Capítulo 6

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Harley.

Lo primero que percibo al despertar es el taladro invisible que hace estragos en mi cabeza.

Lo segundo que noto es que estoy claramente desnudas en una cama que estoy segura no es la mía.

Vamos, Harley. Intenta recordar...

Nop, es inútil. Lo único que viene a mi cabeza es la imagen mía bailando con Matt muy acaloradamente en la discoteca... Después de eso no recuerdo absolutamente haber conocido a ningún chico. Espera... ¿Dije acaloradamente?.

Ok no me gusta en absoluto por dónde va a esto y tengo pavor de voltearme en la cama y conseguirme que la dureza a la altura de mis nalgas es de...

—¡Oh por Dios!

Me incorporo en la cama con un movimiento rápido importandome una mierda el maldito taladro en mi cabeza.

— Buenos días, muñequita.

Los ojos de Matt se detienen en mi pecho y me apresuro en cubrirme con la sábana.

— Buenos días una mierda, Matt ¡Largo!— espeto

— Estás en mi suite— señala con una sonrisa arrogante.

— Oh por dios, ¿Qué fue lo que hicimos?

— ¿No es obvio?.

Juro por Dios que quiero estrellarle un jarrón en la cara para borrar su estúpida sonrisa.

— No, no lo es...— enarca una ceja— ok si lo es, pero es...

— Un error— finaliza por mí.

— Sí.

— Y ahora estás arrepentida

— Definitivamente sí— afirmo

— Pero sabes que lo volverás a repetir.

— Si... Mierda, no

¿Qué demonios estoy diciendo?

La carcajada de Matt resuena por la habitación y en verdad quiero que la maldita cama se abra y me trague completa.

— Tal vez debería demandarte— la expresión de mi cara a de ser muy graciosa ya que Matt reprime la risa al verme..

Espera, no es mi expresión... ¡Mierda!

Salgo rápidamente de la cama y emprendo mi carrera al cuarto de baño deteniéndome sólo para tomar mi vestido del suelo.

Ya no me importa que me vea el culo, total ya follamos.

— ¿A dónde vas?— lo escucho detrás de mí pero no me detengo y le estrello la puerta en las narices justo cuando intenta seguirme al baño.

Intento tranquilizarme en la soledad que me brinda el aseo, pero sólo pensar en que me acosté con el hermano de mi cuñada me entra la crisis.

— Ésto es malo, ésto es realmente muy malo.

Me acerco al lavabo y me doy cuenta que estoy hecha un completo desastre, mi maquillaje se corrió dejándome perfecta para imitar a un mapache.

Y mi cabello, Diosssss. Definitivamente no querrá acostarse conmigo de nuevo... ¿Pero qué mierdas? Es obvio que no voy a acostarme nunca, jamás de nuevo con él. Ni siquiera recuerdo que fue exactamente lo que sucedió.

— Mierda, Harley ¿Qué demonios hiciste?.

Resoplo antes de acercarme a la ducha para bañarme rápidamente. No me molesto en abrir el agua caliente, tal vez el agua helada me haga pensar correctamente.

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