención

Tiene que ser broma, realmente tiene que ser una jodida broma

-Pues fíjate que si puedo estarlo y tengo todo el derecho a estarlo, a fin de cuentas fuí yo quien tuvo que aguantar todas las burlas- Bien me estaba enojando, su cinismo me estaba enojando.

-Si sirve de algo te pido disculpas, pero fue tú culpa por estar de pesada-

Ok, si seguía hablando le cortaría la lengua y se la daría de comer a Reyna, para los que no saben Reyna es mi perra.

-¡Oye! ¿Sabes qué? Métete tus disculpas por el chiquito y permiso, que voy tarde a mi siguiente clase-

-A las 5 en mi casa para hacer el ensayo Sofía, espero que tú orgullo te permita ir-

Menos mal y se fue porque otra cosa que dijera y su lengua sería alimento para Reyna.

Las horas habían pasado y al salir de la escuela pude divisar al estúpido ése de Roman, estaba con la chica creo que llamada Laura.

-¿Qué tanto miras? -La voz de Amber me había tomado por sorpresa

-¿Acaso piensas matarme de un infarto mujer?-

-Je, quizás. ¿Cuándo irás hacer el ensayo?- Amber sabía que Roman no me agradaba y no sólo por lo que pasó de niños, es más bien por querer fingir algo que no es, detesto a las personas así, que aparentan algo que no son.

-Dijo que fuera a las 5 a su casa para que lo hiciéramos ¿Y tú?-

Eso se escuchó feo.

-Charlotte dijo que nos iríamos juntas para empezarlo, estoy esperando a que salga con el director para irnos- Puse una mano en mi pecho fingiendo indignación.

-Cuidado si me engañas mujer- Empezamos a reírnos como unas dementes.

Al llegar a casa decido darme un pequeño baño y arreglarme para ir hacer el estúpido ensayo con Roman, realmente no tenía ganas de salir.

Como de costumbre

Pero tampoco quería tener una mala calificación, y que mamá me asesinara por eso. Tomé un vestido suelto floral de color azul, y deje mi pelo suelto.

Al llegar a casa de Roman y tocar tres veces una niña más o menos de unos 10 años me recibe

-Hola, soy compañera de Roman- Traté de sonar lo más amable posible.

-Hola, soy Zoé- La niña me había dejado pasar y sentarme en la sala, era muy bonita debo admitirlo, tenía el cabello sumamente rizado y sus ojos eran grandes pero también bonitos de color marrón.

-Puedes sentirte en casa, él vendrá en un momento- dijo para después desaparecer por las escaleras.

Me había dedicado a sacar el móvil para chequear mis redes sociales, hasta que desde un pasillo que se encontraba al lado de la sala se empezaron a escuchar fuertes sonidos, o mejor dicho gemidos.

-¡Ah, ah, si, sigue, ah!

Esto no puede estar mejor (nótese el sarcasmo) y como si Dios quisiera contestar mi oración los sonidos dejaron de escucharse y de ese pasillo venia saliendo nada más y nada menos que Laura seguido de mi queridisimo compañero Roman.

(Nótese el sarcasmo)

-¡Oh Sofía! No sabía que estabas aquí

Idiota.

ROMANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora