ME PERTENECES

4-LOS ANCIANOS WANG

—Con esto damos por terminada la lista de tareas— Xiao Zhan acarició el cabello revoltoso del pequeño Jackson—. Ya puedes ir a jugar videojuegos mientras voy a ver a tus abuelos

— ¡Sí!—salto el menor emocionado—Nos vemos para mi cuento—Jackson se levantó y le dio un beso en la mejilla antes de salir corriendo al televisor y tomar sus estuches de videojuegos

Entre las obligaciones más importantes de Xiao Zhan, estaba el revisar a los ancianos de la Mansión. Si bien tenían enfermeros a su disposición, los Señores Wang preferían que alguien vigilara que estos fueran tratados bien, para así prevenir alguna situación problemática.

Xiao Zhan cruzó el pasadillo hasta llegar a la habitación de los padres del Señor Wang. Al abrir un poco la puerta, pudo ver a la abuela dormida envuelta entre las sábanas, y a su esposo cambiando de canal una y otra vez sin fijarse realmente en lo que estaban dando, debido al aburrimiento.

El anciano se percató de la presencia del muchacho, y sonrió haciéndole una señal de que pasará.

Wang Qiren, era un hombre alto y de cabello un poco canoso, que aparentaba al igual que su esposa tener menos edad de la que realmente tenía. Con su figura ancha cubierta por el pijama grueso y la bata de dormir, se acomodó de lado para poder ver mejor al visitante en su habitación.

— ¿Zhan?...Eres tú... ¿Verdad?—exclamo el anciano— Hace mucho que no te veía, estás realmente alto

—Buenas noches—se inclinó el azabache aproximándose—Disculpe...parece que usted me conoce, pero yo aún no recuerdo muy bien sobre mi niñez

—No te preocupes por eso. Hace unos años contraté a tu madre para que trabajara aquí. Ella solía traerte los fines de semana para que tu hermana y tú la ayudaran

La voz de aquel anciano le dio una sensación de calma, y Xiao Zhan se sentó frente a él, más cómodamente y sonrió con confianza.

—Me alegra mucho conocer a alguien que lo recuerde... ¿Sería una molestia preguntarle algunas cosas?

—Para nada Zhan. Como verás paro aquí encerrado a causa de mi rodilla lesionada, así que tu compañía es bien recibida...Haz las preguntas que quieras. Este anciano ayudará en lo que pueda

— ¿Usted conoció a mi padre? Es que...no tengo recuerdos de él—cuestiono el muchacho

—Hmmm...Para serte sincero no lo veía seguido. Muy raras veces venía para recogerlos, pero parecía un hombre serio y reservado

—Mi madre no conservó fotos de él. Solo sé que murió del mismo cáncer que mi hermana mayor...unos años atrás, o algo así

—Siento mucho lo de tu hermana. Era una buena muchacha. Qing era inteligente y fuerte, siempre preocupándose por los demás a su alrededor

—Me gustaría poder recordarla más. Aún llevo conmigo fotos de ella ayudándome con la tarea o jugando en el parque. Eran lindos momentos, pero el recuerdo que más se repite en mi memoria, es el del día del accidente...

— ¿Enserio?—pestañeo Wang Qiren

—No sé por qué, pero siempre está presente. Es como si quisiera saber más de ese día y no pudiera... Solo veo a mi hermana discutiendo con una de sus amigas que estaba conduciendo el auto, de pronto su amiga lloraba y ella la consolaba... yo grite que venía un camión...no pudimos evitar el choque y el carro salió disparado dando vueltas. Luego de eso no recordaba mi niñez y me mandaron con mi tía a vivir un tiempo a Estados Unidos—explico el azabache perdiéndose en sus recuerdos

—Tal vez podrías probar con ir a un especialista que te ayude a revivir ese momento. Escuche de eso en la televisión, es como si te llevaran a ese momento mientras te quedas dormido y eso te permite recordar... ¿O fue en una película?—divagó el anciano