2; Gowon y Beomgyu.

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Gowon sacó de su bolsa el café caliente que siempre traía, pero solo le bastó tocarlo para notar que se había entibiado y no estaba hirviendo, como a ella solía gustarle, especialmente en invierno

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Gowon sacó de su bolsa el café caliente que siempre traía, pero solo le bastó tocarlo para notar que se había entibiado y no estaba hirviendo, como a ella solía gustarle, especialmente en invierno.

Había pasado aproximadamente una hora desde que ella decidió sentarse en el suelo junto con Beomgyu, el cual había cesado de llorar pero ahora las piernas descubiertas de la chica estaban tiritando.

Por su parte, él estaba muy concentrado en sus pensamientos como para darse cuenta de esto, sin embargo, se vio interrumpido cuando la pequeña mano pálida de Gowon le ofreció su café, el cual aceptó sin pensarlo demasiado. Dándole un sorbo, arrugó la cara después de probarlo.

—¿Qué es eso? —preguntó Beomgyu, arrugando su naricita, con una expresión de disgusto.

—Café, tonto —respondió la chica presionando sus labios y él se limitó a fruncir el ceño.

—¿Desde cuándo le ponen alcohol al café?

Gowon soltó una risita al ver que aún tenía el rostro arrugado, para después beber un largo sorbo de café y guardarlo en su bolso.

—Es café negro, bien cargado.

—¿Cómo puede gustarte algo así? Es realmente desagradable, me gusta el café pero si tuviera ganas de tomar algo así de amargo preferiría ir al bar de en frente.

—Tienes papilas gustativas muy delicadas —le sacó la lengua— ¿No te da vergüenza que una chica tenga mejor tolerancia que tú?

—¿No se supone que es el siglo veintiuno y la gente ya no dice esa clase de cosas?

Gowon encogió los hombros.

—¿No se supone que en este punto de la historia a todo el mundo les gusta el café? —respondió de igual manera, levantando las cejas.

—¿Tus padres no te enseñaron a respetar los gustos de los demás?

Ella le regaló una sonrisa agridulce.

—¿Tus padres no te enseñaron a tomar café cuando eras pequeño?

—Ahora sabemos por qué eres tan pequeña.

Ella no era bajita, sin embargo, a comparación de Beomgyu, lo parecía. Además con su uno sesenta y tres no superaba el promedio de estatura en Corea, a pesar de que su contextura la hacía lucir más alta,

Gowon golpeó suavemente su hombro y él no pudo evitar reír ligeramente.

—¡Sonreíste! —dijo señalándolo para después levantarse del suelo y hacer un breve baile de celebración, el cual se vió realmente gracioso a los ojos de Beomgyu, sin embargo, borró su sonrisa al ver cómo estaba vestida, era una noche de invierno y probablemente estarían a un par de grados bajo cero en este momento.

Su uniforme consistía en un minivestido lo suficientemente ceñido para resaltar algunas partes de su cuerpo, pero lo suficientemente suelto para dejarla moverse con una libertad considerable. A pesar de tener puesto un abrigo grueso encima, su prenda principal terminaba algunos centímetros antes de su rodilla, dejando la mayor parte de sus piernas descubiertas y el frío no había tardado en hacer de las suyas. Su nariz estaba roja y se abrazaba a sí misma por encima del abrigo, intentando conservar su calor corporal.

Coffee | Choi Beomgyu ๑ TXTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora