Xiao Zhan caminaba de regreso a la Mansión Wang, con la mente perdida, y los ojos húmedos e hinchados por el llanto.
Entregar a su madre con una asesina, fue lo más cruel que pudo hacer en toda su vida. Y ahora, ya no había lugar para esconder su dolor. Xiao Lu estaba muerta, su mirada estaba vacía y carecía de aquel brillo peculiar que mostraba antes sus pupilas.
Momentos después de buscar calmarse, se aproximó al estudio de los Wang, y vio como Limpiadores sacaban el cuerpo y empezaban a limpiar todo, eliminando evidencia alguna.
Xiao Zhan retrocedió asustado y salió de allí sin mirar a otras. No quería que nadie lo viera en ese estado, y sin pensarlo, corrió por las calles buscando consuelo en el cielo.
El muchacho en el parque cercano. Ala Mansión, y se dejó caer sobre las plantas llorando. Bajo la oscuridad que aumentaba, por la sombra de las hojas del frondoso árbol a su lado, pudo sentir sus lágrimas brotar y ser acariciadas por la suave brisa del viento.
—Perdóname...por favor perdóname... mamá... mamá, perdóname
— ¿Estás bien?—le pregunto un muchacho que escondía su rostro bajo una capucha y lentes oscuros
—Sí...
Ya era suficiente de situaciones problemáticas por un día. Se levantó alejándose de él, y camino de regreso a la Mansión Wang para enfrentar sus temores.
—Perdón, no quise asustarte...—dijo aproximándose nuevamente
—Está bien. Solo debo regresar—fingió una sonrisa
—Lo siento, pero no puedo dejarte volver con los Wang
— ¿Qué?
El muchacho se puso delante de él y se quitó los lentes. Era el mismísimo Yue Yang quien le hablaba.
Xiao Zhan se quedó quieto pensando. Su hermano, anteriormente le contó que el asesino delante de él, los estaba ayudando. Así que si estaba allí debía pensar claramente que hacer.
Tenía dos opciones: La primera era hablarle de forma normal, aclarando que sabía de su ayuda. Y la segunda, fingir discutir con él, por si eso era lo que esperaba el contrario, por si estaban siendo vigilados.
Un doble parpadeo rápido de Yue Yang acompañado de un gesto amenazante, y supo que hacer.
— ¿Quién mierda eres tú? ¿Cómo sabes dónde vivo?—gruño Xiao Zhan
—Hola Zhan—dijo sonriendo por la complicidad del otro. Y es que Xiao Zhan había resultado ser tan inteligente como se lo menciono Ayanga—. Mi nombre es Yue Yang...soy...un trabajador de tu padre. Necesito que vengas conmigo
— ¡Eso jamás! ¡No iré a ninguna parte! ¡A sí que salte de mi camino idiota o tendré que dispararte!—amenazo haciendo el ademán de buscar algo en su bolsillo
Yue Yang hizo una señal levantando el brazo, y el carro que estaba estacionado cerca de ellos prendió sus luces. La puerta se abrió de aquel platinado, y pudo ver a su hermano mayor amordazado y a Wang Jackson con un arma apuntando su cabeza. Todo esto sin mencionar a los tres hombres cerca de ellos amenazadoramente.
—Creo que no tienes otra opción... Sube, o les vuelo la cabeza...Tú decides
— ¡Desgraciado!—quiso avanzar, pero el contrario le dio un golpe en la cabeza con la empuñadura de su revolver y cayó inconsciente.
.
.
.
.
.
.
.— ¿Zhan-ge? ¡¿Dónde estás?!—cuestiono Wang Yibo mientras caminaba por la Mansión Wang buscando al muchacho
De pronto su abuela salió del estudio colgando una llamada, y volteando a verlo al notar su presencia— ¿Qué sucede cariño?

ESTÁS LEYENDO
ME PERTENECES
Fiksi PenggemarPor una jugarreta del destino, Xiao Zhan termina trabajando para la familia adinerada Wang para así poder pagar la deuda de su madre, sin tener conocimiento de que estos pertenecen a la mafia y existe un conflicto entre los clanes Xiao y Wang. Dando...