Harley.
Presente...
El juez dicta su sentencia y falla a mi favor. Mantengo mi rostro con expresión profesional, no puedo ponerme a brincar de emoción en plena sala, pero por dentro estoy muy feliz, porque ése bastardo al que acabo de dejar sin nada, se lo merecía.
— Muchas gracias, Srta Dasthon. En verdad— mi clienta me abraza con lágrimas en los ojos.
— Tranquila, ahora vámonos de aquí porque muchas veces las cosas se salen de control.
La señora Deivis asiente y toma su bolsa con dignidad. Me alegra mucho verla así, regia y triunfante delante de un cabron que se burló de ella por años junto con la zorra de su amante.
Firmo los documentos pertinentes y estrecho la mano del juez y de mi contraparte, antes de salir del lugar. Mí clienta me espera afuera a la espera de que le aclare algunas dudas.
— Enbargarán sus cuentas, y a partir de dos semanas todas sus propiedades pasarán a tu nombre.
— ¿Incluyendo la casa que le compró?
— Absolutamente todo. Tú eres su esposa legal, y esa casa fue comprada dentro del matrimonio, por lo que es parte de los bienes en común.
Sonríe satisfecha dándome otro abrazo.
— Vamos a almorzar— ofrece.
— Me encantaría, pero tengo una reunión importante dentro de media hora— miento rechazando la oferta— pero podemos celebrar después ¿Vale?
Asiente y me despido de ella subiendo a mi auto. Conduzco hasta a mi apartamento, sintiéndome agotada. Aún no me acostumbro a ir de un lado a otro montada en agujas.
— Cariño, la comida ya está lista— me informa mi madre apenas llego.
— Me daré una ducha primero— beso su frente y me voy a mi habitación.
Me gusta mí carrera y desde que abrí mi propio bufete no he perdido ningún caso. Eso es algo que me encanta y me otorga un buen prestigio, y es que cuando estoy delante de un juez hago todo lo posible para ganar mi caso y satisfacer a mi cliente.
Mi móvil suena y lucho con el montón de artículos en mí bolsa hasta hallarlo.
—¿Bueno?— desconozco completamente el número.
— Muñequita— ruedo los ojos. Sólo un idiota me llama así— ¿Podemos hablar?
Frunzo el ceño. ¿Desde cuándo Matt me pregunta si podemos hablar?
Él nunca lo hace, simplemente llama y se enfrasca dos horas hablando del mismo tema de siempre… en serio ese chico necesita un exorcismo.
— Soy toda oídos— contesto sentándome sobre el lavabo.
— Kate me habló.
¡Wow! Ésto sí es interesante, al menos tiene algo nuevo que contar.
—¿Estás alucinando?
— Harley, no te burles. Es en serio.
Me debato mentalmente en ir a buscar palomitas, porque en serio estoy hambrienta y esta charla se va a extender un buen rato.
— Hace unas semanas me habló pidiéndome ayuda con un problema legal con una agencia— explica— no te había dicho nada, porque era sólo eso.
¡Vaya! El interes.
— ¿Y ya no es solo una ayuda?— pregunto con sarcasmo.
— Seguimos hablando luego de eso, y pues todas las noches… el caso es que hace dos días me dijo que su relación iba de mal en peor.
ESTÁS LEYENDO
LOVE
RomanceElla es una cura para aliviar su dolor... Pero por más que quiera su corazón sigue latiendo por un viejo amor... _______________♡♡♡♡___________ Ésta historia está protegida y registrada bajo los derechos de autor. Cualquier copia, adaptación o modif...