La Fiesta. Capítulo 5
Las dos últimas semanas habían pasado con bastante rapidez y normalidad, había tomado el castigo con Laura y Roman, afortunadamente nos habían asignado limpiar aulas por separado así que no tuve que lidiar con el fastidioso de Roman, aunque no puedo evitar recordar lo que escuché y lo que vi cuando salí al patio trasero de la escuela a sacudir los borradores.
Gemidos, se escuchaban gemidos, al parecer se estaba volviendo costumbre eso de escuchar los gemidos de las personas haciendo el delicioso, o, bueno mejor dicho los de Laura y Roman.
Intenté ver de donde provenía el sonido hasta que me asomé por una de las ventanas que daban a una de las aulas, la imagen de Laura encima de Roman sobre el escritorio es algo que no se borra muy fácilmente de mi cabeza.
Él no me había vuelto a buscar y lo agradecía desde lo profundo de mi corazón.
Sábado en la noche, Amber y Charlotte se encontraban alistandose para una fiesta que uno de los amigos de Roman había organizado, por otro lado ambas habían comenzado a salir y la verdad me sentía muy feliz por ellas.
-¿No piensas arreglarte? - La mirada burlona de Amber y su voz despectiva me dejaron en claro que no estaba de acuerdo con mi vestimenta.
-Ya estoy cambiada- Me había puesto un suéter rojo y unos jeans, necesitaba sentirme cómoda. Pero como Amber y Charlotte insistían en que las dejará arreglarme, no me quedó de otra que aceptar arregañadientes.
-Eres una mujer joven, con tremendo cuerpazo y insistes en vestir como una anciana- Decía Amber que no dejaba de rebuscar en todo mi armario para encontrar algo "adecuado" para la ocasión según ella.
-No visto como una anciana- Me defendí, quizás mi manera de vestir no era algo muy llamativa que digamos.
-Perfecto- Decía Charlotte, que había ayudado a su novia a rebuscar todo mi armario, sostenía un vestido negro de tirantes algo corto para mi gusto, me lo había regalado Amber el año pasado el día de mi cumpleaños.
Ya arregladas, me dí una última mirada en el espejo y realmente me gustaba lo que veía, tenía el vestido negro de tirantes puesto, mi cabello rizo caía a mis lados y mis converse, me había negado rotundamente a llevar cualquier zapato que llevara tacones y por último un maquillaje sencillo que me había hecho Charlotte.
-Estás hermosa- Dijeron ambas al unísono.
Al llegar a la fiesta todo era alcohol, música y personas haciendo Dios sabe que en cada esquina.
Amber y Charlotte fueron a la pista de baile improvisada que se encontraba en medio de la enorme casa, yo por otro lado decí tomar algo en el bar que se encontraba en la esquina de la misma, necesitaba soltarme andaba muy tensa últimamente.-Hola- Saludé al chico que se encontraba detrás de la barra, tenía el cabello rubio con pequeños mechones verdes y sus ojos aún por la poca luz que había pude distinguir que eran azules.
-¿Te puedo ofrecer algo?-
-La bebida más fuerte que tengas, por favor- Necesitaba algo fuerte y que hiciera efecto rápido, necesitaba relajarme. Urgente.
-Aquí tienes, a esto yo le llamo Orgía-
Mi cara debio haber sido un meme, por la carcajada que emitió. Al principio su sabor es dulce pero cuando baja sientes un calor indescriptible, por un momento la cabeza me dió vueltas, recuperé el equilibrio.
Me uní a las chicas y empecé a bailar al ritmo de la música, mis caderas se movían de un lado a otro, mis manos subían y bajaban por todo mi cuerpo, me sentía bien, me sentía jodidamente bien.
Unas manos agarraron mi cintura y no pude evitar seguir bailando hasta que escuche su voz.
-No juegues con fuego, te terminarás quemando Sofí-
Roman
Me giré para verlo y en su mirada solo pude encontrar algo como:
¿Deseo? ¿A caso me deseas Roman?
ESTÁS LEYENDO
ROMAN
Teen FictionEn ocasiones nos toca ser salvavidas de personas que no quieren ser salvadas, como lo es Roman, nunca imaginé que podría convertirme en ancla de un barco que estaba destinado a hundirse. Pero bueno, las cosas que hacemos por amor son inexplicables. ...